La fuerza ha recaído en los arribistas, los trepadores, y uno de los factores importantes de consolidar el proyecto ha sido sin duda el gobernador de Puebla y sus aliados.
La fuerza de los gobernadores panistas llevó a Madero al triunfo sobre Ernesto Cordero. La carta de la alianza fue Ricardo Anaya en el cargo de Secretario y ahora presidente interino.
El plan contemplaba la salida de Madero en tiempo y forma pues los candidatos a diputados federales del próximo año se ventilarán por igual en la misma mesa de negociaciones.
Esto quiere decir que Gustavo Madero no es presidente pero sigue operando el partido en acuerdo común con Anaya.
Ahora bien, Anaya le debe mucho favores a Moreno Valle Rosas y he aquí que al interior del primer círculo de Madero se especula que el gobernador de Puebla estaría tendiendo una red muy fina para atrapar a Ricardo Anaya en su grupo y con ello repartirse con la cuchara grande las posiciones de 2015.
En ese sentido vale la pena recordar que Madero y Moreno Valle tienen un acuerdo previo a la campaña por la presidencia del partido; el gobernador apostó todo por la reelección con la condición de abrirse el espacio para la carrera presidencial, asunto que también Madero consideró desde un principio como opción personal, de ahí la importancia de Ricardo Anaya como puente de encuentro de los intereses de ambos.
En la medida que Moreno Valle logre aumentar la influencia sobre Anaya, Madero perderá espacios. Como muestra anótese que Eukid Castañón sigue creciendo en el manejo de operaciones políticas en el PAN sin contar con un cargo oficial.
De continuar así, Madero sufrirá un descalabro más pronto de lo que se espera pues la otra parte del acuerdo con el gobernador de Puebla consiste en que ambos correrían por el mismo carril hasta 2017 tiempo en que se harían los sondeos de aceptación pública de ambos y la candidatura presidencial se le daría a quien represente más posibilidades de ganar.
Moreno Valle ha empezado ya a operar en favor de que Gustavo Madero sería la mejor carta de Acción Nacional para Chihuahua, con ello lo dejaría fuera de la sucesión por Los Pinos.
¿Con quién está operando esa idea? Si pensó usted en Peña Nieto, no anda lejos de la realidad.
En ese escenario las fuerzas minoritarias del PAN, los militantes tradicionalistas buscan abrirse un espacio sumando el 40 por ciento de los panistas que apoyaron a Ernesto Cordero, de ahí que Juan Manuel Oliva empiece a sostener reuniones para plantear alianzas, ¿con quién? pues tal vez Margarita Zavala, que sería una de las panistas más calificadas para frenar a Moreno Valle.
