Hoy simplemente, hay incompatibilidad de caractéres.
A Peña Nieto, Moreno Valle le fue útil en el momento de negociar con el PAN y el PRD el sacar avante primero, el Pacto por México, para que a partir de ahí se consolidaran las reformas estructurales que tanto le urgían al país.
La ascendencia que Moreno Valle tenía sobre legisladores, gobernadores y dirigentes partidistas de esos dos institutos políticos eran una herramienta necesaria que el presidente Peña precisaba usar.
En aras de lo anterior, no escatimó en la dotación de recursos ferderales, en las visitas consetudinarias a la entidad, las invitaciones a cualquier acto presidencial, las loas y las porras en público.
Una vez logrado anterior y ante el peligro que representa el gobernador poblano al proyecto político nacional, la tragedia en Chalchihuapan le vino como anillo al dedo al mandatario federal para empezar a tomar distancia, pintar su raya y dejarle en claro a Rafael Moreno Valle que no es amor, son puros negocios.
Bien dicen que la imagen dice más que la palabra…
