La adopción de medidas de protección al medio ambiente ya no es una tarea exclusiva de las grandes compañías. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) contribuyen con el 30% de la afectación al ambiente, de acuerdo con el Instituto Global para la Sostenibilidad (IGS).
“Las pymes son muy ineficientes en el uso de agua y la energía y generan muchos desperdicios. Pero no pueden seguir así por mucho tiempo porque en el corto plazo quedarán fuera del mercado”, dijo la directora Fundadora del Instituto, Isabel Studer.
Adoptar buenas prácticas en el tema no sólo contribuye a la reducción de los contaminantes y desperdicios, sino que les genera ahorros, atrae inversionistas y mejora su imagen ante el consumidor, coincidieron expertos.
Además los bancos y fondos de inversión están buscando proyectos sustentables, que sean rentables en el largo plazo y existe preferencia por aquellos preocupados por el medio ambiente.
“Nosotros analizamos que las inversiones que hagamos no sean riesgosas y si hay riesgos planeamos con el consejo de administración de cada compañía un plan para mitigarlos”, comentó el director de inversiones dela aceleradora de negocios New Ventures, Miguel Duhalt.
En este plan se establecen acciones semanales y mensuales de prevención y se designa a un responsable para darles seguimiento. “El activo más importante que tienen las empresas es la reputación, de ahí la importancia de cuidarla”, comentó Duhalt.
A pesar de que existe una Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y la Procuraduría Federal del Protección al Ambiente es la encargada de hacerla cumplir, aún es voluntario que las pymes adopten medidas en beneficio del ecosistema, coinciden los especialistas.
“Es difícil que las pymes cumplan con las regulaciones y que la Profepa inspeccione a los más de 4 millones de empresas del país; sin embargo, éstas se ven obligadas por sus clientes y proveedores, quienes cada vez son más conscientes del impacto ambiental”, dijo Studer, quien lidera el Programa de Asesoría para Mipymes en Ecoeficiencia Ambiental que está buscando generar ahorros energéticos en 1,500 empresas proveedoras de Walmart y Femsa.
La adopción de estas buenas prácticas dependerá del giro y tamaño de la empresa, algunas son tan sencillas como apagar la computadora antes de salir a comer o reciclar las hojas de la impresora hasta adoptar certificaciones.
Las certificaciones como el ISO14001 para implementar un sistema de gestión medioambiental y el ISO26000 que establece las guías en materia de responsabilidad social son convenientes para empresas que buscan integrarse a la cadena de proveeduría de una gran empresa, dijeron expertos.
Antes de adoptar cualquier medida o certificación, las empresas deben preguntarse: ¿Cuál es el propósito de hacerlo? ¿Qué beneficios le traerá a la empresa? ¿Esto está integrado a la estrategia del negocios?, recomendó la coordinadora de proyectos de la agencia de consultoría y asesoría en responsabilidad social Responsable, Elian Salazar.
Fuente: CNNExpansión