Defensa de los derechos humanos o complicidades

Para que presentaran formalmente una denuncia por las agresiones policíacas que derivaron entre otras cosas en la muerte de un niño, hecho ya conocido nacional e internacionalmente.

La Institución supuestamente defensora de los Derechos Humanos estará ahora siendo observada por todo el país, para ver si efectivamente valora las innumerables pruebas de que los agresores fueron los policías de Rafael Moreno Valle, o bien se suma a la farsa del gobierno poblano y concluye que fueron los mismos manifestantes los que se aventaron cohetones y se desmadraron torpemente entre ellos.

De acuerdo a notas periodísticas, se le presentan cientos de fotografías, videos, testimonios presenciales, grabaciones y desde luego decenas de pruebas físicas de los proyectiles que lanzaban los policías, para comprobar que los primeros en disparar contra los manifestantes fueron los policías y que sí usaron –desde luego- cartuchos de gases y hasta cilindros o balas de plástico o goma.

Vamos, ya no se puede presentar más evidencia.

Ahora la pregunta es si la mentada Comisión valorará lo presentado y emite un veredicto contra las autoridades poblanas por violar gravemente los derechos humanos de los manifestantes y por el asesinato de un menor.

Veamos el contexto de lo que puede ocurrir.

Si la Comisión encabezada por Plascencia dictamina en contra del Gobierno poblano, querrá decir que la luna de miel entre el Gobierno federal y el morenovallismo ha concluido. Sobre todo porque ayer mismo ha quedado concluida la reforma energética en el Congreso de la Unión, con todo y sus leyes secundarias. En este entorno, el gobierno federal ya no necesita a Moreno Valle como operador panista que apoyaba para sacar adelante dichas leyes.

Más aún. Se comprobaría que los tiradores priístas a una candidatura presidencial ya también han comenzado a manejar escenarios –sobre todo el Secretario de Gobernación Osorio Chong- y ya no dejarían pasar la oportunidad de quitar de en medio al más fuerte precandidato panista (y quizás perredista) a la presidencia en 2018.

El veredicto de la Comisión Nacional de derechos Humanos sería el más duro golpe para Moreno Valle, pues una instancia nacional que no depende de él, dejaría en claro que su gobierno es culpable de la muerte del niño y las violaciones a los derechos de los ciudadanos de Chalchihuapan. El montaje de versiones morenovallistas se caería y el ridículo sería mayúsculo.

De esa sí ya no se levantaría el gobernador poblano en cuanto a sus aspiraciones presidenciales. Terminaría su gestión en Puebla cuestionado, humillado y sin futuro. Sí, como Mario Marín: Porque si Derechos Humanos falla contra el morenovallismo, la PGR entonces sí debería atraer el caso y hasta la Suprema Corte intervendría… ¿se imaginan?

Pero si la Comisión de Derechos Humanos llega a la misma conclusión (desde luego absurda) difundida por el Procurador poblano, de que fue un cohetón el que mató al niño y de que fueron los mismos manifestantes los que se autoagredieron (no solo absurdo, sino estúpido), entonces estaremos comprobando que el Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto sí apoya a Moreno Valle, sí hay un acuerdo político entre ellos y no tiene inconveniente en que éste último sea candidato presidencial y hasta Presidente en su momento.

Si el Gobierno federal apoya un veredicto de Derechos Humanos que exonere al gobierno poblano, estaremos presenciado que los acuerdo políticos futuros entre Peña Nieto y Moreno Valle son inquebrantables. Aún cuando fueran en contra de las aspiraciones de los precandidatos tricolores a la Presidencia.

¿Habrá negociado su futuro Peña Nieto con Moreno Valle y practican una complicidad más allá de los colores partidistas, apoyados por televisoras, empresas nacionales y transnacionales y hasta gobiernos extranjeros como el de U.S.A.? Suena medio loco y hasta idiota ¿verdad?

Pero yo desde 2010, he comprobado que en la política mexicana todo, absolutamente todo puede pasar. Y que alianzas inconcebibles –e idiotas- en las más altas esferas sí suelen ocurrir.

Eso sí, veremos de qué están hechos los priístas de a de veras, que se quedarían como perros sin dueño otro sexenio. ¿Lo permitirán?

Ja. No se ni para qué pregunto.