07-05-2024 07:10:24 PM

Carrillo Olea, en Puebla

tempestad07

Utiliza recursos materiales y humanos de primer nivel, financiados desde Casa Puebla.

Y es que, el morelense no llegó solo.

Echó mano de un grupo de incondicionales con los que formó un compacto equipo y quienes siguen únicamente la línea que les marca el gobernador del estado.

Sobra decir que todos son especialistas en determinadas áreas que conforman las llamadas “labores de inteligencia”.

Carrillo Olea fue director del CISEN, conoce al dedillo todo esto y se desempeña como un eficiente director de orquesta.

Su paso por el servicio público ha estado envuelto en escándalos.

Como mandatario de Morelos no pudo terminar su sexenio, gobernó en el período 1994-1998 y renunció después de que se comprobaron ligas cercanas de personajes de altísima jerarquía en su gabinete con bandas de secuestradores y del crimen organizado.

Bajo su tutela, las instituciones de procuración de justicia, ministerios públicos, jefes policíacos, jueces y demás funcionarios, fueron parte de una red de protección de criminales que afectó irremediablemente el tejido social morelense.

En este contexto fue juzgado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación al enfrentar juicio político y resultó inhabilitado para ejercer un cargo público por un período de 14 años.

Uno de sus más férreos detractores en ese tiempo fue Graco Ramírez, quien se desempeñaba como senador por el PRD y quien fue una pieza fundamental en la destitución de Carrillo Olea.

Hoy, Graco es uno de los aliados políticos más cercanos a Rafael Moreno Valle.

Paradojas del destino.

El general llegó a Puebla en el momento preciso en el que los secuestros se  dispararon.

En poco menos de medio año se han cometido en el estado el mismo número de plagios que en todo 2013.

Una auténtica epidemia.

A Carrillo Olea se le considera uno de los máximos conocedores de la lógica de operación de los grupos de la delincuencia organizada y de la manera en la que por décadas han infiltrado las instituciones del estado mexicano.

Fue una de las fuentes de información principales que utilizó la periodista Anabel Hernández para escribir su libro “Los Señores del Narco”, una muy completa reseña del crecimiento y empoderamiento de los señores de la droga en el país, siempre bajo el amparo y la protección del poder político.

Con estos antecedentes resulta difícil saber si la llegada de Carrillo Olea a Puebla y su clandestina incorporación a tareas de seguridad, deben de ser motivo de alegría o preocupación para quienes vivimos en este estado.

Resulta por lo menos extraño que haya sido promovido por Facundo Rosas y su padrino, Genaro García Luna, cuando el morelense fue uno de los más severos críticos de la guerra contra el narcotráfico y la estrategia de seguridad aplicados por Felipe Calderón el sexenio pasado.

Haya sido como haya sido, Carrillo Olea es ya una estrella más del gabinete morenovalllista.

Aunque sea por debajo del agua.

latempestad

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