Sin embargo, de unos años para acá y como si fuera estampita de Panini, la Cédula Real de la ciudad de Puebla es manoseada sin el menor rubor.
No hay trienio en donde no se cuestionen los criterios para entregarla a los “disntiguidos” ganadores, lo que le vale gorro a los ediles en turno, que la entregan sí o sí.
Lo mismo la han ganado Hugo Sánchez, Alex Lora, Sergio Berlioz que Margarita “La Diosa de la Cumbia”, Nelson Vargas y Mayté Noriega, la periodista.
En su gestión como alcalde, Enrique Doger tuvo la loca idea de entregarsela a Elba Esther Gordillo, aunque al final el cabildo echó por la borda tal disparate.
Hoy, el edil Tony Gali anuncia que en su primer acto como “repartidor oficial de cédulas reales” condecorará al joven Manuel Velazco, gobernador de Chiapas, con tal distinción.
¿A honras de qué?
¿En reconocimiento a qué, de su trayectoria política?
¿La cédula real poblana por su carrera política…fuera de Puebla?
¿Por su “gran legado” a la vida política del país, como diputado, senador y gobernador que haya tenido México?
¿Por su gran capacidad de dispendio de recursos del erario para promover su imagen durante su primer informe?
¿Por ser el novio oficial de la rebelde Anahí y haberla rescatado de la anorexia?
No.
Dice Tony Gali que puesto que Chiapas es el estado homenajeado en el Festival Internacional 5 de mayo, pues aprovecharán la oportunidad para hacerle el reconocimiento al góber chiapaneco.
Que no tiene tintes políticos.
Que es un gesto de buena voluntad.
Que no hay que especular.
Que no se hagan olas.
Que a fin de cuentas, él es edil y puede hacer lo que se le pegue la gana, por encima del cabildo.
Como lo hace al otorgarle licencias contínuas a Marcelo García Almaguer.
Y si los argumentos anteriores no son suficientes, pues porque es una orden de Rafael Moreno Valle, para homenajear a su cuate.
¿Contentos?
