Si alguien reporta un juego infantil deteriorado, van y lo reparan.
Si alguien reporta a un animal callejero, van y hacen una razzia.
Pero no hay más.
La reacción inmediata a problemas específicos no es un indicativo de que la de Gali Fayad sea una administración eficiente ni mucho menos.
Se vende como un gobierno de pronta respuesta pero eso no lo es todo.
Es su obligación atender las necesidades primarias, pero apenas es una pequeñísima parte.
En ese sentido, no se ha hecho nada extraordinario, diferente a lo que hayan realizado sus antecesores.
Se presumió la excelente recaudación de los impuestos, pero no es una gran proeza atribuible a Gali y a su gente, eso es sintomático en cada cambio de gobierno.
Los ciudadanos se vuelcan a pagar como un gesto de refrendo del voto que le confirieron.
Sin embargo, no se ve una agenda propia, un plan de acción en específico.
La agenda del gobernador es la que sigue marcando las pautas y los tiempos.
Las pavimentaciones con concreto hidráulico son atribuidas a Moreno Valle, inclusive los problemas de tala de árboles en la 11 sur, también son atribuibles al gobierno estatal.
Las entregas de obra, los recorridos de supervisión, la presentación de proyectos y programas son encabezados por el mandatario estatal y a un lado en un segundo plano, el edil capitalino.
Algo así como la célebre manita de Lalo Rivera en el balcón municipal un 15 de septiembre.
Vamos, hasta la persecución contra Israel Pacheco, líder sindical municipal, se la endosan a Moreno Valle, gracias a su ánimo represor.
La encuesta presentada por el BEAP el día de ayer es representativa de lo anterior: una baja calificación para Gali Fayad.
Su presencia en los medios es nula.
Se carece de una política real de comunicación social.
Nadie conoce el trabajo de sus dependencias.
No hay boletines de prensa, no hay noticias, no hay ligas, no hay audios.
Aquí es cuando uno se pregunta: ¿Para qué sirvieron entonces los 7 meses de transición, si no pudieron trazar un programa propio?
Por lo menos en estos dos meses, le han comido el mandado a Tony.
Se acerca el tan cacareado plazo de los 100 primeros días,
La duda radica en qué es lo que Tony Gali presumirá como suyo.
Una cosa es el trabajo coordinado y otra es el trabajo sometido.
A Tony Gali no se le debe olvidar algo: que pese a haber tenido todo el aparato a su favor, su nombre fue el que apareció en las boletas electorales y fue a él al que eligieron los poblanos, no a Rafael Moreno Valle.
Al calce
El próximo viernes no circulará esta columna, por ser día de guardar. Descansen.
