Pero ese es otro tema (y desde luego la de Jorge no entra en ese costal de entrevistas-adulaciones que seguimos soplándonos todos estos días después del ya famoso nacionalmente Tercer Informe de Gobierno).
En la entrevista de marras, Moreno Valle declara contundente que él no cree en la máxima de que “Gobernador no pone Gobernador”. Y lo hace recurriendo al lugar común de que “son los ciudadanos los que eligen al gobernante con sus votos” y cosas por el estilo.
Pero la pregunta inteligente del amigo periodista era que si el Gobernador intentará dejar a un sucesor de su grupo. Vaya, que si él manejará la sucesión y sí impondría a uno de sus incondicionales tanto para la minigubernatura de 1 año 8 meses y para la que se disputará en 2018.
Y la respuesta nos indica la verdadera postura de Rafael Moreno Valle: Él no cree en la máxima. Por lo tanto él sí piensa que puede imponer a un sucesor aprobado y promovido por él mismo. Vamos, que él espera romper con esa “tonta” máxima y por lo mismo ser capaz de poner al próximo Gobernador del Estado.
Varios comentarios al respecto.
Primero, que en la campaña para Gobernador en 2010, recuerdo perfectamente que en varios de sus eventos y concentraciones, Moreno Valle gritaba a los poblanos que todos deberíamos saber que “Gobernador no pone Gobernador”, aludiendo que Mario Marín no podría imponer a Javier López Zavala (por cierto… ¿alguien sabe de López Zavala?).
Y los participantes de los mítines le aplaudían a rabiar (lo mismo cada vez que decía que un chiapaneco no podía gobernar a los poblanos).
El detalle es que ahora que ha empezado soterrada pero formalmente la lucha por la sucesión en el Gobierno del Estado (tanto la mini como la grande), todos, pero absolutamente todos sabemos que Rafael Moreno Valle sí que hará hasta lo imposible, todo cuanto esté a su alcance, hasta empeñar su vida misma… por dejar a un sucesor de su grupo político. En campaña se pueden gritar muchas cosas, pero en el gobierno se muerden la lengua.
Desde luego aún no sabemos quién. Hay varios aspirantes y prospectos. Y conociendo al Gobernador, sabemos que a todos echará al ruedo para que muestren sus cualidades y alcances y al final decidirá por el que mejor esté “posicionado” en las mediciones demoscópicas (si alguien ha usado las encuestas para tomar decisiones de todo tipo se llama Rafael y se apellida Moreno Valle… digo, para los que dudan y dicen que las encuestas ya nadie las pela… jajajaja). ¿Antonio Gali? ¿CabalánMacari? ¿Jorge Aguilar Chedraui? ¿Martha Ericka Alonso? ¿Para la mini alguno de ellos? ¿O también Tony Gali hijo, Mario Riestra, Luis Banck o hasta Luis Miguel Barbosa? (nadie en su sano juicio incluiría a Eukid Castañón, desde luego).
Pero ese es otro tema que ya iremos dilucidando.
El asunto es ver si Rafael Moreno Valle efectivamente rompe con el paradigma –y maldición- de que “Gobernador no pone Gobernador”.
Hoy todo parecería indicar que él sí que puede romper con el nefasto hechizo.
Ya hemos dicho que el Gobernador actual controla absolutamente todos los ámbitos y sectores de la política y economía en Puebla. Parecería lógico que puede y requetepuede dejar sucesor tanto para la minigubernatura como para la de 2018.
Pero eso mismo pensaba todo Puebla de Mario Marín. Que controlaba todo y que resultaba absurdo que López Zavala no ganara la elección en 2010. Tenía dinero (vaya que tenía), controlaba al Instituto Electoral del Estado, tenía la mayoría absoluta del Congreso… Vaya, nadie podía pensar que su “delfín” podría no ganar la elección. Y no porque fuera un extraordinario candidato, sino porque –como me dijo un amigo empresario en aquellos días: “Mira, no pierde… y si pierde, arrebata (Marín)”.
La historia posterior la conocemos todos.
Y es que puede haber un escenario en el que nadie pueda pensar que un candidato promovido y apoyado por un Gobernador llegara a perder…
Pero en política ya nada es imposible ni seguro.
Marín tenía todo controlado… pero no tenía de su lado al Presidente de la República, que era del partido contrario. Y lanzó un candidato poco agraciado y hubo traiciones y hubo una pésima campaña.
Hoy, Rafael Moreno Valle tiene todo… pero no hay Presidente de la República de su partido. Y puede lanzar a un candidato poco agraciado, puede haber traiciones y puede haber una mala campaña. Y desde luego puede haber un muy buen candidato (a) del bando contrario.
La Historia… esa perversa manipuladora de los seres humanos… siempre se repite.
Ya estaremos viendo en los próximos tres años si se rompen las máximas… o la maldición continuará para siempre.
¿Usted qué opina?
