Sus candidatos siguieron ganando procesos locales y nunca ha dejado de ser el partido –por sí solo- con más Gobernadores, Alcaldes y Diputados locales, federales y Senadores del país.
Pero también es cierto que el PRI no es el de antes (de la alternancia). Sus derrotas federales y en muchos Estados del país (aunque en la mayoría ha regresado) provocaron que se redefinieran sus liderazgos, métodos, estrategias y prácticas gubernamentales. Es cierto, aún quedan muchos dinosaurios y corruptos… pero eso ya no es característica exclusiva del PRI, sino de todos los partidos… que por cierto han nutrido sus filas con no pocos priístas en todo el país. Al PAN y al PRD lo único que les hacía falta era ser gobierno… para cometer todos los excesos que durante décadas criticaron del PRI.
Pero bueno, Enrique Peña Nieto hizo regresar al PRI a Los Pinos y es necesario hacer una muy breve evaluación de su primer año. Ni es todo lo malo que pregonan sus críticos antipriístas (que jamás verán lo bueno), ni es todo lo extraordinario que quisieran los priístas (aunque hay que reconocer que ahora son más críticos que antaño, en las glorias del presidencialismo omnipotente tricolor).
LO BUENO…
Indudablemente los acuerdos políticos con los principales partidos, inmediatamente que Peña Nieto ganó la elección en julio de 2012.
El Pacto por México fue un muy buen logro político de concertación democrática. Planear y acordar sacar adelante todos los pendientes (reformas estructurales) desde el inicio de la gestión fue un acierto de los asesores del Presidente.
Guste o no, pero hoy ya salió adelante la Reforma Educativa, la Reforma en Telecomunicaciones, una Reforma Fiscal que dejó más o menos tranquilos a todos (que el Presupuesto de Egresos de la Federación saliera ya hace unos días y no hasta el 31 de diciembre con pleitos partidistas es un logro de la reforma hacendaria…).
Está por salir en esta misma semana quizás, la Reforma Político-Electoral, que no dejará contentos a todos, pero será un avance evidente. También saldrá –por mayoría, no por unanimidad- la Reforma Energética, urgente para que México se convierta en un polo atractivo para la inversión y para que mejoren las expectativas en la Bolsa de Valores.
No hay otra forma de impulsar la economía nacional: Hay que ser un país atractivo para la inversión. Así se combatirá el desempleo, habrá más empresas y empresarios que paguen impuestos, habrá más presupuesto federal para obras públicas e infraestructura, habrá más dinero para Estados y Municipios y para desarrollo social. La gente tendrá más dinero en sus bolsillos y estará más contenta y optimista.
Es un círculo virtuoso.
Todo lo bueno que es el Pacto por México, pues.
Además, se revirtió la mala imagen de México ante el concierto internacional. Incluso se llegó a hablar del “Mexican moment”.
Y si bien no se ha acabado con la violencia y el crimen organizado… hay que reconocer que se han atrapado o abatido a varios líderes del narco, zetas y demás bandas. El narcotráfico no solo no ha desaparecido en México… sino en ningún país del mundo, hasta que cambie el paradigma de la prohibición del consumo. Lo que hacen la mayoría de los gobiernos de los distintos países es… controlarlo y que no genere violencia (se escucha paradójico, pero así es en todo el mundo).
Otra cosa buena es que los Gobernadores de todos los partidos han entendido que el camino para que México salga adelante es trabajar de acuerdo con la Federación y el Presidente. Repito, casi todos los Gobernadores que hoy son de otro partido que no sea el PRI… pertenecieron en su momento al PRI. Y eso provoca avances en la mayoría de Estados, aún con los desastres naturales que ocurren cada año.
Finalmente, se logró encarcelar a Elba Esther Gordillo y eso ha causado que el SNTE (el mayor sindicato de México) apoye la reforma educativa en general.
LO MALO…
Si bien se han logrado acuerdos políticos… la economía nacional sigue sin despegar. El “mexican moment” solo duró unos meses y hoy el país se ha estancado en crecimiento, al grado de estar al borde de la recesión (crecimiento negativo).
La tasa de desempleo sigue siendo igual o mayor que la que dejó Felipe Calderón. Las grandes obras públicas anunciadas en la toma de posesión de Peña Nieto (trenes, puertos, infraestructura en general, refinerías, etc.) se han quedado en el papel. No se ha iniciado una sola.
La crisis norteamericana también ha afectado a México y la Bolsa de Valores está estancada ya casi un año.
Las Reformas estructurales que han salido se han quedado a medias y no han logrado que haya mejoría de confianza en la ciudadanía, que califica hoy en forma reprobatoria la gestión de Peña Nieto a un año de haber iniciado.
La Reforma Educativa no ha acabado con las mafias sindicales de los maestros. Elba Esther Gordillo fue encarcelada, pero solo para ser sustituida por uno de los suyos, que se convertirá con los años en el nuevo aliado del sistema. Y las otras centrales magisteriales son integradas por miles de agitadores que siguen cobrando su salario que proviene… de la Federación.
La Reforma Fiscal dejó demasiado qué desear y provoca que sigan pagando impuestos los que de por sí ya pagábamos (las clases medias). No aumenta la base tributaria y ahora promueve el terrorismo fiscal para los que se atrasen o tengan altos ingresos. Eso desalienta la inversión y ahuyenta a empresarios nacionales y extranjeros que quieran poner su dinero a trabajar en México. Pésima propuesta del Secretario de Hacienda de Peña Nieto, Luis Videgaray, que hoy es el Secretario peor calificado, de acuerdo a varias encuestas nacionales.
La Reforma Energética y la Política no dejarán contentos a todos y vienen semanas de conflictos partidistas serios. Hoy casi se da por hecho que el Pacto por México terminó y vuelven las discordias partidistas que ya paralizaron al país dos sexenios.
Finalmente, el gobierno federal ha subejercido el gasto público todo este primer año. Sus Delegaciones en todos los Estados no cuentan con recursos y los programas federales contra la pobreza no terminan de aterrizar.
LO FEO…
El crimen organizado sigue creciendo en México, cuando creíamos que se controlaría mejor una vez que el PRI regresara al poder. Las bandas delincuenciales siguen diversificando sus actividades y mercados. Han crecido los secuestros, los robos a bancos, los robos a transportes, las extorsiones, los delitos comunes (en los que también los Gobernadores no han hecho nada bueno…). El narcotráfico no se ha controlado y aunque caen capos, surgen otros más violentos y mejor organizados.
Los grupos anarquistas también siguen creciendo y es un secreto a voces que las guerrillas armadas en algunos Estados se siguen fortaleciendo y haciendo alianzas con los grupos de narcotraficantes regionales.
La estrategia del Gobierno peñista contra el crimen organizado no existe o no se ve que funcione por ningún lado.
Finalmente, el “bono democrático” con el que llegó Peña Nieto al poder se ha venido extinguiendo. Si bien desde la campaña electoral fue duramente cuestionado por ambientes universitarios y de clases medias, hoy la imagen del Presidente ha caído y la mayoría de los ciudadanos en todo el país opina que no está haciendo bien su trabajo, ni el Presidente ni sus colaboradores en general.
Por cierto, los errores discursivos y la mala cultura del Presidente (todos los días se equivoca en nombres, datos, geografía y un largo etcétera) siguen provocando que en redes sociales se burlen de él hasta la saciedad… causando deterioro tarde o temprano de su imagen ante la ciudadanía en general.
No sabemos si con las Reformas que faltan y que logren salir adelante, la estrategia del Gobierno federal cambie, se fortalezca y ahora ya ejerza presupuesto para beneficios sociales reales y visibles y para obras públicas importantes (hoy todo lo que inaugura el Presidente es obra de Gobernadores o bien de cosas que habían sido iniciadas por el gobierno calderonista, por ejemplo).
Si esto ocurriera y efectivamente los mexicanos observaran un cambio en sus vidas (en sus bolsillos sobre todo), probablemente el PRI podría ganar más Diputaciones en las elecciones federales de 2015.
Pero si en 2014 los mexicanos no ven cambios y todo sigue como hasta hoy… el PRI puede irse despidiendo de muchas curules en San Lázaro en 2015. Y además se estaría preparando un terreno fértil para que un partido y candidato opositor al PRI… gane las elecciones presidenciales de 2018, continuando la alternancia de ida y vuelta que ya desde hace mucho ocurre en no pocos Estados del país.
En resumen y hasta hoy, un primer año de claroscuros.
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