Aplicar un impuesto, por consiguiente, encarecer el producto al consumidor puede afectar a decenas de micro y pequeñas empresas dedicadas a la producción y comercialización de chocolate, mediante proceso artesanal.
El nuevo impuesto no hará -necesariamente- que la gente consuma menos chocolate y que se reduzca la obesidad del mexicano. Más que nada, el problema de obesidad tiene que ver con educación, con los hábitos alimenticios.
Las múltiples propiedades nutritivas del chocolate, permite que su consumo se asocie con un menor riesgo de trastornos cardiometabólicos.
México es el quinto consumidor de chocolate a nivel de América Latina. El consumo per cápìta del mexicano es de 700 gramos al año; la lista la encabeza Uruguay con 3.1 kilogramos; Argentina 2.9, Chile, 2.2 y en Brasil las personas consumen 1.7 kilos al año.
Según dato de Euromonitor en los últimos años el mercado de chocolate en Latinoamérica creció 85 por ciento, al registrarse ventas de uno 11 mil millones de dólares en un año.
Mientras que las exportaciones mexicanas de chocolates crecieron 145 por ciento en los últimos cinco años, toda vez que en el país se han abierto varias fábricas de capital extranjero.
Tan sólo en 2010 las exportaciones de chocolate sumaron casi 104 mil toneladas con un valor de 355 millones de dólares.
En este universo de la industria chocolatera, destaca la firma Turín, la única empresa mexicana que exporta, según dijo en su momento Raúl PIcard, dueño de la emprea Productos Zam-Fre.
Esta fábrica es la encargada de elaborar los conocidos y deliciosos chocolates rellenos de tequila, whisky, crema irlandesa, licor español, cognac o de licor de café mexicano. Tan sólo de este tipo de chocolates se exportan casi 40 mil toneladas.
Pero no sólo las grandes fábricas operan en México, también hay decenas de micro y pequeñas empresas que de forma artesanal elaboran este producto de origen mexicano.
Antes de que se supiera que los diputados aplicarían un impuesto al chocolate, la firma consultora KPMG afirmó que el mercado de chocolate en México “genera expectativas de crecimiento sostenido del 2% en promedio durante los próximos cinco años”.
Nutritivo y preventivo de enfermedades
Por otra parte, pruebas en laboratorio han demostrado que el chocolate -por su origen del cacao- contiene: glucides y fibras, proteínas, lípidos, vitaminas A, B y B2; hierro, sales minerales, potasio, magnesio, calcio, fósforo, sodio, flúor y calorías.
De ahí que investigadores han señalado que “El impacto biológico de los alimentos no debe ser evaluado sólo en términos calóricos”.
En la Universidad de Granada (España) un grupo de investigadores, encabezado por Magdalena Cuenca, realizó un estudio con 1,450 jóvenes entre 12.5 y 17.5 años al final comprobaron que su nivel de grasa corporal era bajo y que no estaba relacionado con la obesidad.
El estudio fue publicado en octubre de este 2013 en la revista científica Nutriton, y Magdalena Cuenca, afirmó que “Nuestros resultados demuestran que un alto consumo de chocolate se asocia con niveles más bajos de grasa total (esto es, la acumulada en todo su cuerpo) y central (abdominal)”.
Estos resultados fueron independientes del sexo, la edad, la madurez sexual, la ingesta energética total, la ingesta de grasas saturadas, fruta y verdura, el consumo de té y café, y la actividad física de los participantes”, apuntó la especialista.
Mientras que la Fundación Cacao México basándose en resultados de otros estudios científicos señala que los componentes del chocolate tienen un poder antioxidante.
Este efecto actúa directamente sobre las células. La función de los antioxidantes de origen natural se asocia con una acción que ayuda a prevenir diversas enfermedades, entre ellas, cardiovasculares y cerebro-vasculares; algunos tipos de cáncer y otras enfermedades del sistema nervioso como el Alzheimer y el Parkinson.
Ya los aztecas conocían las propiedades del cacao y de la bebida que se obtenía de esas semillas el xocolatl.
Era la “bebida de los dioses”; su consumo estaba restringido a los nobles y para ocasiones especiales.
Hasta la fecha es sabido que una tablilla de chocolate o una taza de esta bebida proporcionan mayor fortaleza, resistencia al trabajo duro y a las bajas temperaturas; incluso es un alimento básico y hasta de sobrevivencia para atletas o alpinistas.
Así, la importancia económica que tiene el chocolate (desde el cultivo del árbol cacaotero) y los beneficios a la salud fueron ignorados olímpicamente por diputados y senadores.
Pudo más su “particular sabiduría” y pusieron al chocolate mexicano al mismo nivel que los refrescos de cola.
Habría que ver cuánto baja el gasto corriente en el Congreso de la Unión por la compra de chocolates ahora que los legisladores le pusieron un impuesto, y cuántos de ellos bajan de peso.
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