El mismo PRI, al perder la Presidencia de la República en 2000, luego tocó fondo con la candidatura de Roberto Madrazo y se fue a un vergonzoso tercer lugar en 2006. Fueron para el tricolor más de diez años de crisis, malos liderazgos y pésimas campañas electorales. Hasta que recuperó el poder en 2012… pero que puede volverlo a perder en 2018.
El resultado fue que el partido que logró concentrar el hartazgo de los clasemedieros con las crisis económicas recurrentes y la corrupción príista, fue el PAN, ganando las elecciones presidenciales de 2000 y 2006.
El problema es que, aunque no hizo un pésimo papel como gobierno, el panismo tampoco logró convencer a los mexicanos de que la inseguridad y los problemas económicos habían terminado. Y perdió las elecciones en 2012. Con una muy mala candidata y una pésima campaña se fue al tercer lugar. Igualito que el PRI en 2006.
Y ahora en el PAN están en la crisis post-derrota presidencial.
La verdad es que no han podido encontrar la brújula y… cada día se parecen más al PRD que tanto aborrecían hace unos años (pero que ahora es su aliado electorero en no pocos Estados, Puebla incluido).
Porque el PRD, al nacer de una escisión del propio PRIy alimentarse de liderazgos de izquierda de muchos grupos y corrientes, siempre ha estado dividido y por lo mismo, ha logrado ganar en algunos Estados, más que porque la gente vote por los colores del partido, porque sus candidatos han sido ex priístas resentidos que se enojaron porque no les tocó candidatura en el tricolor.
Y al PAN le está pasando algo muy parecido.
De entrada, como ya dijimos, está viviendo su crisis de la derrota y todos se echan la culpa. Por ello hoy ya hay tres o cuatro grupos (tribus, pues) que están peleándose con todo por la dirigencia de lo que queda del partido.
El primer grupo lo encabeza el actual Presidente del CEN, Gustavo Madero, quien se niega a dejar el cargo, apoyado por un buen grupo de Diputados y Senadores y cilindreado por Gobernadores en su momento, como el propio Rafael Moreno Valle, quien al parecer ha sido generoso con él cuando le hizo falta tener apoyo para sus candidaturas (de él mismo y de sus pupilos en Puebla). Madero está hoy distanciado del grupo del ex Presidente Felipe Calderón y aunque es poco probable que repita en la dirigencia, cuenta con el apoyo del Presidente Enrique Peña Nieto, por estarlo apoyando en su Pacto por México (aunque Madero critica mucho el Pacto… siempre termina por apoyar a Peña Nieto… quien seguramente también se está portando generoso con él).
Otro grupo panista que quiere el CEN es el del ex Presidente Felipe Calderón, quien intenta impulsar a su ex empleado Ernesto Cordero, personaje con muy poca gracia. El grupo no solo quiere el CEN sino desde ahí buscar la candidatura presidencial para Margarita Zavala en 2018: En este grupo se encuentran algunos Senadores y Diputados calderonistas, destacando el poblano Javier Lozano Alarcón, quien sueña también con ser candidato a Gobernador en estas tierras. Este grupo también cuenta con la simpatía (más que el de Madero hoy) del Gobernador Moreno Valle, por ser antagonista evidente del tercer grupo…, aunque en su momento también rivalizaría con la candidatura de la esposa del ex Presidente.
El tercer grupo panista que busca la dirigencia no es otro que el impulsado tras bambalinas por la Organización Nacional del Yunque y que impulsa ya a Josefina Vázquez Mota para dicho cargo. Hace unos años me aseguraron que Josefina no está afiliada a la Organización secreta, pero hoy es evidente que es la candidata de la cofradía para controlar al partido.
El Yunque maneja no pocos Comités Estatales (Puebla, desde luego… aunque hoy disputándose el partido con el Gobernador) y su fuerza no es de subestimarse. Si se unen en todo el país, los yunquistas sí podrían ganar la dirigencia con Vázquez Mota. Por supuesto, esta aspiración es la que más aborrece Rafael Moreno Valle, quien siempre estuvo en desacuerdo en la candidatura presidencial de la señora (su candidato era Ernesto Cordero), pero… este grupo no cuenta con un candidato presidencial, por lo que haciendo alarde de pragmatismo y ser convenencieros (ambos), probablemente sí pudieran apoyar a RMV para su aventura presidencial.
Entonces, ante este panorama, el PAN hoy se debate entre la pugna de sus grupos nacionales, la aspiración de Gobernadores como Moreno Valle en controlar lo que queda del partido, una militancia real raquítica en todo el país, electores que votan más por sus candidatos expriístas que por los valores que dice defender el partido y sobre todo, la ausencia de recursos federales que les daban de comer a miles y miles (200 mil, según el joven ex dirigente poblano Juan Carlos Mondragón) de convencidos panistas que vegetaban en los gobiernos de Fox y Calderón.
Y si a todo ese cocktel le agregamos que la dirigencia nacional ahora saldrá de una votación de toda la militancia y no ya de una Asamblea de Delegados, entonces podemos estar seguros de que el PAN sí que está en crisis.
LA NOTA AL PIE…
Y no me salgan que el PAN está increíble y fuerte en Puebla por haber ganado las pasadas elecciones. Al contrario, ahí se comprobó que el PAN por sí solo ya NO gana elecciones y que tiene que recurrir a las alianzas y candidaturas comunes para lograr victorias. Por cierto, en muchos casos con… priístas resentidos.
El pequeño detalle es que en 2018 el PAN no irá en alianza con el PRD, me aseguran los enterados.
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