Sin embargo, ¿cómo es que la Secretaría de Finanzas y Administración, acérrima persecutora del comercio ambulante y la mercancía ilegal, tolera la venta de productos piratas en sus propias oficinas?
Para el jefe del departamento de Política Inmobiliaria de la citada secretaría, Alan Vergara Padilla, no es impedimento que la dependencia en la que labora sea la encargada de destruir toda la mercancía ilegal que se introduce en el estado.
Hábilmente, a través de las redes sociales y de la recomendación de boca en boca, se ha convertido en el distribuidor número uno de lociones y fragancias de imitación, las cuales como él mismo las ofrece en su cuenta de Facebook, “tienen muy buen fijador y el aroma es idéntico al original”.
Así, en los mismísimos pasillos de la Secretaría de Finanzas y Administración, gracias al buen tino de Alan Vergara, los burócratas de segunda y tercera categoría pueden encontrar copias piratas de Burberry, Hugo Boss, DKNY, Versace, Guess, Chanel y otras exóticas marcas, a sólo 300 pesos y con la facilidad de pago de dos quincenas.
Pero no sólo eso, Alan Vergara ha encontrado en el comercio de perfumes y fragancias piratas su mina de oro, por lo que no duda en ofrecer sus productos al mayoreo, para que sus compañeros inicien su propio negocio.
¡Qué generoso… qué compartido!
Por si fuera poco, Alan Vergara, abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho en el 2011, no sólo es aficionado a vender perfumes piratas sino que además tiene un gusto particular por fotografiarse armado con fusiles de alto calibre, de esos que son de uso exclusivo del ejército mexicano.
¿Su jefe directo, Neftalí Campos Vigueras, Subdirector de Bienes Muebles e Inmeubles, estará enterado del lucrativo negocio que tiene su subordinado?
¿Será que Roberto Moya Clemente, Manuel Arceo y otros personajes de primer nivel de la dependencia no hacen nada porque son clientes frecuentes de Vergara Padilla?
¿Por qué en el gobierno de Rafael Moreno Valle que presume que nada se hace por encima de la ley, se tolera el comercio pirata en sus propias oficinas?
¿Por qué, siendo burócrata de escritorio, Alan Vergara Padilla tiene el permiso para usar armas prohibidas, y presumirlo en Facebook?
¿Cumple alguna doble función para la Secretaría de Finanzas?
¿Cuáles son las tareas reales del departamento a su cargo: Política Inmobiliaria?
¿Acaso esto es menos grave que permitir que una mujer de a luz en el piso de un hospital o que un jefe despida a su empleado con gritos y manotazos en la mesa?
Nada más acuerdense de Lilia Varenka Torrealba Lecuona, Directora de Coordinación, Apoyo y Supervisión de la Subsecretaría de Gobierno del Distrito Federal, quien tuvo que renunciar después de que se dieron a conocer sus fotos en facebook, donde posó con un arma parecida a la que presume Vergara Padilla.
Ahí nomás… para la anécdota.
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