En dos semanas más, máximo, la reforma hacendaria será aprobada con varias de las modificaciones esperadas, sobre todo después del anuncio hecho ayer por el líder de los diputados priistas Manlio Fabio Beltrones de no aplicar IVA a colegiaturas, vivienda e hipotecas, pero se queda el aspecto social original de la iniciativa, es decir, el seguro de desempleo y pensiones.
Pero, falta saber cuáles propuestas se quedan tal cual las envió el ejecutivo o si serán modificadas y en qué magnitud.
De cualquier forma, una vez superada la reforma hacendaria entrará la energética y la discusión por el Paquete Económico 2014.
Las reformas pasarán y prevalece el deseo o la esperanza de que faciliten la inversión -nacional y extranjera- y que mejore la producción, pero definitivamente no serán la respuesta a todos los problemas y carencias que enfrenta el país.
Desde hace décadas México carece de una política industrial, se aplica el esquema “liberal”.
En su momento hasta los propios empresarios aplaudieron la apertura, la globalización, sin que hubiera un plan para generar la plataforma industrial, el resultado es que México carece de una industria amplia, fuerte, competitiva, mientras que otros países -sus principales socios- sí cuentan con una política industrial, ellos sí desarrollaron una eficiente política de fomento económico.
Es de sobra conocido que varios sectores industriales fueron desmantelados, otros reducidos y muy pocos son realmente competitivos dentro y fuera de mercado nacional.
Si el objetivo de la actual administración -realmente- es ya no sólo atender lo macro sino lo micro, de generar empleo, evitar que aumente la pobreza, que la generación y disfrute de riqueza no sólo sea de unos cuantos sectores productivos, de unas pocas empresas, entonces tendrá que definir y poner en marcha una política integral que apuntale al aparato productivo del país.
Si en 2013 la agenda del gobierno de Peña Nieto era única y exclusivamente conseguir que pasaran las reformas, a partir de 2014 su agenda tendrá que ser completamente diferente y enfocarse realmente a poner en marcha una política económica orientada a mejorar el nivel competitivo del país, a enfrentar de mejor forma los retos de la globalización
Las reformas sin una política industrial efectiva poco o nada beneficiarán a los millones de mexicanos; es decir los beneficios deben sentirse en el bolsillo de los mexicanos, no quedarse en lo macro.
Será contradictorio que, por una parte, las nuevas legislaciones están en marcha y supuestamente generen inversión, y por otra se mantengan y se amplíen políticas asistencialistas que ni mejoran, mucho menos resuelven los problemas socioeconómicos de millones de habitantes.
Convención textilera
Este mes los industriales de los sectores textil y del vestido tendrán sus respectivas convenciones.
La industria textil se reunirá del 10 al 13 de octubre en Los Cabos, Baja California, donde abordará aspectos de unión en el sector, legalidad y promoción de negocios.
Mientras que la industria del vestido irá a Mérida, Yucatán, del 24 al 27 de este mes, para su congreso donde analizará “el cambio de época”.
En ambos eventos los empresarios analizarán la situación que impera a nivel nacional e internacional, los retos que tienen y cómo pueden enfrentarlos, tales como uso de fibras naturales y artificiales, costos, diseños, competencia, piratería, innovación en los negocios, entre otros.
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