El Paquete Económico y la Reforma Hacendaria presentados este domingo por el gobierno federal ratifican el planteamiento de Peña Nieto para que haya desarrollo se requieren reformas.
Tal como lo apuntamos ya en este espacio, el gobierno peñista se basa en el argumento: con las reformas todo, sin las reformas nada.
Sin restar importancia a la eliminación de exenciones del ISR y del IVA, destaca la creación del seguro del desempleo y la pensión universal.
Estas dos medidas acaban con la política asistencialista, tan criticada y nociva pues en nada resolvía la condición socioeconómica de las personas.
Con estos dos instrumentos se orienta a la igualdad de oportunidades de millones de personas, se combatirá de fondo la pobreza de miles de familias.
Sin embargo ¿serán suficientes los recursos para cubrir ambos conceptos?
Sobre todo que, el peso de estos dos beneficios recaerá en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
A efecto de revisar la propuesta de reforma a la Ley del IMSS, al régimen de Afore (comisiones incluidas), y a la Ley de Salud, surge el planteamiento ¿con qué recursos se hará frente a tal cobertura de millones de personas?
Es cierto que hay “candados” para tener acceso al seguro de desempleo, así como cumplir con ciertos requisitos para tener derecho a la pensión universal.
De todos modos es el IMSS el que cargará con ambos conceptos, y para ello deben atenderse varios rubros que garanticen la prestación del servicio para los actuales y futuros derechohabientes.
Si con el actual régimen los patrones no cumplen con el pago de cuotas ¿qué garantizará que lo harán con el nuevo monto fijado para que se cubra el seguro de desempleo y las pensiones universales?
¿Cuánto será el presupuesto que se asigne al IMSS para que fortalezca la infraestructura hospitalaria y de clínicas familiares?
¿Cuántas plazas habrán de abrirse para cubrir a esa nueva población demandante de servicios, para acortar el tiempo de atención entre consultas o cirugías?
¿Cómo se garantizará el abasto de medicamentos?
Además se pretende el “seguro universal”, por consiguiente los informales o no pero que gozan del “seguro popular” demandarán servicio del IMSS o del ISSSTE.
Reitero, es positivo que finalmente se establezca el seguro del desempleo y se pretenda garantizar una pensión para todos los mexicanos, ello incidirá en disminuir la pobreza.
Pero, ¿cómo se fortalecerá el sector salud?
Mientras, habrá que darle una buena revisada a la Ley del IMSS y a la Ley de Salud, y cómo finalmente son aprobadas dichas leyes por el Congreso.
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