No demerito ni censuro la marcha pacífica que se ha organizado en contra de la negligencia médica de un galeno de La Bene, que lesionó severamente a una menor de edad.
Me reservo mi opinión pero respeto la marcha pacífica que se ha organizado contra el maltrato animal a raíz de la aparición del Matagatos de Texmelucan, a la cual se sumarán los eternos opositores a las corridas de toros.
Ya montados en esta euforia marchista, invito cordialmente a los habitantes del hermano municipio de Amozoc que se organicen en una manifestación (pacífica, of course) para protestar por la tomadota de pelo que les ha endilgado Mario Rincón, quien fue a encandilarlos con promesas de campaña que hoy no cumplirá, por los purititos webs de Rafael Moreno Valle.
Y es que el ex priista converso fue designado como el séptimo secretario de Desarrollo Social del primer trienio morenovallista, lo que confirma lo que muchos ingenuamente creyeron que no pasaría: que la sombra de Juanito se pasearía por el recinto legislativo de la 5 poniente.
Así, el magnificente Señor del Cerro y a su lacayo les han valido madres los 47 mil 731 electores del municipio ubicado al noreste de la capital poblana que como borregos al matadero acudieron a las urnas para regalarle su voto de confianza.
Obvio, el ganón es el mismísimo góber que con esta maniobra le cede una curul más al Partido Acción Nacional con la llegada del suplente Francisco Mota, lo que servirá para mantener a los panistas calladitos y doblegaditos otros dos añitos, en aras de seguir fortaleciendo el sueño farónico de llegar a Los Pinos.
Ahora, las apuestas corren en torno a quién será el próximo Juanito que brincará al gabinete estatal, pintándole caracolitos a los poblanos que acudieron en masa a votar por él y que volverán a ser timados.
Pablito tiró un partidito….
Y todos quieren tirarse a Pablito.
Desde todos los frentes, la artillería pesada apunta contra la humanidad de Pablo Fernández del Campo, quien comparte con Alejandro Armenta Mier el infame honor de encabezar la debacle tricolor.
Ya lo menos, le exigen que si tiene madre (vergüenza, le dicen, para matizar) renuncie como de ya a su curul plurinominal en la próxima legislatura local, la cual, por cierto, tendrá el más raquítico número de diputados priistas de toda su historia.
Pero dice Pablito que ni maiz, que en primera él no la solicitó ni se la adjudicó a la mala, sino que se la obsequiaron desde el CEN de su partido, y que a él de niño le enseñaron a que es una falta de respeto devolver los regalos que te dan, así que no, no se va a bajar.
Cuándo se le pregunta si tiene alguna idea de quién es el que pide su cabeza, de inmediato le cuelga el milagrito a tres medios de comunicación, sin voltear a ver que en su mismo partido todos andan buscándolo, con la espada desenvainada.
Eso, aquí y en china, es hacerse como el Tio Lolo.
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