Que habrá una “elección de Estado”, pues.
Pero independientemente de que eso es cierto –aunque muchos de los excesos del Gobernador y sus colaboradores fueron avalados legalmente por propios legisladores del PRI y hasta por anteriores dirigentes del tricolor- la pregunta que algunos nos hacemos es… ¿hasta dónde están dispuestos a llegar los priístascon los señalamientos y denuncias?
Hemos visto ya a Pablo Fernández del Campo y a Fernando Moreno Peña exhibir fotografías y hasta levantarse de la mesa de los acuerdos por la “equidad” –ante la molestia visible del Gobernador-. Hemos escuchado que documentarán y denunciarán ante la FEPADE todas las anomalías que observan. Diariamente declaran sobre las manos metidas del gobierno del Estado en todos los ámbitos del proceso electoral.
Pero si todo eso de lo que se quejan se queda ahí, creo que no pasa de ser una postura mediática muy similar a la que practicó –siempre lo ha hecho- Andrés Manuel López Obrador en elecciones presidenciales pasadas: Se quejó de todo pero siguió siempre compitiendo, avalando las reglas del juego. Para después alegar hasta el cansancio que hubo fraude y trampas y que por eso le ganaron a la mala.
¿Por qué, si el proceso fue tan inequitativo y asquerosamente amañado, López Obrador no se retiró de la contienda pues sabía que las condiciones eran absolutamente desfavorables para la sana competencia? ¿Por qué esperarse al resultado adverso para decir que le hicieron trampa?
¿Se imaginan que López Obrador se hubiera retirado de la elección presidencial unas semanas antes del día de la votación? Aparte de romper el anquilosado e injusto sistema electoral mexicano –lleno de leyes que nadie cumple, con excesos que no significan retirar candidaturas, por ejemplo- hubiera tenido la calidad moral durante años para mantener su protesta. Pero si siguió jugando hasta el final, entonces ya no hay forma de quejarse.
Lo mismo puede pasar hoy con el PRI poblano. Se siguen quejando de todo, pero siguen en la contienda. Y si al final el resultado les es adverso… ¿adoptarán la actitud lopezobradorista?
Hace años un querido e inolvidable amigo ya fallecido me decía: “las trampas en el póker se descubren en el momento y ahí se detiene el juego. Es idiota quejarte de trampas ya que perdiste”.
Algo parecido puede suceder en este ya accidentado proceso electoral poblano. Si las condiciones de equidad partieron viciadas de origen y el desarrollo del proceso es injusto o groseramente manejado desde el gobierno estatal, pues entonces los quejosos deben retirarse de la contienda. No es posible seguir jugando en una competencia donde las reglas están siendo violadas una y otra vez por uno de los participantes, con el aval del árbitro o juez supuestamente imparcial.
Pero si las quejas solo son mediáticas y se continúa participando en el juego, entonces no se vale quejarse después del resultado final.
Por supuesto lo que estoy planteando es prácticamente imposible de que suceda. Nadie, ningún partido ni candidato lo ha hecho jamás. Prefieren quejarse diariamente sabiendo que sus denuncias jamás prosperarán.
Y obviamente si antes fue imposible, en 2013 es absurdo. Los acuerdos del Pacto por México están por encima de cualquier resultado electoral adverso para el PRI, de acuerdo a instrucciones precisas desde la misma Presidencia de la República. Aunque en el caso de Puebla eso signifique que habrán fortalecido brutalmente a un seguro contrincante para la Presidencia en 2018.
Ahora bien y por último. Es un hecho que el actual proceso electoral poblano ya se ha enrarecido demasiado con ataques, guerra sucia, denuncias y contradenuncias penales por enriquecimiento inexplicable, más todo lo que venga en este último mes. Es un hecho que la elección ya está afectada y no creo que el perdedor acepte de buena gana el resultado. Habrá una judicialización inminente y entonces todo se irá a los Tribunales Federales.
¿Se repetirían elecciones como en Morelia en 2012?
¿O antes mejor habría una salomónica negociación para salvar el Pacto por México?
Puuff! Reitero lo aquí escrito hace unos días: Inocentes poblanos que creemos que el resultado final de la elección se resuelve en las urnas. No, así no hay encuesta que valga.
twitter: @rodolforiverap
