Y dependiendo de esas variables, la verdad es que no existe una clara o contundente ventaja para ninguna de ellas. Veamos algunos:
Obras y gobierno. Si los ciudadanos votaran solo en función de las gestiones gubernamentales, al día de hoy habría una ventaja clara del PAN y la coalición partidista que llevó al gobierno tanto a Rafael Moreno Valle como a Eduardo Rivera.
Ambos tienen una buena aprobación social (mucho más el Gobernador, claro) porque –es innegable- han realizado varias obras visibles en el Municipio y zona conurbada.
Quizás eran innecesarias, quizás no estén bien hechas, quizás hayan sido tardadas y causado molestias a los ciudadanos, quizás sean fuente de corrupción o desvío de recursos… pero ahí están y la gente las ve. Todo lo anterior solo es comentado por el “circulo rojo” y no por el grueso de la ciudadanía.
Repito, si los votantes solo tomaran su decisión por el refrendo a un gobierno que ha realizado obras, el PAN y su coalición ganaría.
Gobierno Federal. Si bien es cierto que las gestiones locales están bien calificadas por los poblanos, también lo es que con los recientes golpes mediáticos (encarcelamiento de Elba Esther Gordillo, cruzada contra el hambre, persecución de panistas corruptos), el gobierno de Enrique Peña Nieto también ha subido sus bonos ante la ciudadanía. Aquí habría una ligera ventaja para el PRI y sus candidatos.
Candidatos. Si los electores solo tomaran su decisión por el candidato lanzado por cada opción partidista, aquí habría varias probabilidades:
a) Si el PRI lanza a Enrique Agüera, hoy llevaría una buena ventaja (sí, al día de hoy sigue estando arriba varios puntos… pronto noticias) sobre cualquier candidato panista, incluido Antonio Gali quien efectivamente es el mejor del PAN. Agüera es el que despierta mayor confianza e intención de voto.
b) Si el PRI lanza a Enrique Dóger, la contienda sería un poco más pareja, pero el ex Alcalde también tiene mejor intención de voto que los panistas. Además de ser el más experimentado en cuestiones de campañas.
c) Si el PRI lanza a cualquiera de los otros, casi sería un hecho que ganaría el PAN con un Antonio Gali como abanderado.
Así que volviendo al tema, en cuestiones de candidatos, el PRI cuenta con las mejores opciones, pero también con otras no tan buenaa. Dependiendo del candidato sería la ventaja para PRI o PAN (y sus aliados respectivos, claro).
Partido. Si la gente solo votara por el partido, hoy habría un cerrado empate entre PRI y PAN y sus respectivas alianzas. NO es cierto que el PAN tenga aún una gran ventaja sobre el PRI, aún midiéndolos en alianzas. Además, veo en varios Estados del país (a través de mediciones demoscópicas, no de ocurrencias) una “ola ascendente” del PRI sobre el PAN, el cual aún no se recupera de la derrota de 2012.
En cuestiones de preferencia partidista, habría un empate, con una pequeña ventaja para el PRI en estos momentos y faltando cuatro meses para la elección.
Alianzas. Si la ciudadanía se fuera por el valor simbólico de las “alianzas” partidistas, también habría hoy un empate. Efectivamente, al PAN le conviene ir en una alianza de varios contra el PRI, porque sí aumenta su votación, aunque ya no tanto como en 2010. Pero al momento actual, no sabemos si la alianza del blanquiazul con el Partido Nueva Alianza le beneficie o le perjudique (obvio, ya lo estamos midiendo). O sea que el peso “psicológico” de una gran alianza “antiPRI” ya no es tan elevado como en la elección de 2010. Tablas también.
Escándalos políticos y guerra sucia. Si los electores solo estuvieran atentos a los golpes mediáticos producto de aprehensión de personajes, persecución a corruptos o bien a la guerra sucia promovida para denostar a candidatos metiéndose en su pasado o vida privada (mal llamada “polarización”, porque ésta es una estrategia válida para comparar propuestas, gestiones y discursos), en estos momentos es evidente la afectación al PAN y sus partidos aliados por el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo y descubrimiento de actos corruptos en el pasado gobierno federal de Felipe Calderón e incluso algunas delegaciones federales en Puebla.
Claro, en el PRI también hay (y siempre ha habido) corruptos que el PAN pueda querer denunciar. Pero el “momentum” es de desventaja para el panismo y sus aliados. Lo sabe todo el país. ¿Por qué? Pues porque del PRI no es extraño saber de corruptelas, pero del PAN, siendo el partido que durante décadas luchó y denunció esos hechos, es sumamente criticado y rechazado por la ciudadanía. Reitero : Todo está medido.
Campaña, discurso, líder carismático. Si la gente no ha tomado la decisión de votar por una opción al momento actual (un buen porcentaje, obviamente), el desarrollo de la campaña electoral le dará elementos para hacerlo. Un buen diseño de campaña, con un buen candidato, que maneje un buen discurso basado en un excelente mensaje que se le quede grabado e impacte en la ciudadanía, que sepa manejar a sus adversarios en el o los debates, hará que la balanza se incline a favor de esa opción y personaje.
Un mal candidato, con mala imagen, pésimo discurso, que no sepa responder a ataques o polémicas, que no tenga propuestas inteligentes y diferentes, que haga un mal papel en un debate o que simplemente no irradie liderazgo (o éste sea artificial por solo aparecer en muchos espectaculares, por ejemplo), seguramente será rechazado por la mayoría de electores.
Así que volviendo a la pregunta original. ¿Por qué carambas votará el poblano? ¿Por el partido? ¿Por las alianzas? ¿Por el candidato? ¿Contra los escándalos y corruptos? ¿Por una buena campaña? ¿Por las gestiones local o federal?
… ¿O por una buena mezcla de todo ello?
Sí. Yo también lo creo.
Por ello, cualquier medición que hagamos hoy, jamás será una predicción de lo que sucederá dentro de cuatro largos meses. Máxime si el ingrediente adicional que NO medimos los encuestadores también hará presencia el 7 de julio: la “operación electoral”, acarreo y compra de votantes, votantes “golondrinos”, uso de recursos públicos y un largo etcétera.
Y aun así, pronto, cómo van ante el inminente inicio de las precampañas (que aunque usted no lo crea… ¡no han iniciado!).
Dice Antonio Gali Fayad que la aparición de mantas contra su candidatura o alianzas del PAN “denigran a la política” en Puebla.
Es cierto.
Pero habría que preguntarle si la aparición y mantenimiento desde hace MESES de su figura y con el Gobernador en espectaculares y todo tipo de medios publicitarios ¿no también denigra la equidad y sana competencia, además de ser un excesivo y claro abuso para burlar leyes electorales haciendo uso de recursos que quién sabe de dónde provengan?
Digo, es pregunta.
Twitter: @rodolforiverap
