Esa estrategia, puesta en marcha desde finales de 2010, fue aprobada -obviamente- por el Consejo de la empresa, que preside María Guadalupe Ayala, y la dirección está a cargo de Félix Ayala, ambos hijos del recién fallecido Dn. Félix Ayala Avila.
De lo anterior tenía conocimiento el fundador de la firma, aunque ya tenía años de no estar al frente de la misma.
Los cambios no son de un día a otro, y algunos tampoco tienen resultados inmediatos, pero desde hace dos años estaba claro para directivos y trabajadores que el manejo de la empresa será diferente en el corto plazo, que no se puede operar de la misma forma que hace diez o treinta años.
Durante la entrevista que esta reportera sostuvo con el director adjunto Manuel García Ulloa, en noviembre pasado, comentó que la industria de alimentos es de las más competidas, por la amplia oferta de marcas y productos, pero sobre todo por los requerimientos que deben cumplirse en los distintos países, principalmente Estados Unidos y los europeos.
Y para ser competitiva la empresa, crecer en producción y llegar a más mercados significa mejorar los procesos de producción, instalaciones, equipo, turnos, costos de operación, presentación de los productos y aplicar mercadotecnia.
Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos la norma fijada por la FDA (Food and Drug Administration) requiere un estricto control en la forma de procesar los alimentos (chiles, verduras y condimentos), el problema no es tanto la presentación sino cómo se elaboran, y ello les ha generado varias observaciones por parte de las autoridades estadounidenses si es que desean mantenerse en el “mercado de las nostalgia” e incursionar en el mercado sajón.
Caso similar ocurre con las naciones europeas, y las asiáticas, aunque en éstas es más de presentación del producto, para hacerlo atractivo al consumidor.
Así, que la reorganización de La Morena va desde la mejora de instalaciones y en equipo (que concretó el año pasado) con una inversión de 20 millones de pesos, y una campaña de mercadotecnia en varias partes de la república, con degustaciones en parques públicos o centros comerciales, de concursos o promociones especiales, que se efectuó durante 2011, principalmente.
Otra de las medidas tiene que ver con los tiempos de trabajo, casi desde su fundación la fábrica operaba los 365 días del año, pero a partir de 2011 se aplicó el receso de fin de año, para dar mantenimiento al equipo (igual que se hace en otras industrias automotrices, alimentos o cualquier otro ramo).
Asimismo, se harán más accesibles los productos, es decir ofrecerán varias presentaciones, ya no sólo latas de un kilo, sino más pequeñas, y con un empaque más atractivo y de fácil manejo para el consumidor.
La forma de producir debe ser eficiente, evitar el desperdicio de materia prima, de producto terminado, y que sea estricto el control de calidad, lo cual obliga a una capacitación y supervisión del personal, porque no basta con saberlo hacer, sino que hay que hacerlo bien.
La planta de Huamantla, Tlaxcala, está prácticamente automatizada; ahí laboran 450 personas (90% mujeres), dedicadas a producir los chiles jalapeños, enteros o en rajas.
En la planta de Lara Grajales se emplea a 900 personas (90% mujeres) donde se producen, las salsas, chipotles, y conservas.
Además, buena parte del personal está próximo a jubilarse, pues tienen más de 50 años de edad, es decir casi son los fundadores de la empresa que empezó a operar en 1969. Si bien hay personal joven, es necesario preparar gente para operar con calidad en todas las fases de producción y eso significará tiempo e dinero.
Con cuatro décadas de operar, La Morena se planteó el objetivo de crecer, de reposicionar la marca, de recuperar mercados, de aprovechar la demanda que hay en países tan diversos como Dubai, Corea o Nueva Zelanda, y eso ocurrió hace dos años, no a raíz del reciente fallecimiento de Dn Félix Avila como suponen algunos.