Pero, caramba, si ya existen banderolas que prohiben las vueltas a la izquierda y sendos pendones advirtiendo sobre la misma contravención y patrullas de vialidad haciendo rondines ¿Por qué carambas no las respetan?
Desde choques hasta personas a punto de ser atropelladas son los saldos de la necedad de los automovilìstas que evaden la ordenanza vial y que se pasan por el arco del triunfo los señalamientos, todo por la comodina postura de que mientras no haya multas y no inicie operaciones el mentado RUTA, lo seguirán haciendo.
Los cruces del boulevard Atlixco frente a la Casa del niño Poblano y frente a Estrellas del Sur y San Josè Vistahermosa, más los ubicados a lo largo de la Diagonal Defensores, son testigos de la intolerancia, desobediencia, necedad y negligencia de choferes particulares que a toda costa intentan dar vuelta a la izquierda, aunque en el camino se lleven a un contrario.
¿Dónde quedó la prudencia, el respeto a las normas y a los demás, la congruencia entre lo que se pide y lo que se hace?
No se puede exigir a una autoridad respeto a sus ciudadanos si en sentido contrario no se brinda lo mismo.
El miércoles por la tarde un anciano fue alcanzado por el auto de una señora que se dio la vuelta prohibida y encima de todo, le mentò la madre con el claxon.
Pretextos como el que “aunque ya hay banderolas que la prohiben, aún prenden los semáforos” no caben dentro de una sociedad que presume mucho de ser buena y respestuosa y que de voz en cuello exige que la autoridad tome en cuenta sus derechos.
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Hablando de respeto….
Mucho se ha hablado de las obras del teleférico.
Que si le dieron en la madre a un edificio arquitectónico de mil años.
Que si sobre Puebla se cierne la enésima amenaza de perder la denominaciòn de Patrimonio Cultural.
A todos aquellos que se desgarran las vestiduras, bien valdría que se dieran una vuelta por los restos arqueológicos en La Resurrección para vociferar en contra del grafitti que los aqueja.
O que se vayan a mentar madres a los que grafitearon los restos de la ex fàbrica textil de Mayorazgo, o a los que pegan publicidad en los muros de los templos del centro, o a los que dejaron morir cientos de inmuebles del primer cuadro de la ciudad, que solo conservan la fachada pero que adentro son muladares y vivienda de mendigos, o a la arquidiòcesis que poco o nada hace por salvaguardar sus tesoros y permite desgracias como la del templo del Señor de las Maravillas.
O son defensores del patrimonio histórico, cultural, arqueològico y religioso de Puebla o sólo son una runfla de payasos.
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