03-05-2024 10:21:53 AM

Desconoce Cabalán manejos turbios en verificentros

El titular de la Secretaría de Administración, José Cabalán Macari, descartó tener intereses personales en el cambio de reglas para las concesiones de los Centros de Verificación que lo favorecen a él y su primo Jorge Kahwagi Macari, como lo documentó el periodista Alejandro Mondragón en su columna Al Portador.

Es más, negó tener conocimiento del tema y concluyó una breve conversación.

Por su parte el titular de la Secretaría de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial (SSAOT), Juan Carlos Morales Paez, evitó una entrevista con este medio de comunicación.

El argumento de su encargado de prensa, Aldo de la Barreda, fue que a partir de la llegada de Morales Paez, en sustitución de Amy Camacho, “ya no hay entrevistas banqueteras”, a pesar de que Status se encontraba en las oficinas del funcionario.

Señaló que si Morales Paez deseaba hablar del tema lo comunicaría más tarde, y que en ese momento no podía atender la petición de entrevista porque esperaba a una televisora local.

Previamente a esta reportera se le quiso impedir el acceso al segundo piso de la Secretaría de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial, además de ser escoltada por un policía que cerró la puerta de la oficina del titular de la dependencia.

El argumento de la asistente particular de Morales Paez para justificar el maltrato fue que “hay locos que pueden arriesgar la vida del funcionario y por eso no se deja subir a cualquiera”.

Por la mañana en las oficinas se realizó un encuentro con una minera canadiense que pretende obtener permisos para la explotación de antimonio. Al concluir la misma, este medio intentó cuestionar a Morales Paez sobre las nuevas reglas de concesión de los 85 verificentros estatales, de los cuales 19 están a nombre del jefe de Adjudicaciones de la Secretaría de Administración, Osvaldo Pérez.

Al subir las escaleras los policías negaron el paso porque pensaban que esta reportera  pretendía irrumpir la reunión del funcionario con los empresarios canadienses, según el argumento que ofreció Aldo de la Barreda.

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