Lo que no se dan cuenta es que con su festejo, finalmente han reconocido la abyección de los legisladores de todos los partidos en Puebla (con la honrosa excepción de dos o tres panistas “rebeldes”), pues se acepta tácitamente que la maniobra para modificar la ley electoral se fraguó desde el Ejecutivo local… y que la nueva voltereta para medio dejar todo como antes estaba ¡también!
Es decir, queda demostrado más que fehacientemente que el Congreso en Puebla sirve para cumplir los caprichos del Gobernador en sus pleitos con su partido. O sea los Diputados modifican una ley por el pleito panista y ahora la regresan porque ya se reconciliaron. Ni los marinistas llegaron a tanto (y miren que eran lamebotas la mayoría).
La pregunta es, entonces ¿Para qué votamos los poblanos por Diputados? Si todos ellos (con tres honrosas excepciones) son una bola de abyectos y miedosos ante el gobernador en turno. Mejor que la próxima elección sea “en combo”: Si votas por un gobernador, automáticamente estarás votando por un Diputado que sea su empleado y punto. ¿Para qué más costosos trámites?
En serio, no sé qué festejan los cinicazos panistas si quedó claro quién manda en Puebla. Por más que le hayan dado su hueso a Juan Carlos Mondragón y ahora vaya bien enojado a disfrutar dieta legislativa casi cinco años. Por más que haya la promesa de que le aprobarán su cuenta pública a Eduardo Rivera y sus miles de baches y asaltos. Por más que el Gobernador les haya prometido que cooperará para campañas y para mantener zánganos en el CEN blanquiazul ahora que se les acaba la ubre federal.
Lo único que ha quedado demostrado es que el PAN, sus Diputados, sus mandatarios estatal y local y dirigentes nacionales y locales, son perfectamente iguales que los priístas que tanto abominaron por décadas y de los que vomitaban su servilismo porque sus legisladores eran levantadedos y empleados del gobierno en turno.
No, no son iguales: Son peores, porque para qué tanto criticaron si iban a cometer los mismos excesos y triquiñuelas. Es como el padrecito pecador, que es mucho más despreciable que el “pecador standard” (parafraseando al inolvidable Carlos Castillo Peraza), porque el primero predica lo que no es. Vaya, preferible un cínico que un hipócrita. Al menos desde mi óptica perversa.
Pero lo peor. Ni los panistas poblanos “verdaderos”, ni el Gobernador están seguros unos y otros de que la contraparte cumplirá con sus compromisos y “acuerdos”.
Quiero ver que efectivamente el Congreso y ORFIS aprueben sin chistar las cuentas públicas del “Mil Baches”. Quiero ver que en la contienda interna por la candidatura a
Porque ayer mismo escuchaba y leía en las redes sociales a Juan Carlos Mondragón criticar directamente a los Diputados, diciendo que se equivocaron y que le “van a quedar a deber a la sociedad” y que de ninguna manera “ya son amigos” (refiriéndose a él y al Gobernador).
No. En la primera oportunidad habrá traición de alguno de ellos. No confían ni confiarán en el otro. Solo es cuestión de tiempo.
Finalmente, mucho pregonan que también según los “acuerdos”, la candidatura panista (¿o aliancista?) a
Eso sí, si los Diputados panistas son abyectos, los del PRI y demás partidos “de oposición” ni siquiera llegan a eso. Son caricaturas.
Qué brutos.
Twitter: @rodolforiverap
