Sería interesante intentar analizar el por qué del voto de los mexicanos en esta muy próxima elección presidencial. Claro, por lo que hemos venido viendo en el BEAP en los últimos dos años en más de diez Estados de
La pregunta obligada es: ¿Por qué la mayoría de los ciudadanos siempre prefirieron a Enrique Peña Nieto y al momento actual es quien lidera cómodamente todas las mediciones demoscópicas serias nacionales y, salvo que algo extraordinario ocurriera, ganará la elección del próximo domingo?
En primer lugar –acudiendo a las diferentes teorías de decisión de voto-, la gente comparó. Las gestiones panistas no supieron convencer a la mayoría de los mexicanos de que estaban haciendo las cosas bien. Y aunque es cierto que las variables macroeconómicas estuvieron bien manejadas, el ciudadano de a pie nunca lo vio reflejado en su bolsillo. Pero además la brutal ola de inseguridad que envuelve al país hizo pensar a la mayoría que quizás otro gobierno sí pueda resolver esa preocupación personal y familiar.
Entonces, en primera instancia, los mexicanos aplicaron una decisión racional sobre su futuro: No quieren más problemas ni preocupaciones y creen que un cambio en
Ahora bien, no quiere decir que los mexicanos sean totalmente priistas. Simplemente que creen que el candidato de ese partido trae mejor preparación que los otros. Y es que Peña Nieto jamás cambió la imagen del candidato que proponía y proponía. La imagen de Presidente, pues. Y la gente lo creyó.
Sus críticos opinan que esa imagen es falsa. Que miente. Que es una creación de las televisoras. Que no tiene preparación y es inculto. Pues sí; quizás todo lo anterior sea cierto… pero la mayoría de la gente no lo vio así. Y no podemos decir que todos ellos sean unos brutos. Mejor analizar por qué esa buena campaña logró sus objetivos.
Así que sin buscar mucho en la teoría, la realidad de este proceso electoral es que la mayoría de la población sí quería un cambio. Nos lo dijeron en las encuestas desde hace más de dos años (con respecto a la elección presidencial): Más del 60 % de los mexicanos desearía un partido distinto en
Los únicos que no lo entendieron fueron los panistas.
Pero en este punto, cualquiera diría que entonces por qué no prefieren a Andrés Manuel López Obrador, si él impulsó siempre “el cambio verdadero”. Y creo que por una simple razón: Le pesó mucho su historia reciente. En todas las encuestas que hemos hecho después de 2006, la imagen de Andrés Manuel López Obrador fue cayendo para mucha gente, que lo consideró entonces conflictivo, mal perdedor, obsesivo, compulsivo.
Sí, ya se que el mismo personaje tiene a sus partidarios fieles que jamás le han visto esos defectos. También que intentó cambiar esa imagen y ser el único que remontó en las preferencias en los últimos dos meses en no pocos sitios del país. Pero en el análisis nacional no le alcanza para igualar en preferencias a Enrique Peña Nieto.
También sabemos que sus partidarios dirán a lo anterior que se le enderezó una guerra sucia que les recordó a los mexicanos dichos defectos. Pero… ¿Qué no para eso es una campaña? ¿Para recordar a los votantes los pecados del adversario en una estrategia de “contraste”? ¿Qué no el perredismo hizo exactamente lo mismo con sus primeros spots hablando de la larga historia de corrupción del PRI?
En fin. El problema para López Obrador es que hay más mexicanos hoy que lo rechazan de los que lo quieren. Y estos últimos pueden ser millones… pero son menos que los que prefieren a Peña Nieto.
Y si los perredistas insisten en que lo anterior se debe a que las televisoras difundieron una mala imagen de AMLO y una excelente de Peña Nieto… pues también eso era parte de una estrategia bien diseñada ¿no? ¿Por qué los estrategas de AMLO nunca han logrado que tenga esa buena imagen y esa buena prensa ante los medios masivos del país? Y si insisten a su vez en que López Obrador jamás aceptaría a esa “mafia”… pues ahí están las consecuencias.
Y yo insisto también: Lo anterior puede parecer perverso, pero en una campaña electoral se tiene que valorar esa parte fundamental que son los medios masivos y que son los que llegan a los millones de mexicanos “poco acostumbrados a razonar”. Pero que sí votan. Necear en lo contrario es perder el tiempo y… perder una elección.
Ahora bien, remarco otra vez: Tampoco es justo pensar que todos los mexicanos que dicen que van a votar por Peña Nieto son algo así como retrasados mentales. Reitero, están haciendo una simple elección racional. Errónea, pésima, manipulada para los perredistas, pero al fin suya. Y hay que endosarle tal acierto a los estrategas de Peña Nieto.
Finalmente, la mayoría de mexicanos, como ya dije, no quisieron seguir con gobierno panista en
Josefina Vázquez Mota jamás pudo transmitir entusiasmo a los votantes. Siempre dije (decenas de veces en este mismo espacio desde 2011) que no era buena oradora (y ahora todo mundo lo sabe) y que tenía muy mala presencia mediática. No digo que sea una mala mujer… simplemente que es una mala candidata.
Y de lo anterior tampoco es culpable Peña Nieto o López Obrador, sino ella misma y sus asesores, que los tuvo por decenas a lo largo de la campaña (lo cual también constituyó otro error garrafal, al tener varios generales y las órdenes ser confusas y a veces contradictorias). ¿Resultado? Josefina Vázquez Mota puede quedar en un terrible tercer lugar, de confirmarse las tendencias de todas –todas- las encuestas serias nacionales.
Así pues, resumiendo: Todo indica que Enrique Peña Nieto ganará la elección presidencial (quizás cerrándose su ventaja sobre López Obrador a menos de diez puntos porcentuales, por un último jalón que puedan tener algunos indecisos). ¿Por qué?
- Porque –al parecer- la mayoría de mexicanos ya no quiere otro gobierno del PAN y así manifiesta su castigo.
- Porque –al parecer- Peña Nieto convenció a la mayoría de ser el único que proponía y siempre manejó imagen de gobernante (repito, los admiradores de AMLO negarán hasta morir lo anterior, pero los números dicen otra cosa). Imagen al fin, pero convincente.
- Porque –al parecer- López Obrador no se pudo quitar de encima una imagen ganada en los últimos seis años. Aunque hoy tenga millones de partidarios, que son menos que los que tiene Peña Nieto.
- Porque –al parecer- en el PAN tuvieron una mala candidata que no entusiasmó.
- Porque un equipo tuvo mejores estrategias y los otros no. O bien, unas funcionaron y las de los otros no.
- Porque a la mayoría de mexicanos se les pega la gana votar como votarán. Al diablo con las teorías.
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Sí, sí hicimos una bola de encuestas en el BEAP de preferencias pre-electorales. Pero fueron valoraciones Distritales. Y siempre consideré que dar tendencias Municipales sobre la elección presidencial o para Senadores es confundir al público, pues por muy interesantes que sean… no son la tendencia nacional o estatal. Ni modo.
Pero ya viene, ya está aquí la próxima elección estatal en Puebla y otros Estados (2013). Y ahí andaremos, como siempre (puff!).