Veamos los escenarios posibles y su probable ocurrencia.
El primer escenario, el más probable al día de hoy, es que el candidato del PRI gane la elección presidencial y también el PRI gane la mayoría de Diputaciones y quizás hasta de Senadores. De acuerdo a las actuales tendencias y aún cerrándose la ventaja de Peña Nieto sobre su más cercano adversario –que en estos momentos es Andrés Manuel López Obrador- a menos de diez puntos, el priísta ganaría la elección.
Sin embargo, en ese escenario, se antoja difícil que el tabasqueño lo acepte de buena gana. Y más si su derrota es por 5 puntos o menos (creo que sería difícil que se cerrara a los niveles del 2006… aunque no es imposible). Porque ya ha preparado el terreno para ese escenario.
En la postura maximalista de López Obrador, le habrán robado nuevamente la Presidencia (así perdiera por diez puntos o más) porque… Enrique Peña Nieto siempre estuvo arriba en las encuestas manipuladas por Televisa y una gran mafia que incluye a todos los que no voten por él.
Vaya, el único escenario democrático en la visión de la izquierda es que gane Andrés Manuel López Obrador. Cualquier otro escenario no es válido y es falso. Así vendrán manifestaciones en el Zócalo de la Ciudad de México y en otras ciudades. Los jóvenes del #yosoy132 se quitarán la máscara y gritarán fraude e imposición… aunque cuatro, cinco o seis puntos porcentuales de diferencia signifiquen varios millones de votos.
Y todo este escenario se complicará aún más después del segundo Debate del 10 de junio. Seguramente López Obrador, al más puro estilo “Islista”, atacará a Peña Nieto desde antes de bajarse de su Tsuru y las redes sociales gritarán que ganó indiscutiblemente el evento.
Hagan entender a los partidarios del tabasqueño que efectivamente perdió la elección. Vienen días y semanas difíciles después del 1 de julio.
El siguiente escenario –menos probable, pero al fin escenario- es que el segundo lugar sea para Josefina Vázquez Mota y el ganador Enrique Peña Nieto, mandando a un tercer sitio a López Obrador. Seguramente habrá malestar de los panistas… pero aceptarán a regañadientes el resultado. Desde luego, Felipe Calderón reconocería el triunfo de Peña Nieto a cambio de un salvoconducto para los próximos años… fruto de una negociación que ya se “huele” desde hace semanas.
Ahora hagan entender a los lopezobradoristas de ese resultado: La maldita mafia del PRIAN habrá sido la causante de la derrota y jamás lo aceptarán. El 2006 se quedará corto en reacciones. Y, en serio, López Obrador –ya viejo- puede escoger de buena gana el camino del martirio, para que su nombre sea recordado para la posteridad, en una típica reacción mesiánica-maximalista.
Un tercer escenario es que luego del segundo debate presidencial, Andrés Manuel López Obrador crezca como la espuma en las preferencias y convenza a más de 15 % de indecisos (o panistas) que él debe ser el ganador. Y en un cierre espectacular (repito, hoy se encuentra, al menos, a poco más de 15 puntos porcentuales debajo de Peña Nieto en cualquier medición seria nacional), gane la elección por dos o tres puntos porcentuales. Más puntos sería paliza.
En ese escenario, podría haber una declinación de Josefina Vázquez Mota llamando a los panistas a no desperdiciar el voto y mejor sufragar por la izquierda. Muy lejano de realizarse, pero al fin probable.
Todo muy bien. Solo que entonces habría que hacer entender a los priístas que durante cuatro años vieron a su candidato ganador, que ha perdido por una perversa alianza entre PRD y PAN. Manifestaciones priístas, ingobernabilidad segura y… tentaciones autoritarias a la vista, en un personaje que no se caracteriza por ser muy moderado (AMLO, pues), para “controlar a los mafiosos que no aceptan el único resultado democrático de los últimos 100 años” (así se expresaba Hugo Chávez en Venezuela desde 1999)
Y el último escenario, hoy con menos probabilidad de ocurrencia, pero no imposible: Que con acontecimientos verdaderamente milagrosos, Josefina Vázquez Mota remontara más de 25 puntos porcentuales y ganara a Peña Nieto por dos o tres puntos. Y a AMLO por cinco o seis. Difícil, muy difícil… pero no imposible.
Las reacciones serían iguales que en los escenarios 1 y 2: Los pejistas protestando contra el nuevo y asqueroso robo del maldito PAN. Pero también los priístas gritando que el Gobierno Federal fomentó el fraude y el uso de recursos públicos y programas federales a favor de su candidata. Manifestaciones perredistas y priístas. Ingobernabilidad segura.
Así que resumiendo y lo único seguro es:
- López Obrador NO reconocerá otro escenario que no sea el de su triunfo. Manifestaciones, protestas y quizás hasta violencia en algunos sitios.
- Cualquier escenario dejará graves resentimientos, encono y deseos de venganza. Gane quien gane.
- Quadri NO ganará la elección.
Por lo demás, debemos estar orgullosos de la incertidumbre democrática que hoy estamos experimentando.
Claro, con que solo sea eso…
LA NOTA AL PIE…
La única duda que me queda es qué reacción y qué papel tendrán el Ejército y los Generales ante un escenario de desestabilización generalizada y crisis institucional.
¡Gulp!
Twitter: @rodolforiverap
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