Quizás la tendencia perdure un poco de tiempo, pero jamás es válido indefinidamente. Y menos cuando la competencia partidista es fuerte o bien cuando ya se acerca el día de los comicios.
Por esa razón, también hemos repetido hasta la saciedad –los encuestadores serios- que nuestro trabajo no es una especie de arte de adivinación para saber “quién ganará” una elección. Las encuestas no son predicciones, lo hemos escrito una y otra vez. Son instrumentos para que los partidos o candidatos valoren lo que están haciendo o bien, para que la propia opinión pública cuente con más información (a la que tiene derecho, por cierto).
Si los políticos o medios pretenden dar otro uso a los resultados de encuestas, como propaganda electoral o como “golpeteo” a los opositores, eso ya es otra cosa. Los encuestadores hacemos nuestro trabajo y punto. Ya cada quién sabe qué provecho obtiene de él.
En fin. Hago por enésima vez estos comentarios porque finalmente ya hay candidatos de las tres principales fuerzas políticas en México. Y las tres opciones tienen posibilidades reales de ganar… o perder.
No hay hoy tendencias “irreversibles”. Dijimos una y otra vez que cuando ya hubiera candidato (a) en el PAN, la contienda se cerraría y muchos indecisos empezarán a tomar partido o candidato propio.
Efectivamente, Enrique Peña Nieto se ha mantenido en el liderato de las encuestas –nacionales- por más de dos años. Pero eso era sin contendientes ni campaña real. Es el candidato con mejor intención de voto… pero comenzará a ser asediado en preferencias por los otros dos. La verdad no se sabe si es bueno ser el puntero desde mucho tiempo antes, pues la tendencia a bajar en preferencias es una realidad que no se puede detener.
Sin embargo, también es cierto que sigue arriba en las encuestas y que será muy difícil que pierda más de veinte puntos porcentuales -5 al mes- que tiene de ventaja sobre Vázquez Mota o López Obrador. Difícil, pero no imposible, claro.
Andrés Manuel López Obrador viene haciendo campaña desde hace al menos diez años. En 2006 estuvo a menos de 1 punto porcentual de ganar la elección. Tuvo y tiene partidarios, es innegable. Y hoy mucha gente piensa que si el PAN desilusionó como gobierno y el PRI sigue siendo el mismo corrupto de siempre… es hora de darle oportunidad a una tercera opción, encarnada en el tabasqueño y la izquierda. Me lo dicen taxistas, amas de casa, empleados, citadinos y campesinos.
Sí, López Obrador puede ir despertando a los indecisos que no quieren ni al PRI ni mucho menos al PAN. Puede crecer y ganar debates, por ejemplo. Y acercarse o hasta alcanzar a Peña Nieto.
Y Josefina Vázquez Mota ha venido de atrás en la contienda. Finalmente ya es candidata del PAN y en ese partido se unen en torno a quien es su abanderado (a). Ya lo estamos viendo. Las encuestas empezarán a dar resultados de una cerrada disputa.
Hoy Vázquez Mota sigue debajo de Peña Nieto a nivel nacional… pero en Estados como Puebla ya se le acerca de manera inevitable. Más en la zona conurbada poblana, que hoy por hoy, es definitivamente de tendencia blanquiazul.
Es un hecho, pues, que las preferencias se irán cerrando y cualquiera de los tres puede ganar. Falta el candidato (a) de Nueva Alianza, pero no creo que eso afecte demasiado las tendencias actuales.
¿Quién ganará? ¿Peña Nieto con su arrastre mediático nacional innegable? ¿López Obrador como una tercera opción ante dos ya desgastadas? ¿O Vázquez Mota, con la bandera de ser mujer y continuar con los gobiernos del PAN?
Créanme, al momento actual no lo sabemos. Para nada.
Y eso queríamos ¿no? Incertidumbre democrática.
Pues ya la tenemos. Hay que cuidarla.
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