En el PT, se ha dado a conocer el nombre de Jesús Macip Ríos como candidato a una diputación federal así como el de Alejandro Tapia, líder de uno de los tantos grupos de defraudados por SITMA, que exigen que el gobierno sea quien les pague los platos rotos.
Tal parece que en el Partido del Trabajo nadie se preocupa por conocer los antecedentes de sus prospectos, porque de otra manera, ya sabrían que Jesús Macip Ríos, quien estuvo preso acusado por desvío de recursos cuando fungió como presidente municipal de Teziutlán.
Y si no se entiende el nombre anterior, mucho menos el de Alejandro Tapia, señalado por haber reventado el movimiento de defraudados de SITMA y haber provocado su división en varios grupúsculos, siendo el suyo el más crítico y agresivo en contra del gobierno, a quien exige el pago de su dinero robado.
Para el Senado, quien anda haciendo su luchita para alcanzar la nominación por el partido rojo es nada más y nada menos que Pepe Momoxpan, ex diputado local que se hizo famoso por haber sido golpeado por los “gorgonitas” , policías municipales a las órdenes del ex edil de Tlacotepec y porque siempre fue ninguneado por sus propios compañeros diputados.
Los que de plano se volaron la barda fueron los perredistas, quienes se empeñan en alborotar las aguas, enviando por delante a personajes de escasa credibilidad.
Primero que nada, mencionan como posible candidato a Pericles Olivares, uno de los más grises integrantes de la antigua “burbuja marinista”; ex diputado local, ex secretario general y de participación social del ayuntamiento marinista y ex secretario del Trabajo , también con Mario Marín.
Otro que también engalana la lista perredista es Blas Villegas Lara, ex titular del Organismo de Limpia en el Ayuntamiento de Mario Marín. Persona cercana a Javier García Ramírez, Blas Villegas estuvo a cargo del CEASPUE, de donde salió acusado de malos manejos, los cuales aún no ha podido solventar ante la Contraloría.
Posteriormente, fue responsable de la política ambiental en el trienio de Blanca Alcalá Ruiz, en donde también salió por presuntos malos manejos, los cuales tampoco ha podido solventar.
Uno más es la “amenaza elegante”, el ex panista Jesús Encinas Meneses, quien no hace mucho renunció a su partido acusando que había traicionado sus ideales. Un hombre de muy bajo perfil cuando fue diputado local y regidor.
Y si de absurdos se trata, el ex dirigente Miguel Ángel de la Rosa, cuya gestión al frente del partido siempre será recordada como la del entreguismo a Rafael Moreno Valle.
Sus detractores lo señalan como un patético dirigente que sólo sirvió de comparsa para darle cuerpo a la coalición ganadora de los pasados comicios estatales, pero que fue incapaz de hacer respetar los acuerdos, más aún, las posiciones para sus representados.
Cacareó primero que entraría a la Contraloría y después que se haría cargo del programa de atención a adultos mayores, pero al final se quedó como el perro del hortelano, sin ambas carteras y con una salida del partido por la puerta de atrás.
No cabe duda que la toma de decisiones sobre las candidaturas de la izquierda se realizará desde el escritorio de Andrés Manuel López Obrador y MORENA, y no descarte que el que saldrá mejor beneficiado será el otrora partido Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano, el único partido que se la ha rajado con el nuevo candidato del amor.
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