Veamos por qué.
El Partido Verde ha venido en alianza con el PRI en todos los últimos procesos electorales –desde que rompió con Vicente Fox, luego de que éste ganó en el año 2000 y no les otorgó ningún cargo de importancia- y realmente es una unión más simbólica que redituable en votos.
Aunque el Partido Verde atrae a algunos jóvenes, la verdad es que su porcentaje de votos no pasa nunca de un 3 ó 4 % a nivel nacional. Que quizás son muy buenos en una votación cerradísima como la del año 2006. Sin embargo, el PRI le tendrá que obsequiar algunas importantes candidaturas, ante el descontento de aquellos que se sienten desplazados en esos Estados (Chiapas, por ejemplo).
Pero si la alianza con el Verde es cara, la coalición del PRI con el Partido Nueva Alianza es mucho más costosa aún para el tricolor.
En primer lugar porque el peso en votos de Nueva Alianza es prácticamente nulo. Mucho se dice de que todos los maestros votan por ese partido, pero la verdad es que eso no se puede asegurar, pues el gremio magisterial cada día está más dividido y los maestros del SNTE no se caracterizan por ser manipulables. En cualquier encuesta, Nueva Alianza provoca a veces ¡a menos de 1% de votantes!
Otro de los motivos por los que el PRI y Peña Nieto lucharon porque el partido de la profesora Gordillo fuera en alianza con ellos fue por la supuesta “operación electoral” que el gremio magisterial puede llevar a cabo a favor de quien trabaje, de acuerdo el caso.
Se dice que el SNTE garantiza que haya representantes de partido (alianza en este caso) en el 100 % de las casillas del país y con ello la seguridad de que en todas no habrá más trampas que las que ellos puedan implementar (en las actas, en el conteo de votos, en el registro de los votantes a favor, etc.). Esa pueda ser su mayor “utilidad”.
Porque el otro tipo de “operación”, o sea la implementación del “voto golondrino” (que meses antes se hayan cambiado de domicilio miles de votantes a un Estado donde habría elecciones y sufragar por la opción que en ese momento convenga a Nueva Alianza), en el caso de una elección federal pierde valor: No tiene caso el traslado de votantes, pues el conteo es nacional. Claro, a menos que la maestra Elba Esther haya ordenado operar a favor de algún candidato que a ella sí le interese que gane a toda costa (que desde luego sí existe el caso).
Pero nada más. No hay otro valor importante que Nueva Alianza traiga en su alianza para el PRI. Al contrario, enumeremos algunos de los temas negativos que en lugar de sumar, le restan al PRI en la próxima votación de 2012.
En primer lugar el severo desprestigio con el que cuenta la maestra Elba Esther Gordillo. No existe encuesta alguna en la que la maestra tenga opiniones favorables, pues la inmensa mayoría de ciudadanos en este país tiene una mala impresión de ella. O sea que por el lado de la maestra, el PRI tendrá que acarrear con su desprestigio.
Por otro lado, por sí solo, Nueva Alianza no provoca casi a nadie a votar por él, como ya lo dijimos.
Y finalmente vayamos al caso de Puebla.
El PRI ha tenido que otorgar a Nueva Alianza la candidatura al Senado en su segunda fórmula (dicen que la petición original es que fuera la primera). Y todo indica que el candidato de Nueva Alianza podría ser el actual diputado local Guillermo Aréchiga Santamaría. Y aquí es donde se complica todo al tricolor.
En cualquier encuesta, la que sea… Guillermo Aréchiga tiene el peor posicionamiento de entre cualquiera de los precandidatos de cualquier partido. No solo no es conocido, sino que no inspira confianza ni intención de voto en casi nadie. Hablando con franqueza, sería un error garrafal lanzarlo como candidato al Senado, pues disminuiría votos para su compañero de fórmula.
Naturalmente, el que está metido en un pequeño problema es el propio Gobernador Rafael Moreno Valle.
Su escenario más que perfecto hubiera sido que Aréchiga encabezara la fórmula al por PRI-Panal y entonces se hubiera colado de cualquier manera al Senado. Y así si ganaran los dos abanderados del PAN, el Gobernador hubiera tenido tres Senadores de su propiedad. Todos felices, incluida la Maestra.
Pero las cosas han cambiado radicalmente. Si es que lanzan a Aréchiga en la segunda posición (cosa que yo aún dudo por su escaso posicionamiento), su fórmula priísta-panalista tendría que ganar la elección para que pueda ser Senador. Y el que se colara por el PAN seguramente será un incondicional de Moreno Valle (Javier Lozano o Pablo Rodríguez Regordosa, no hay más), para que así sí pudiera tener dos o los tres Senadores como sus aliados.
Pero reitero: Todo indica que Aréchiga en segunda posición de la fórmula baja en votos a cualquier priísta.
¿Lo aguantarán aunque represente un peligro para la victoria de la fórmula?
Porque algunos piensan que el “efecto Peña Nieto” jalará a cualquiera que lancen al Senado en Puebla… y eso es un mal cálculo (como suelen ser los cálculos priístas). Porque aunque efectivamente hay ciertas tendencias favorables para el PRI-Peña Nieto por encima de PAN y PRD (y demás partidos de izquierda), la verdad es que si los priístas lanzan a malos candidatos, sí que pueden perder. Pero nunca aprenden.
Ahora bien, si el profe Aréchiga finalmente sí va en la fórmula al Senado en la mentada segunda posición, el Gobernador tendrá que operar hasta la muerte para que ganen… los priístas-panalistas y su amigo sí llegue a ser Senador, entregándole buenas cuentas a la Profesora. ¿A quién será más fiel, al Presidente Calderón y su partido o a su madrina y benefactora política?
La respuesta es más que obvia.
¿Ya se habrán dado cuenta los panistas?
O mejor ¿ya habrán despertado?
LA NOTA AL PIE… (I)
Claro, también habrá que ver quién finalmente queda en la fórmula panista al Senado. Hasta hace unos días era obvio que los candidatos serían dos dedazos del Gobernador: Javier Lozano Alarcón y Pablo Rodríguez Regordosa. Pero ahora tendrá que haber Asambleas y votación interna. Y la más conocida siempre ha sido Ana Teresa Aranda, quien seguramente buscará la nominación… y puede obtenerla, por ser la que más provoca voto entre los panistas.
¿El Yunque dejará que el Gobernador cuele a Lozano en el primer lugar de la fórmula? ¿El Gobernador dejará pasar a su aborrecida Ana Teresa Aranda? ¿El Yunque ya la habrá perdonado?
Honestamente, creo que de cualquier forma los candidatos panistas al Senado sí serán Javier Lozano (posición de Moreno Valle y del Presidente Calderón) y Pablo Rodríguez (posición del Yunque y del propio Gobernador).
A Ana Tere no la quiere el Gobernador… ni el Yunque.
LA NOTA AL PIE… (II)
¿Y los perredistas y su alianza de izquierda? ¿A quién lanzarán al Senado? Suena Manuel Bartlett… y aguas con él y con el Peje si logran despertar el voto antipanista y antipriísta. No los pierdan de vista.
Yo creo que no les alcanza para ganar… pero de que van a dar lata, la darán.
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