En un episodio más de la lista de rescates y/o apoyos financieros en Europa hoy toca el turno a Portugal, que negoció un rescate financiero internacional de 115 mil millones de dólares (78 mil millones de euros) a ejercer en un periodo de tres años, según se dio a conocer el 3 de julio pasado por autoridades financieras de la Unión europea y del Fondo Monetario Internacional. Esta cantidad toma en cuenta recursos frescos para apoyar a los bancos portugueses que presentan problemas de liquidez para afrontar sus pagos con la banca alemana y francesa principalmente.
En este contexto, José Sócrates, primer ministro interino de Portugal, señaló que los recursos serán ejercidos hasta el año 2013 para combatir de manera efectiva la crisis financiera que se ha venido presentando en este país, que por cierto es considerado como uno de los países más pobres de la eurozona y que había anunciado públicamente que estaría en crisis de flujo para Agosto de este año en caso de no recibir apoyo financiero internacional.
Una experiencia reciente
Recordemos que hace poco más de un año, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobaron el 4 de Mayo del 2010 un histórico plan de rescate de 146.000 millones de dólares para evitar una crisis estructural de la economía de Grecia y evitar que se extendiera a otros países de europa.
Como consecuencia directa, el gobierno griego aplicó un drástico programa de austeridad que exigió para la población (11,2 millones) duros sacrificios que todavía provocan protestas callejeras en Atenas y Salónica. De acuerdo con los últimos reportes de la prensa internacional, todavía en el mes de Septiembre de este año 2011, la crisis griega parece agudizarse.
El caso de Portugal
El caso de Portugal es el tercero entre los 17 de la eurozona (después de Grecia e Irlanda) que solicita y obtiene ayuda financiera internacional en vista de que sus planes económicos y políticas fiscales simplemente no funcionaron.
El Jefe de Gobierno lusitano José Sócrates, que sigue al frente del gobierno no obstante su renuncia de abril de este mismo año, afirmó que Portugal consiguió un acuerdo favorable luego de más de dos semanas de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, que es el organismo director de la Unión Europea.
“El gobierno logró un buen acuerdo, que salvaguarda a Portugal”, declaró Sócrates en un mensaje por televisión al país. Con la asistencia, Portugal podría cumplir sus compromisos con sus acreedores nacionales y extranjeros, sin revelar detalles del convenio.
Un acuerdo de esta naturaleza y sobre todo de esta dimensión, tiene que ser avalado por todos los gobiernos europeos. “Los recientes comicios en Finlandia suscitan dudas sobre si es posible un convenio con ese grado de unanimidad, debido a que algunos finlandeses no están convencidos de la necesidad de apoyar financieramente a países que carecen de rigor fiscal!”
En el año 2010, Portugal incurrió en un déficit presupuestario ( diferencial entre ingresos y egresos en este caso negativo ) equivalente al 9.1% del producto nacional bruto, cifra muy superior al 3% de déficit presupuestal aceptable por la Unión Europea. Como consecuencia de lo anterior y seguramente como requisito básico de la ayuda financiera, resulta indispensable que Portugal implemente un programa severo de austeridad para cumplir sus compromisos. En este contexto, Portugal tiene que enfrentar pagos a su deuda por aproximadamente siete mil millones de euros en una fecha tan cercana como Agosto de este año.
El costo de la ayuda
Siguiendo el modelo aplicado con Irlanda y posteriormente con Grecia, la ayuda a Portugal está condicionada al cumplimiento de los siguientes compromisos:
- – Pagos fijos predeterminados al capital y a intereses para cubrir la ayuda.
- – Aplicación de nuevos impuestos.
- – Fortalecimiento de requisitos para otorgar beneficios de seguridad social
- – Reducción de salarios y prestaciones para todos los servidores públicos.
- – Privatización de entidades públicas
- – Despido de empleados públicos
- – Suspensión de ascensos
- – Aumento de edad de jubilación
Una tarea fundamental en este proceso consiste en que el gobierno luso pueda reducir drásticamente el gasto público sin afectar la actividad económica del país.
El objetivo es no repetir la experiencia griega donde el programa de austeridad fue tan estricto que está materialmente reduciendo el crecimiento económico.
Es importante señalar que este plan de apoyo financiero a Portugal impulsado por la UE y bajo la coordinación del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha levantado el temor porque se apliquen nuevas medidas de ajuste y se deteriore aún más la situación de los trabajadores
Si a este peligro potencial agregamos el hecho de que durante la última década la economía portuguesa tuvo un crecimiento promedio de 0.7%, paradójicamente se corre el riesgo de que la austeridad que se pretende implantar, acabe imposibilitando el cumplimiento de los compromisos de pago.
Resulta evidente la necesidad de aliviar la carga que representa la deuda soberana sin olvidar el fomento al crecimiento que genere los ingresos indispensables para restaurar las finanzas pública.
No será una tarea fácil para Portugal, que seguramente seguirá inmerso en la recesión hasta fines de 2012. “Creo que (el acuerdo de rescate) debería equilibrar los intereses del sector público y el privado y las medidas estructurales necesarias para fomentar el potencial económico”.
A manera de conclusión
No basta con reseñar las características de la crisis lusitana, es necesario aventurar un análisis de las posibles causas del problema, esto es, ¿qué factores accionaron para provocar esta situación ?
Podemos destacar los siguientes:
- Falta de disciplina fiscal en el gasto público erogando mayores recursos que los ingresados provocando un déficit
- La falta de recursos derivada del déficit presupuestario provocó que se endeudara más allá de sus posibilidades.
- Déficit en la balanza comercial importando más bienes que los exportados.
- Una carga fiscal del 36.5% como proporción del P.I.B. de las más bajas de la comunidad y aplicable tanto a impuestos directos como indirectos. Además de los más bajos son también los más regresivos, es decir, gravan los ingresos derivados del trabajo. Esto limita los ingresos del gobierno.
En la aldea global en que nos encontramos, resulta fundamental conocer las experiencias de otros países en sus esquemas fiscales y financieros para aprovecharlas en lo posible y prevenir o anticipar problemas que de alguna manera no nos son tan lejanos.
La crisis lusitana y los problemas de algunos otros países como España e Irlanda, parecen recordar el caso mexicano de 1982.