19-04-2024 08:18:38 AM

Rechaza Jiménez Merino vínculos con cártel

El presunto vínculo del ex mandatario estatal Mario Marín Torres con los Beltrán Leyva provocó reacciones encontradas entre dirigentes partidistas. Mientras el PRD otorgó un voto de confianza a la información difundida por el diario Reforma el PRI la consideró tendenciosa, pero su aliado electoral, es decir el PVEM, pidió una investigación seria y hasta las últimas consecuencias sobre el tema.

Por su parte el secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, informó que investigarán a todo aquel funcionario de administración marinista que esté relacionado con la pesquisa que realiza la Procuraduría General de la República (PGR) respecto del caso Ismael Coronel.

Refirió que durante el proceso de entrega-recepción no se detectó que algún marinista estuviera relacionado con actividades ilícitas como el narcotráfico.

Sin embargo solicitará que la Secretaria de Desarrollo Rural (SDR) investigue si aún existen en Puebla inversiones de ganado o alguna organización ligada a Coronel Sicairos para poner la información a disposición de las autoridades federales.

“Si hay cualquier línea de investigación que implique a gente u organizaciones de Puebla se enciende un foco amarillo y tendré que revisarlo”, señaló.

Este lunes Reforma difundió que la Administración de Mario Marín abrió las puertas en 2007 al sinaloense Ismael Coronel Sicairos, quien llevó a cabo una inversión ambiciosa en el Estado: importó desde China centenas de cabezas de búfalos de agua para engordarlas y reproducirlas a gran escala.

A cambio, el Gobierno poblano le proporcionó los pastizales.

Hoy, el presunto empresario duerme en un penal de Veracruz, acusado de delitos contra la salud y delincuencia organizada: se le vincula con los Beltrán Leyva.

En expedientes de la PGR, Alberto Jiménez Merino, Secretario de Desarrollo Rural de Marín, aparece como el hombre que invitó a Coronel, alias “El Judío”, a invertir en Puebla. Actualmente,  Jiménez Merino es diputado federal.

El respaldo de la Administración del “Góber precioso” al sinaloense fue tal, que el empresario decidió fundar en la capital poblana la Asociación Mexicana de Criadores de Búfalo.

En noviembre de 2008,  Marín presidió el Primer Encuentro Latinoamericano de Criadores de la especie al lado de Coronel.

Al respecto Alberto Jiménez Merino se deslindó de cualquier vínculo con el sinaloense Ismael Coronel Sicarios (a) el Judío, operador financiero de Héctor Beltrán Leyva. El legislador reconoció que en su paso por la administración estatal se contactó al Coronel Sicarios para invertir en Puebla y desarrollar el proyecto del que se presentó como empresario sinaloense.

Detalló que el primer acercamiento fue vía internet donde conocieron el proyecto de los búfalos de agua, y que después se invitó a invertir en la entidad, pero que nunca conoció los antecedentes del “Judío” y como no tiene nada de qué avergonzarse ni qué ocultar, está dispuesto a responder ante las autoridades cuantas veces sea necesario.

En contraste el dirigente estatal perredista, Miguel Ángel de la Rosa, pidió una investigación a fondo y hasta sus últimas consecuencias contra Mario Marín y sus funcionarios por presunto lavado de dinero, “pues no es la primera vez que surge la versión así que algo habrá de verdad en ello”.

Opinó además que el gobernador Rafael Moreno Valle debe proceder ya contra su antecesor “aunque no sea una labor sencilla”.

Por su parte el dirigente estatal del PRI Lastiri salió en defensa de su ex jefe al aclarar que la gestión marinista no tuvo tratos comerciales con el Judío y que la inversión para el proyecto de búfalos de agua “fue mínima”; el priista puso en duda la veracidad de la información publicada por Reforma al calificarla de tendenciosa.

En contraste el dirigente del Partido Verde Ecologista, Juan Carlos Natale, consideró un grave error del ex mandatario estatal no haber investigado los antecedentes y la procedencia del capital que se invitó a invertir en territorio poblano.

Sin embargo aclaró que la alianza con el PRI no está en riesgo como tampoco está en duda la honorabilidad de Alberto Jiménez Merino, “por el que metería las manos al fuego hasta que jurídicamente no se demuestre lo contrario”.

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