22-11-2024 01:45:17 PM

Rumbo al Bicentenario II?

“El 13 de Agosto de 1521, heroicamente defendido por Cuauhtémoc, cayó Tlatelolco en poder de Hernán Cortés. No fue ni triunfo ni derrota, fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy.” 

Así reza la placa conmemorativa en la Plaza de las Tres Culturas en Santiago Tlatelolco, Ciudad de México

Así empezó un periodo de 300 años que culminaría el 27 de septiembre de 1821 con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México. Se conoce a esta etapa de nuestra historia como ?El Virreinato??

?La Arquitectura es testigo insobornable de la historia?, según palabras de Octavio Paz, de manera que usaremos de esta, una de las Bellas Artes, para dilucidar algo que fue distorsionado por la historia oficial escrita durante el priato y que hoy, al calor de los festejos del bicentenario, vuelve a ser prédica común? 

Una vez consumada la etapa militar, se inicia una tarea cultural sin parangón en la historia universal.

No sólo se edifica -con enormes pretensiones- la Ciudad de México sobre lo que había sido Tenochtitlan, sino que se desarrolla un sistema de ciudades desde las cuales se diseminaría la cultura, la civilización que etimológicamente es ciudadización?

En muy pocos años se fundaron entre otras ciudades: Oaxaca (1521), Villa Real hoy San Cristóbal de las Casas (1528), Puebla (1531), Querétaro (1532), Pátzcuaro y Taxco (1534), Valladolid, hoy Morelia, (1541), Mérida (1542), Zacatecas (1548), Guanajuato (1557), etc. etc. etc?

La visión de quienes fundaron y planificaron esas y muchas otras ciudades y pueblos fue indudablemente portentosa. Pensaron no como burócratas sino como humanistas, sus planes se concibieron considerando una forma de vida con un sistema de valores que impregnó al ser nacional y le dio su época de mayor esplendor?

Siempre al centro -en torno a la plaza mayor- el templo y el palacio. La traza regular -donde el terreno lo permitió- a trechos plazas, jardines (inmergencias)* y templos (emergencias)** generando perspectivas que daban referencia y ubicación a propios y extraños?

Donde por diversas razones (ciudades mineras o puertos, por ejemplo) hubo que adaptarse a terrenos abruptos, se hizo con un tino admirable, como se aprecia en Guanajuato, Zacatecas, Taxco, Cuetzalan y Campeche?

Las plazas y jardines -*inmergencias- ?sumergen? a la persona en la ciudad, mientras que las torres y cúpulas -**emergencias- emergen del tejido urbano. Así se definían los barrios con un intenso efecto estético y sociológico?

Desde 1521 la arquitectura desarrolla obras notables. Los conventos del siglo XVI y las obras iniciales de nuestras imponentes catedrales (culminadas siglos después) incitan a desarrollar obras civiles y edilicias de gran calidad, que iniciando con austeridad y generalmente en un piso, se van ampliando a dos y tres niveles y enriqueciendo sus fachadas y patios?

Hay quienes dicen que esa riqueza sólo pudo ser producto de la esclavitud?

Si La Arquitectura es testigo insobornable, cabe decir que las grandes obras producto de la esclavitud carecen de refinamiento, y que el trabajo fino es siempre aportación de artesanos libres que volcaron su ser y su capacidad de crear en una obra que les permitió trascender?

La técnica del conus insertum practicada en la Roma imperial es buen ejemplo de lo dicho en el párrafo anterior? los artesanos libres labraban finamente la piedra que enlucía aquellas obras de romanos, pero su parte posterior se dejaba tosca y en forma de cono para que se insertase en la revoltura de puzolana con granzón (el primitivo concreto de esa época) que era vaciado en gran volumen por los esclavos, cuya condición les alejaba de todo refinamiento? 

Este esplendor no se limitó a los centros de las grandes ciudades donde habitaban los españoles, sino también a los barrios y pueblos indígenas? los barrios de Analco, La Luz, Los Sapos y otros más nos permiten constatar lo dicho, como también pueblos mágicos como Cholula, Cuetzalan, Xochitlán, Huasca, Coatepec, Comala, Huamantla o Real de Catorce, entre centenares en todo el territorio nacional?

La obra arquitectónica y urbanística refleja el orden y progreso sostenidos durante trescientos años. Mi padre decía que ?las obras con las sobras?? es decir, antes que emprender una construcción hay que resolver muchas otras necesidades?

Una familia atiende primero a la alimentación, la salud, la educación, el vestido, el transporte e incluso la diversión y las vacaciones antes que construir su casa? Esto aplica también a las comunidades, por lo que podemos inferir que si durante los 300 años del virreinato se construyeron casi 900,000 edificios (uno cada tres horas), que podían ser una humilde casa o una estupenda catedral (en el centro histórico de Puebla hay más de 2600 monumentos catalogados), hubo recursos de sobra para obra?

El refinamiento y riqueza de las diferentes gastronomías de nuestro país (Oaxaca, Yucatán, Michoacán, Puebla, etc.) permiten constatar que la gente se alimentaba bien, mientras que nuestros atuendos típicos -aún los de los indígenas- muestran alegría y riqueza en sus materiales y elaboración, llegando incluso a reflejar opulencia?

La música y la danza del periodo virreinal son de una riqueza extraordinarias y por cierto, mucha de esta es de carácter profundamente indígena?  Las fiestas populares como La Guelaguetza, el Atlixcáyotl, y muchas más, son nítida expresión de una alegría no propia de esclavos, cuya música cómo el ?blues? (?tristezas? traducido al español) y otros ritmos, reflejan su condición y estado de ánimo? 

Asistir a una función del Ballet Folclórico de México Amalia Hernández (en el Palacio de las Bellas Artes los miércoles por la noche o los domingos por la mañana y frecuentes giras por todo el país) es fundamental para toda familia mexicana?

La pintura tuvo notables exponentes -algunos costumbristas- en cuyas escenas se refleja una vida apacible, atuendos dignos y confortables, alimentos apetitosos?

En general podemos decir que la Historia del Arte Mexicano, que refleja nítidamente el alma de la nación, registra riqueza y prosperidad durante el virreinato?

Desde luego -como en toda obra humana- se dieron abusos e injusticias, pero el sistema político -fincado en los valores hispano cristianos- funcionó bastante bien, de manera que a finales del siglo XVIII (poco antes de la independencia) el arte mexicano, inserto en la cultura universal pero con una recia identidad, expresa una calidad y riqueza admirables que se puede observar en obras doctas como la Capilla del Rosario y los interiores de la catedral en Puebla o en el barroco indígena como en Tepotzotlán o Tonantzintla?

En 1786 se da la independencia de los Estados Unidos y en 1789 la Revolución Francesa. Ambos sucesos -fincados en La Ilustración– afectaron al mundo, a Europa y su concepto de la política y de la vida e influyeron decisivamente en México?

De ello hablaremos en nuestro próximo artículo?

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