Finalmente se consumó. Como platicábamos aquí mismo hace unos días, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación terminaron por aprobar lo único que faltaba en el tema de las parejas de personas del mismo sexo: la adopción legal de niños.
Por mayoría (sólo dos votos en contra, del Ministro Aguirre Anguiano, siempre propenso a posturas cercanas al PAN y del Ministro Ortíz Mayagoitia) los miembros del máximo Tribunal del país han dictaminado que las parejas de homosexuales no solo pueden unirse legalmente, sino que ahora también podrán adoptar niños sin ningún impedimento jurídico.
La polémica llegó hasta el órgano judicial supremo porque el Procurador General de la República, el panista Arturo Chávez Chávez, promovió un juicio de improcedencia a la ley que se aprobó en el D.F. y que legalizaba las uniones gay. Pero los Ministros no sólo declararon infundados los argumentos de Chávez2, sino que se fueron hasta lo último y han terminado por legalizar también las adopciones de niños por tales parejas.
Pero el problema no quedará ahí. Para la mayoría de partidos y políticos la resolución es un avance en materia de derechos humanos. Pero para una Institución no solo es una aberración sino una auténtica ?vergüenza? la decisión de los máximos representantes del Poder Judicial Federal.
Y esa Institución congrega, conservadoramente, a más del 80 % de la población en nuestro país. Sí, la Iglesia Católica.
Por lo pronto, ayer mismo, el vocero de la Arquidiócesis de la Ciudad de México, Hugo Valdemar, declaró enfático que ?es indignante la frivolidad de los Ministros de la Suprema Corte que avalaron la adopción para personas del mismo sexo, al no privilegiar el bien común (sic.) del menor y considerarlo como perro o gato, sin respeto a su dignidad?.
Y hasta ahí no pasaría de ser la postura tradicional de la jerarquía eclesiástica en nuestro país. El problema vino a continuación.
El mismo vocero, arremetió contra el Jefe de Gobierno del D.F., Marcelo Ebrard, acusándolo de ser ?el autor de todo esto?: ?Él y su gobierno han creado leyes destructivas de la familia, que hacen un daño peor que el narcotráfico. Marcelo Ebrard y su partido, el PRD, se han empeñado en destruirnos?.
De hecho, el fin de semana, el Cardenal y Arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, se lanzó también contra los Ministros de la Suprema Corte a quienes acusó de ?estar maiceados? por el propio Marcelo Ebrard, para aprobar los decretos que van en contra de la naturaleza humana (según la visión del propio Cardenal).
Pero la cereza del pastel vino al final. Hugo Valdemar culminó sus declaraciones de ayer exhortando a los católicos a que ?no voten por partidos perniciosos como el PRD que actúan en contra de la fe y la moral?. Y amenazó: ?los laicos se encargarán de concientizar a los ciudadanos para que en las próximas elecciones hagan un voto responsable? .
En otras palabras, los máximos jerarcas de la Iglesia Católica en México, invitando a los católicos a que no voten por el PRD en las próximas elecciones (otro tema será el que no pocos políticos denunciarán furiosos que los religiosos no deben opinar sobre política y mucho menos meterse en pleitos partidistas?)
Y hasta aquí todo iría muy bien. El pequeño detalle es que en no pocos de los últimos procesos electorales, el PRD peleó en alianza con el PAN, partido apoyado en su mayoría por ciudadanos católicos. O al menos eso es lo que siempre han pregonado en su Doctrina (basada, dicen, en la Doctrina Social de la Iglesia Católica).
¿Qué dirán todos esos católicos que acaban de sufragar en Puebla y otros Estados por la alianza del PAN con el PRD, el mismo partido que el D.F. aprobó las uniones gay y ahora también la adopción de niños, disposiciones legales que tendrán que ser respetadas en todo el país, pero el mismo también que ahora la Iglesia exige a no votar por él?
Por cierto, Marcelo Ebrard vino a Puebla en la campaña que acaba de culminar y los panistas le aplaudieron a rabiar. ¿Qué opinarán hoy de él, cuando la Iglesia Católica lo aborrece y vomita?
¿Qué opinarán hoy César Nava y Felipe Calderón, por cierto? ¿Criticarán a los jerarcas católicos o a su aliado Marcelo Ebrard?
¿La recomendación del sacerdote Valdemar es para no votar por el PRD o por las alianzas en las que va el PRD y? el PAN?
Vuelvo a citar a Rafael Loret de Mola en su ?2012: La Sucesión (De las Escenografías Criminales a las Alianzas Turbias?)?, cuando entrevista al Cardenal Norberto Rivera en noviembre de 2009:
– Rivera Carrera: ?Los priístas eran perversos, sí; pero con ellos no hubiéramos llegado a los niveles de violencia que ahora nos estrujan??
?Con los liberales nos entendemos mejor. Los panistas de hoy, aunque nos sitúen cerca de ellos dentro de los habituales lugares comunes, prefieren que no se les identifique como católicos aunque lo son??
– Loret: ?Pero Eminencia, en otros tiempos, en la era priísta, los políticos eran siniestros??
– Rivera Carrera: ?Puede ser, sí. Pero también eran capaces.?
El Cardenal católico alabando a los priístas, los panistas aliados de perredistas, quienes aprueban bodas gay y adopción de niños por parejas gay, jerarcas católicos pidiendo no votar por PRD y aborreciendo a Marcelo Ebrard, el mismo que apoyó a candidatos del PAN, partido que defiende la vida y el matrimonio tradicional heterosexual?
Sí, como expresara alguna vez Octavio Paz: ?Si Kafka hubiera sido mexicano? sería un autor costumbrista?.