Pues no. Si creíamos que el debate definiría finalmente y con contundencia al seguro ganador de la próxima elección del 4 de julio, dicho escenario no se cumplió.
Por el contrario, creo honestamente que las cosas seguirán prácticamente igual en cuanto a preferencias partidistas y de candidatos se refiere.
Finalmente, el acartonado formato del debate solo sirvió para que cada uno de los aspirantes a gobernar nuestro Estado medio expusieran sus ideas, con una buena dosis de nerviosismo (parejo), pero simplemente atacando a sus respectivos targets de campaña: Mientras que Rafael Moreno Valle quiso cautivar a los electores más preparados y con mejor posición social, Javier López Zavala dirigió su discurso a los jodidos y formados en la educación pública.
Pues sí, pero tanto el público al que se dirigió Moreno Valle como al que atacó López Zavala? de por sí iban a votar por ellos. Vamos, ambos cumplieron con su objetivo fundamental, que era convencer a sus simpatizantes.
Armando Etcheverry no supo ni a quién se dirigía. Para mí es la gran decepción. Se dedicó a leer ?mal- lo que traía preparado, pero no logró convencer sobre ningún tema específico.
Efectivamente, Rafael Moreno Valle preparó impecablemente lo que iba a decir? aunque eso provocó que se percibiera más artificial y menos natural. Por cierto, su nerviosismo se delataba con una fuerte transpiración que provocó que su cara brillara más de la cuenta.
Javier López Zavala no tuvo la misma dicción o datos duros con los que contó Moreno Valle, y aunque nervioso también en sus intervenciones, sí logró ?conectar? un poco mejor con los electores que de por sí votarán por él, que son los sectores de la población con menores ingresos. Sí, esos que ven telenovelas y fútbol? pero que aún son la mayoría en este país.
Vamos, las intervenciones de Moreno Valle en los temas económicos o de gobierno fueron buenas, aunque en contraparte las de López Zavala siempre remarcaban su origen humilde y su inquietud por ayudar a los más pobres.
Por otro lado, Moreno Valle olvidó la ?madriza? que había jurado ponerle a López Zavala, para ser él el blanco de varios ataques personales por parte de su contrincante. Y en casi todas las veces no contestó los ataques, salvo al final del evento, cuando quiso responder también con el tema del enriquecimiento de la familia de Zavala? aunque éste previamente ya había dado datos sobre supuestos delitos financieros de la familia del abanderado panista.
En fin. Para el caso es lo mismo: Los partidarios de Rafael Moreno Valle de cualquier manera simplemente confirmaron lo que de por sí les ha atraído de su candidatura y propuesta, que es su preparación y buen manejo de datos. Los partidarios de Javier López Zavala vieron a un candidato de su misma extracción social, más coloquial, no tan hábil para hablar y hasta ?fajador?? atributos con los cuales se identifican ellos también.
Resultado: Nada para nadie realmente. Un empate técnico atendiendo a que cada uno de los participantes en el acto terminó por convencer a los que de igual forma iban a votar por ellos. Desde luego, los sectores ?populares? son los más numerosos de la población, de ahí que en cuestiones numéricas, el candidato de Puebla Avanza quizás salga mejor posicionado en mediciones demoscópicas.
Pero bueno. Lo que sí es evidente ?haciendo a un lado las filias, fobias, simpatías o antipatías- es que si esperábamos que el debate definiera ya al ganador de la próxima elección? eso, finalmente no ha ocurrido. Creo sinceramente que Rafael Moreno Valle no logró su objetivo de que el evento lo catapultara ante el electorado? y López Zavala cumplió con el requisito para mantener a sus votantes fieles. Y eso, siendo realistas, era lo que sí buscaba el candidato de Puebla Avanza.
En otras palabras. Aunque no podemos hablar de un ganador indiscutible y avasallador del debate, para López Zavala sí significó que no recibió la madriza prometida. Al contrario, sorteó el compromiso? y hasta logró ?conectar? emocionalmente con su electorado más fiel.
Por lo demás, la enorme mayoría de la gente no atendió al llamado de ver el encuentro entre los candidatos. Vamos, el asuntó no despertó el interés que se esperaba. Por esa misma razón, sigo creyendo que, por el momento, todo sigue igual.
¿Habrá algo que sí despierte la atención ciudadana? Creo que ya no. Las campañas han concluido prácticamente. Hoy y los próximos días, el fútbol y la selección nacional acapararán el interés ?aquí sí- de la enorme mayoría de personas. De política y candidatos? no más.
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