Con la publicación –tardada, pero finalmente está aquí- de su libro “Los Secretos del Yunque. Historia de una conspiración contra el Estado mexicano” (Editorial Grijalbo. Octubre 2009), el ex Alcalde poblano Luis Paredes Moctezuma está de regreso a la palestra pública.
Y no podía ser más oportuna la aparición de su texto, pues la situación de su partido en Puebla y en el resto del país es verdaderamente lastimera. No ha podido ganar una elección importante y al momento actual, se encuentra sumergido en una bola de pugnas internas que seguramente provocarán más problemas de los que ya tiene de por sí. Y ahora vienen a encuerarlos… literalmente.
Paredes regresa y lo hace como sabe hacerlo: Causando polémica. Su libro provocará –ya lo hace- verdadero escozor –por decir lo menos- entre los militantes de la Organización del Yunque y que son los mismos que engrosan en buena medida las filas del Partido Acción Nacional en Puebla y en todo el país. O bueno, por lo menos la mayoría de dirigentes blanquiazules son miembros de la famosa secta (aunque les choque el calificativo).
El problema es que no tienen para dónde hacerse: Si critican o descalifican el contenido del libro de Paredes, estarán aceptando que es cierto todo o bien algunas de sus partes (los líderes “históricos” no pueden negar su presencia en eventos tan perfectamente narrados como el ya famoso “Pacto Nacional de los Remedios” de 1975, por ejemplo). Pero si no dicen nada, hacen mutis (que es lo más seguro, de acuerdo a sus instrucciones “orgánicas”) y se hacen los tontos, entonces también estarán reconociendo que lo dicho en el libro es cierto.
Si lo expulsan de su partido mal, muy mal (y ahí viene el TRIFE). Pero si lo dejan dentro los hace pedazos con su estocada literaria .
Vamos, el fregadazo ya está dado. Porque no es lo mismo que un periodista (extraordinario, desde luego) como Álvaro Delgado publicara un par de libros con una serie de crónicas, entrevistas y datos acerca del Yunque (que han sido negados burdamente por no pocos “cuates”)… que un miembro distinguido y ex dirigente lo haga ahora, en primera persona y ya alejado de la famosa organización secreta, clandestina o “reservada” como les gusta llamarla a sus militantes, por el gusto de hacerse patos.
Y es que el ex Alcalde capitalino de “loco” no tiene un pelo. Honesta y personalmente he leído pocos libros tan bien redactados (ya quisieran muchos escribir así) y con un estilo tan depurado. Sabemos que a no pocos “autores” realmente les hacen sus libros, porque ellos no pueden hilar con coherencia más de un párrafo. Este no es el caso.
Pero bueno, Paredes sí está algo desequilibrado, ya que proporciona una radiografía cruda pero magistral acerca de lo que ocurre en su partido desde hace un par de décadas: Controlado por un grupo de santurrones que se creen poseedores de la verdad, cuando lo que han demostrado es incapacidad, soberbia y bastante hipocresía. Se dicen defensores de la verdad y de los valores cristianos y no pocos de ellos practican exactamente lo contrario a sus prédicas. Vaya, son de los que se arrepienten los domingos en misa de lo que hicieron el sábado por la noche.
Solo hay algo con lo que no estoy de acuerdo con Luis Paredes en su obra: Creer que el Yunque “era bueno” y con el paso del tiempo se volvió “malo”.
No. Sinceramente creo que un grupo que se tuvo que esconder para actuar y crear una bola de fantasiosas estrategias para pelear con el “enemigo” no tiene por qué ser catalogado como “bueno”. Creer que son los únicos “elegidos del Señor” para arreglar este país me parece una actitud arrogante, trasnochada y bastante ridícula.
Y volviendo al tema original. Los que también resultan plenamente exhibidos con el libro de Paredes son los líderes panistas poblanos, que no han sabido manejar a su partido y por el contrario, lo han sumido en la peor crisis de su historia con su “despotismo gazmoño”.
Pero también el gobierno estatal ocupa un lugar destacado en la crítica paredista: El ex Presidente Municipal sostiene que tanto el grupo político de Mario Marín como los líderes del Yunque en Puebla se confabularon para descarrilarlo en sus afanes por ser candidato del PAN a la Gubernatura en 2004.
Y nadie puede negar que lo anterior sea cierto. Fue evidente que en el PRI no querían enfrentarse a Paredes y sus locuaces (pero efectivas) ocurrencias en una campaña electoral y los del PAN no querían lanzarlo porque había el inminente peligro de que… ganara, y con ello les quitara el control del partido. Al menos eso era lo que pregonaban (tanto priístas como panistas me lo han dicho textualmente).
En fin. El Loco está de regreso. Y la verdad no se sabe si traiga otros planes. Pero la publicación de su libro coincide exactamente con el inicio del proceso electoral que culminará en julio de 2010. Más de uno empieza a ponerse nerviosón (en el PRI y… en el PAN).
Eso sí, con toda seguridad en estos mismos días habrá noticias de que sus cuentas públicas siguen en litigio, que pesan sobre él cuatro mil años de cárcel, que debe cientos de billones de dólares, que está inhabilitado perpetuamente y que se come vivos a los niños.
Por cierto ¿Por qué nunca fue a dar a la cárcel?
Bueno, queríamos que el proceso se animara más ¿no? Pues aquí está la pimienta.
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