Puebla capital no sólo concentra la mayor población y número de votantes en el Estado. También es el mayor polo de desarrollo económico y el Municipio que –naturalmente- cuenta con el mayor ejercicio presupuestal. Resulta obvio, pues, que la competencia por llegar a gobernar la ciudad desate tanta participación. Además, un (a) alcalde (sa) de la capital se convierte automáticamente en aspirante a la Gubernatura. Y eso aumenta su atractivo, pues.
Vamos, tan sólo en el PRI hay al menos unos 14 aspirantes que se han apuntado (más los que surjan hoy mismo) para la próxima elección local de Presidente Municipal. En el PAN no hay tantos, pero sí podemos anotar al menos tres o cuatro (y no dudemos que pronto aparezca algún otro espontáneo).
Y lo anterior es lógico (tantos en el PRI y pocos en el PAN): El PRI aventaja en más de veinte puntos al PAN en la capital desde la pasada elección y en todas nuestras últimas encuestas (que hemos seguido haciendo puntualmente).
Pero en honor a la verdad y al sano juicio, la gran mayoría de los suspirantes tricolores, no tienen posibilidad alguna de llegar a la nominación. Echemos rápidamente una ojeada a todos ellos.
De acuerdo a lo que hemos venido observando (y midiendo), los personajes que se colocan en una quinteta con posibilidades reales son los siguientes: Mario Montero Serrano, Pablo Fernández del Campo, Javier García Ramírez, Valentín Meneses y quizás, Pericles Olivares. Puede que se colara un sexto y es Víctor Giorgana.
Todos los demás ni tienen posibilidades ni posicionamiento alguno entre la población. Gerardo Pérez Salazar, Guillermo Deloya, Víctor Gabriel Chedraui, Antonio López Malo o Crispín Campos no cuentan con suficiente posicionamiento ni potencial de voto. Claro, ellos dirán lo contrario, pero hay que ser honestos.
Ahora bien, de los que sí cuentan con posibilidades, hemos descartado ya a Luis Alberto Arriaga, quien aún contando con buen nivel de conocimiento entre los ciudadanos, ha expresado recientemente que mejor buscaría la candidatura en San Andrés Cholula. Claro, a ver qué opinan los sanandreseños.
Y de acuerdo con lo que hemos sabido (ayer mismo al parecer hubo una reunión al respecto), la candidatura a la Alcaldía capitalina también se decidirá por la vía de las encuestas. Dicen que la “terna” de empresas que las realizaría son: Parametría de Francisco Abundis, Covarrubias y Asocs. De Ana Cristina Covarrubias y Aldúncin y Asocs.
Sobre el prestigio o desprestigio de las empresas mencionadas esta vez no diremos nada. Ojalá en el PRI elijan a la mejor, para que no queden furiosos inconformes.
Pero en lo que yo sí puedo opinar es en el real posicionamiento que tienen los precandidatos con posibilidades. Y, desde luego, en la imagen que generan, además de su verdadero potencial de voto. Un mini “FODA” de cada uno (luego los haré más formalmente).
De los más conocidos es Mario Montero Serrano. Le ayuda mucho el apellido de su padre y también que ya ha contendido una y otra vez por la misma posición. No obstante, también es cierto que entre sus importantes debilidades está su propia imagen de perdedor y que no inspira mucha confianza en la gente. Es curioso, pero despierta mucho voto de rechazo.
Javier García Ramírez puede ser una sorpresa en el PRI. Efectivamente, no es de los más conocidos, pero eso hoy puede convertirse en una oportunidad: No tiene los negativos que sí despiertan otros personajes. Su carrera en la administración pública ha sido muy “técnica” y es lógico que no lo ubique mucha gente. Pero cuenta con un buen potencial de voto. No lo pierdan de vista. Cuenta además con el excepcional apoyo de los empresarios poblanos de mayor peso. Y eso en las actuales campañas es un elemento fundamental. Anda en todos lados y eso no lo podría hacer si no tuviera el vo. bo. del que toma las decisiones (y no son las encuestas…)
Pablo Fernández del Campo es conocido y tiene potencial de voto. Aunque deberá darse a conocer mucho más, pues en muchos sitios simplemente no lo ubican. Es joven, sano y no tiene muchos “negativos”, pero no es muy bien visto entre algunos medios de comunicación.
Valentín Meneses es relativamente conocido (por su nombre “pegador” y por su paso en el PRI). Y puede despegar, aunque también suele “despertar” algunas asociaciones conceptuales “negativas”, cuando la gente recuerda su papel en el escándalo de Lydia Cacho. Junto con García Ramírez, son los marinistas más puros de todo el grupo.
Pericles Olivares también es más o menos conocido. Su curioso nombre es fácilmente recordado, además de que –igual que Montero- ha buscado la nominación al menos dos o tres veces aparte de ésta. Sin embargo, no cuenta con mucho potencial de voto verdadero.
Finalmente, Víctor Manuel Giorgana podría ser considerado entre los que tienen alguna posibilidad real. Su nombre también es ubicable y su paso por el área de desarrollo social del Ayuntamiento le ha servido para operar a su favor en no pocas colonias. Es difícil que el marinismo lo dejara llegar, pero lo colocamos entre quienes tienen posibilidades.
Dicen que Charbel Jorge Estefan Chidiac también busca la nominación. Y no cabe duda que si fuera por conocimientos financieros y relaciones, él superaría a muchos de los ya mencionados. Pero la candidatura a la Alcaldía requiere un posicionamiento social que él no tiene. Puede despertarlo, aunque en tres meses es difícil de lograr.
Todos los demás, honestamente, solo están haciendo comparsa para medio legitimar el proceso. Y los hay de buena fe (como Gerardo Pérez Salazar o Guillermo Deloya), despistados (como Antonio López Malo), eternos buscachambas (como Víctor Gabriel Chedraui) o vivales declarados (como Crispín Campos).
Por último, la verdad no sé si la ex Senadora Lucero Saldaña vaya a pelear en serio la nominación o solo fue incluida para cumplir con la mentada cuota de género. También dicen que el joven y carismático Director del DIF, Arturo Hernández Davy, podría buscar la nominación, siendo un auténtico “caballo negro”. Aunque sinceramente no creo la versión.
¡Puuufff!
Tantas cucharas y sólo un plato de lentejas.
Ya iremos viendo cómo se desarrolla la contienda tricolor.
Luego les digo mi opinión sobre los panistas.
