25-04-2024 01:44:44 PM

El valor de las encuestas?

Vaya. En estos días se ha desatado una buena polémica que nos involucra a quienes nos dedicamos a realizar estudios de opinión pública, investigaciones de mercado o mediciones demoscópicas. Todo eso, o mejor conocido como “encuestas”. Cómo quiera llamárseles.

 Y bueno, pues acuso de recibido y, desde luego, nos ponemos el saco.

 Vayamos en orden.

 El debate aparece porque el dirigente estatal del PRI, Alejandro Armenta (buen amigo, aclaro) afirma que, de acuerdo a los planes de su partido, el proceso de selección del candidato a Gobernador se realizará conociendo qué personaje es el mejor “posicionado” en encuestas. Y, ante la insistencia de los chicos de la prensa por conocer qué empresas realizarían dichas mediciones, el líder tricolor señala que seguramente serán “empresas nacionales”, para evitar “subjetivismos” de las empresas locales.

 Bueno. Para empezar, me parece excelente que finalmente, en los partidos se empiece a apreciar el verdadero valor de las encuestas. No solo sirven para saber “quién va ganando” en un proceso electoral. No. Si se saben aprovechar, son un instrumento invaluable para los partidos para conocer, entre otras cosas: qué personajes son los más conocidos por la gente, qué imagen (positiva o negativa) tienen esos personajes, si existe intención de voto hacia ellos, qué problemas existen en las distintas localidades para ser aprovechados como conceptos y discursos de campaña, y un largo etcétera.

 En otras palabras, las encuestas son excelentes diagnósticos de qué piensa la gente y cuáles son sus intenciones de voto. Si eso no lo sabe aprovechar un partido en la actualidad está perdido. Pero, repito, me da mucho gusto que finalmente sí se estén ya valorando las encuestas como métodos de selección o auscultación para designar candidatos.

 Hasta ahí vamos bien. El problema está en lo que siguió diciendo Armenta.

 Eso de que, en otras palabras, las empresas “nacionales” dan más confianza que las “locales” en sus resultados.

 En primer lugar, quiero comentar que las empresas “nacionales” son, en realidad, las que tienen su sede en el D.F. No conozco una sola empresa seria que tenga realmente oficinas en cada Estado de la República. Creo que esa sería la característica para ser catalogada como “nacional”. Ocurre lo mismo cada vez que nos referimos a los diarios “nacionales”, cuando en realidad son lo que se editan en el D.F. Efectivamente, algunos de ellos tienen ediciones locales en muchos sitios, pero eso no los califica como “nacionales”.

 En fin. Con lo anterior comprobamos que seguimos viviendo un excesivo centralismo político y cultural en nuestro país, que nos hace pensar que todo lo que se hace en la capital de la República es “nacional”.

 Pero vayamos más allá. Pensar que sólo las empresas “nacionales” son confiables y que las locales somos “subjetivas” es una desafortunada afirmación con la que no estamos de acuerdo.

 Para empezar porque conozco muchas empresas o Instituciones “locales” en varios Estados del país que son extraordinariamente profesionales y certeras en sus estudios. Vamos, que no por no estar en el D.F. no eres profesional. En Monterrey hay empresas excelentes. En Jalisco. En Yucatán. En Veracruz y en otra bola de Estados y localidades. Y muchas de ellas sí hacen mediciones “nacionales” (que abarcan a todo el país, vamos).

 Por lo anterior, considero que pensar que solo las empresas que están en el D.F. son serias o profesionales o atinadas u “objetivas” no es del todo cierto. O bien que no se conoce a fondo el tema.

 Es cierto, varias de las empresas que están en el D.F. son las más “famosas”. Eso sí. Ni hablar. La proyección que te dan los medios del D.F. efectivamente es “nacional”. Y también acepto que varias de esas famosas firmas son serias, prestigiadas, muy acertadas en sus estudios y con metodologías científicas impecables.

 Pero también sé que algunas, aún famosas, tienen ciertos favoritismos, sesgos y hasta cosas poco serias. Pero dejémoslo ahí. O sea, también hay “subjetivismo” en las “nacionales”, eehhh?

 También es cierto que varias de ellas se encuentran afiliadas a la Asociación más seria del ramo, la también famosa “AMAI” (Asociación de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública), que ha cuidado mucho de que sus agremiados cumplan con normas de calidad.

 Pero también lo es que hay varias empresas famosas que no pertenecen a la AMAI: Buendía y Laredo (del muy serio Jorge Buendía), la misma María de las Heras con su “Demotecnia”, el periódico Reforma y sus impecables estudios de preferencia electoral y la últimamente también conocida “Gabinete de Comunicación Estratégica” de Liébano Sáenz.

 En otras palabras, tampoco creamos que solo son serios los que están en la AMAI. No. La AMAI ha hecho esfuerzos loables e interesantes pero no son los únicos. Y además, ser miembro de la AMAI no garantiza que seas lo máximo. La verdad es que hay varias empresas que dejan mucho que desear. Pero ese es otro tema.

 Ahora bien, en el caso de los “locales” ocurre algo similar. Lo he dicho muchas veces: El prestigio de una empresa, en cualquier área de la vida profesional, es producto de tres cosas: Tiempo, seriedad y certeza en los resultados de sus trabajos.

 Cualquier despacho, empresa, Institución o medio que logra esas cosillas también se forja un prestigio. Reputación le llaman también.

 En la región existimos varias empresas que tenemos años haciendo estudios de opinión (el BEAP que me honro en presidir está cumpliendo ya diez años de existencia). El poco o mucho prestigio que podamos tener es producto de los trabajos que hemos hecho. Cada quien tiene la mejor opinión al respecto. Por eso también tenemos o no tenemos clientes. Lo más natural en cualquier profesión.

 Además, también hemos conformado una Asociación (la ADEI: Asociación de Empresas e Instituciones de Investigación de Mercado y Opinión Pública de Oriente, A.C.) que se ha esforzado en agremiar a varias de estas empresas o instituciones serias que llevamos algunos años realizando –o intentándolo cotidianamente- trabajos responsables. No inventamos encuestas ni manipulamos datos. Y repito: Eso lo sabe quien nos sigue contratando.

 Y acepto que en los últimos años han proliferado empresas o despachos de muy poca calidad o incluso inexistentes que han desprestigiado al gremio serio. Pero pues es inevitable. Reitero por enésima vez: Los que seguimos viviendo de esto es porque tenemos clientes; y los tenemos porque nos conocen…. Cada quien va al médico que más confianza le da. Y sigue yendo con él si lo curó. Y rechaza a los vivales o charlatanes.

 Así que cada quien saque sus propias conclusiones. Creo que en Puebla estamos haciendo trabajos que no le piden absolutamente nada a cualquier empresa famosa “nacional”. Y más aún, no solo estamos haciendo estudios en Puebla, sino que varios de los integrantes de la ADEI, también estamos trabajando en otros Estados del país desde hace tiempo (que yo recuerde, entre Opina de Rigo Benítez, Indicadores de Elías Aguilar, Mercadíez de Martín Díez o el BEAP de quien esto escribe hemos estado o andamos, al menos en: Puebla, Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Tlaxcala, D.F., Jalisco, Campeche, Guerrero, Morelos, Sonora, Nuevo León y no sé cuántos Estados más, la verdad).

 Finalmente (¡uuufff!), un último comentario. Varias de las famosas encuestadoras “nacionales” se valen de no pocas empresas “locales” para el levantamiento de muchos de sus trabajos. Es un hecho que todos los que estamos en este trabajo lo sabemos a la perfección. Quien lo niegue… miente.

 Cada quien saque sus propias conclusiones (incluido el buen amigo Armenta Mier).

 Gracias y perdón por la larga y aburrida perorata.

jriverp@yahoo.com
www.beap.com.mx

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