Ésta será seguramente una de las preguntas centrales que se hará el Secretario de Turismo federal, Rodolfo Elizondo, cuando visite el estado Este día.
En medio de la operación de un muy ambicioso programa implementado por el gobierno de Felipe Calderón, en donde no se ha escatimado en inversiones millonarias y esfuerzos de promoción mediática, dentro y fuera del país, el funcionario arribará a Puebla, uno de los estados del país en donde la estrategia de promoción turística ha demostrado ser un rotundo fracaso.
A pesar de que se anuncian con bombo y platillo las inversiones y de que se habla de niveles de ocupación hotelera históricas para el estado, lo cierto es que no se ha podido cambiar la percepción de que Puebla es tan sólo un destino “de paso” para el turismo nacional.
Y es que, en promedio, la estancia de los visitantes a la capital es de sólo una noche, lo que refleja la incapacidad ,manifiesta de la actual administración de poder vender efectivamente la riqueza cultural, arquitectónica, histórica y gastronómica que tanto se maneja en el discurso, pero que resulta desconocida para miles de turistas potenciales.
¿En dónde se vende Puebla?
Haga un ejercicio.
Revise cuidadosamente cualquier diario importante de circulación nacional y analice la sección de Viajes.
¿Cuántos anuncios de Puebla hay?
¿Cuántas ofertas o promociones de hoteles y destinos locales podrá encontrar?
No cuente el infaltable de Africam Safari, que sigue siendo por cierto el principal detonante de población turística flotante para Puebla.
Si tiene la suerte de encontrar alguno de los anteriores, búsquelo la semana entrante y le aseguro que no lo va a encontrar.
¿Y qué pasa con la televisión?
¿Por qué en la estrategia nacional de publicitar spots para vender el atractivo de varios destinos turísticos a nivel nacional, Puebla brilla por su ausencia?
Ni el turismo alternativo, ni el ecológico, ni el de deportes extremos, ni el arquitectónico.
Mucho menos la explotación de zonas arqueológicas como Cantona o el dignificar para revivir algunas otras como el caso de Cholula.
Nada ha funcionado porque no ha existido continuidad.
Sólo bandazos, puros bandazos.
¿Y las constantes visitas a ferias internacionales como la de Madrid?
¿Qué resultados hay?
¿Cuáles son los beneficios reales, tangibles, para el turismo poblano, producto del gasto de recursos públicos que se hace para que Puebla participe?
De eso no se habla.
Esta tradicional participación se ha convertido en el pretexto perfecto para que el secretario, su enorme comitiva y por supuesto sus cuates, viajen sin escatimar gastos con cargo al erario.
Claro que de todo esto, que mejor ni se entere el secretario.
Y es que, este será seguramente uno de los temas que brillará por su ausencia, cuando Rodolfo Elizondo coma en La Tocinería de Jesús Manuel Hernández con el gobernador Marín, la presidenta municipal Blanca Alcalá, el director de Fonatur Miguel Gómez Mont y el secretario de turismo local, Juan José Bretón Ávalos, con empresarios del ramo.
Fueron muy escrupulosos en la selección de invitados y claro, estarán sólo los consentidos.
ATLIXCO ¿LA SOLUCIÓN?
Buena parte de la visita de Rodolfo Elizondo tendrá que ver con un proyecto que tiene como eje central el detonar Atlixco como destino turístico potencial.
Visitarán las obras de construcción de la Plazuela del cerro de San Miguel y se plantearán estrategias de promoción basadas en el aprovechamiento de fiestas regionales como la del Huey Atlixcáyotl.
Y es que, Atlixco tiene mucho que explotar:
Clima, ubicación, gastronomía y cercanía con la capital.
Tiene un enorme problema, sin embargo: el patético alcalde que hoy gobierna, Eleazar Pérez Sánchez, es lo que se dice un auténtico pillo.
latempestad@statuspuebla.com.mx