La situación en México se deteriora aceleradamente, sin embargo, todo pareciera seguir su imperturbable marcha… Aún la guerra contra el narco y el combate a las bandas de secuestradores…
La crisis económica sin duda nos afecta a todos, pero sobre el gobierno está teniendo efectos pavorosos. Esto obligaría a plantear soluciones de fondo, pero es difícil que la clase política tenga la inteligencia y el valor para hacerlo. El Sistema Político fallará por diversas causas, pero -nuevamente- lo económico será determinante…
La pérdida de empleos, que pudiera haber tocado fondo en sectores como el automotriz y el manufacturero en general, repuntará en empresas de la construcción, ante la disminución de la inversión pública en infraestructura…
Las remesas y otras fuentes de ingreso para nuestra gente, se recuperarán a la par que la economía norteamericana sin que parezca haber nada que se pueda hacer desde aquí para lograr alguna mejora en ello…
Hay inquietud, se respira incertidumbre en un mañana no muy lejano. Los asuntos de la política no son claros y es evidente que lo que se hace no es suficiente para asegurarnos un buen mañana.
Sin embargo, no hay motivo suficiente para salir a la calle y protestar contra algo o contra todo… quienes lo efectúan, son agitadores profesionales que hacen de las marchas y plantones su empleo permanente…
No se ha definido un objetivo que persigamos con estrategias claras. Todo parece suceder porque así son las cosas, no conocemos ningún plan que nos anime a sumar esfuerzos por el bien colectivo y a pesar de eso, sin duda hemos progresado…
La gente trabaja, pero en muchos casos -la mayoría- no produce con la eficacia que se debiera… pierde mucho tiempo en traslados en un transporte público inseguro, sucio y lento; falta análisis de sistemas que nos permitan mejorar los productos y su comercialización, pareciera que simplemente se hace algo para -mal- vivir, y “ahí nos la llevamos”
Nuestras grandes ciudades crecen en el caos y cada día es más costoso sostener su infraestructura y servicios, pero cuando alguien habla de modernización, surgen voces que a todo se oponen y nada proponen. Los medios suelen darles una relevancia que no tienen y se impiden acciones indispensables, mientras nuestros pueblos viven agobiados por el desorden, el congestionamiento y los servicios que apenas funcionan (cuando funcionan)…
Hemos de reconocer que la infraestructura nacional si se desarrolla mediante planes estructurados… puertos, aeropuertos, carreteras, presas, líneas de conducción eléctrica y telecomunicaciones, entre otras más, tienen un evidente desarrollo y se les conserva adecuadamente, pero no hay una política nacional para mejorar y ordenar pueblos y ciudades…
Lejos de aplicarse a ello, los políticos se pelean entre sí en torno a temas que no interesan a la comunidad, sin que nadie plantee un debate inteligente sobre los planes de desarrollo urbano de los que debe derivarse la legislación respectiva… porque primero es el plan y luego las leyes que permitan su ordenada implantación…
Nuestros diputados no parecen tener más temas que los que afectan a los partidos y a la clase política… o aquellos que polarizan a la sociedad aunque afectan a muy pocas personas… nadie parece estar pensando en que hacer y como hacer para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra competitividad…
Eso es lo que ha alejado a la gente, y especialmente a la intelligentsia de los políticos… diputados, partidos y demás funcionarios, no debaten… sólo discuten pendejadas…
