Igual que en el PRI, los distintos precandidatos blanquiazules de Puebla se han soltado en una guerra de pronóstico reservado. Pero el problema es que en el PAN, además, se encuentran insertos en un broncón nacional por la dirigencia de su partido, luego de la tremenda derrota del 5 de julio.
En otras palabras, en el PAN los problemas naturales de la sucesión local, están aderezados por las pugnas nacionales entre los cada día más pocos seguidores del dañado grupo del Presidente Felipe calderón contra los panistas miembros de la ultraderechista Organización del Yunque, que con Vicente Fox controlaron abiertamente los destinos del blanquiazul.
Y lo anterior, quiérase o no, modifica notablemente los escenarios para los protagonistas de la puja panista por la candidatura al Gobierno del Estado. Veamos.
Una corriente panista, con líderes visibles que están identificados con el Yunque, apoya ya abiertamente la candidatura del Senador Rafael Moreno Valle Rosas. Están encabezados por el Diputado local Eduardo Rivera (que busca la candidatura a la Alcaldía) y por el ex candidato a Alcalde y actual Diputado Federal plurinominal electo Pablo Rodríguez Regordosa. Ambos son jefes yunquistas en el PAN poblano (obviamente, Rodríguez por herencia y abolengo).
Que sea real el apoyo o sea una jugada marca Yunque, eso ya es otra cosa. Recordemos que no todo lo que se dice o hace en la Organización es real. Por esa y no otra razón es por la que yo siempre he manifestado mis dudas sobre si el apoyo yunquista a Moreno Valle será mantenido hasta el final. Veremos.
Por su lado, el Senador Humberto Aguilar Coronado y Ana Teresa Aranda también buscan la nominación. También son miembros del Yunque desde hace muchos años, por más que Ana Tere se haya alejado de los liderazgos en Puebla. Pero de que son Yunques de toda la vida eso es innegable.
De los dos, creo que el que más posibilidades tendría de llegar a la candidatura es Beto Aguilar. Que aunque muchos lo minimizan, sí cuenta con amistad y apoyo de jerarcas yunquistas… pero a nivel nacional, donde no terminan de ver con buenos ojos la candidatura de un ex priísta y ahijado político de Elba Esther Gordillo.
Pero igual que en el caso de Moreno Valle, quién sabe hasta dónde el rechazo hacia Moreno Valle sea real o sea una jugada. Repito: No se puede confiar en lo que se dice en el Yunque (nacional o local). Todo es doble. Todo es oculto.
Ahora bien, la derrota y renuncia de Germán Martínez ha enfrascado en una lucha nacional terrible a los que dirigían al PAN en tiempos de Fox, que era el Yunque más “tradicional” encabezado por Manuel Espino, contra los calderonistas, que habían logrado arrebatarle a la Organización el control del partido (aunque entre los calderonistas también haya algunos yunques, como el mismo César Nava… pero “modernizadores”).
Hoy, Calderón pretende imponer en la dirigencia a César Nava. Y los yunques foxistas (líderes nacionales) no soportan que el Presidente siga controlando el partido. Ellos impulsan a personajes como Humberto Aguilar, quien no necesariamente dejaría su lucha por la candidatura en Puebla. Esa es su ventaja comparativa.
La pregunta entonces sería: ¿Qué pesará más: el apoyo de los líderes yunques poblanos (más “modernizadores”) a Moreno Valle? ¿O el apoyo de los Yunques nacionales “tradicionalistas” a Humberto Aguilar?
Ya se verá.
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