Después de comentar lo acontecido en Zacatecas hace dos semanas, en nuestro anterior artículo comentábamos el desmedido poder de los gobernadores y su patética incompetencia para gobernar…
Las entregas previas comentaron la presidencia de Felipe Calderón y las alianzas que se ha visto obligado a establecer para obtener capacidad real de gobernar, señalando que al momento que transcurría, era vital replantear dichas alianzas…
También hemos venido señalando que la fatiga del sistema político iría siendo evidenciado por la inteligentzia, de manera que se aprovecharía cada pifia de la clase política para hacer escarnio de ella… incluyendo desde luego a todos los partidos, a los tres poderes y a los tres órdenes de gobierno…
El manejo mediático de los sucesivos escándalos que estamos presenciando, desacredita efectivamente a todo el sistema político a partir de las inocultables evidencias de las redes de impunidad que se han tejido desde el poder… Es espeluznante oír decir al expresidente De la Madrid que sin dichas prácticas no se podría gobernar a México…
¡Hay una pregunta que debemos hacernos…!!!
¿Tiene remedio tal situación…???
Mi personal respuesta, es que si se mantiene el statu quo no habrá un cambio real en el ejercicio del poder… es decir, seguiremos viviendo en un Estado de legalidad donde todo se hace conforme a la ley, aunque pisotee los más elementales derechos de las personas y de la colectividad.
La clase política toda, está enredada en redes de complicidad tejidas desde hace mucho, y cuando el panismo sano tuvo acceso a los claustros del poder, lejos de aplicarse a replantear las reglas de operación del sistema, se abocó a medrar de ellas. Hoy no hay diferencia en la forma de operar de un diputado del PRI o uno del PAN…
El establecimiento de un Estado de Derecho es inviable para la clase política, de ahí que las reformas planteadas por el presidente quedasen tan limitadas después de someterlas a la consideración de los partidos. Pero la realidad se ha ido imponiendo y Felipe Calderón va replanteando las alianzas que le permitirán gobernar la segunda parte de su sexenio…
No fue posible articular los intereses de la clase política con los de la sociedad para estructurar un Estado Social de Derecho. Los intereses de la comunidad -plurales por naturaleza- dejaron de estar representados por los partidos, cuyas dirigencias lejos de plantear soluciones desde las diferentes ópticas políticas, no se ocupan sino de aferrarse a las generosas ubres del erario…
Es así que el presidente ha arremetido contra la partidocracia, apoyado en la inteligentzia y en la amplia capacidad de esta para generar corrientes de opinión… Muchas reformas indispensables para el desarrollo acelerado que México requiere, sólo serán posibles doblegando a la corrupta, mediocre e ineficaz clase política que ha secuestrado al Estado Mexicano…
Los escándalos posteriores a la emergencia sanitaria, están evidenciando la fatiga del sistema, cuyas fallas son ya inocultables. Todo esto prepara el terreno para cambios de fondo que fueron postergados desde 1994, primero, y luego en el 2000…
Por lo pronto, después de lo que hemos visto suceder en Michoacán, y de que más de tres gobernadores, legisladores y magistrados saben que pueden ser protagonistas de la siguiente acción del presidente para dar nuevo curso a La República, la partidocracia se apresta a librar la madre de todas las batallas…
Mucho más que una elección como tantas, el 5 de julio se verá cual es el poder real de los partidos y el de sus dueños. Por lo pronto, todos están sumidos en el mayor de los descréditos y cuando aún faltan cinco semanas para las elecciones intermedias, los medios están enfocados a difundir todo aquello que han callado por décadas…
Los partidos enfrentan ahora una elección que tiende a condenarles. La clase política está desnuda mostrando todas sus miserias… Sólo doblegándola como lo está siendo, será posible establecer una verdadera República sobre un Estado de Derecho…
