A tal grado llega la crisis en la industria automotriz que las armadoras en México este año no han concedido aumentos salariales, sólo cubrieron bonos de productividad que han aceptado sin chistar los obreros. ¿Ocurrirá lo mismo en Volkswagen? ¿A quién le conviene más una huelga en estos momentos cuando los mercados no repuntan?
Cada año se supone que será difícil la negociación por incremento salarial entre la empresa Volkswagen y el sindicato; la presión por cualquiera de las partes se deja sentir. Todo apunta a que la de agosto próximo será realmente complicada, cuando existe la posibilidad de despedir a obreros de base, pese a que se han mantenido las “jubilaciones adelantadas” tanto de sindicalizados como de administrativos.
El año pasado fue el “estreno” de la dirigencia que cometió sendos errores aunque al final salió bien librada al evitarse la huelga, pues de una petición original de 13.03% directo al salario terminó aceptando 5.4%. Aunque también es cierto que durante el presente año ha evitado el despido de personal de planta, y acordó la forma de aplicar el descuento por los paros técnicos.
El año pasado el sindicato no supo transmitir los alcances de la propuesta de la empresa que era evitar el emplazamiento en los años siguientes y aplicar un incremento directo al salario según la inflación sin negociación de pormedio, al tiempo que cedía en varias peticiones económicas y administrativas del sindicato. Buena o mala la propuesta, el caso es que no fue bien planteada y no se comprendieron cabalmente los pros y contras de la misma.
Las armadoras que operan en México no han concedido ni un peso más de salario en este 2009.
General Motors en febrero ofreció un bono de productividad por cuatro mil pesos a cada obrero, que son cerca de 4 mil. Además el pago se hizo en dos partes, el primer pago se cubrió en febrero y el segundo en abril.
Ford hizo lo mismo en marzo, cero aumento salarial y pagó una compensación de 14 mil pesos a cada uno de los casi tres mil obreros.
De igual forma actuó Nissan Mexicana a unas horas de que estallara la huelga en marzo, pues los trabajadores demandaban 15% de incremento. En una negociación cerrada el sindicato conjuró la huelga sin recibir incremento salarial y sólo un bono de cinco mil pesos para cada uno de los más de mil 200 sindicalizados, pero todavía pende el fantasma del despido para 378 obreros de planta.
Honda y Toyota andan el mismo camino.
Volkswagen es la última de las armadoras que realiza su negociación, con base en la fecha de su contrato colectivo, y casi siempre los obreros han obtenido un incremento superior al de sus homólogos.
Pero este año las cosas no pintan nada bien.
Si bien es cierto que el grupo alemán es el menos golpeado de toda la industria automotriz, también lo es que sus mercados no repuntan como esperaba. El de Estados Unidos se mantiene a la baja, y el europeo ni hablar y eso que en este último mercado los gobiernos han aplicado verdaderos programas de apoyo al mercado interno, para reactivar el consumo.
VW en México optó por aplicar paros técnicos para ajustar su producción, ante los inventarios sobrados que tenían los concesionarios. No hay quien compre los coches.
Así la producción -tal como lo habíamos apuntado en este espacio desde enero pasado- podría quedar en 350 mil o 370 mil unidades al año, unas 100 mil unidades menos de las que se ensamblaron durante 2008.
Con menos producción y con menos ventas de autos, las ganancias de la firma alemana serán mínimas de ahí que su ofrecimiento salarial podría ser simbólico, sólo para cumplir con el trámite.
Incluso, dicen algunos analistas consultados, VW hasta podría jugársela con una huelga de varios días, lo que le permitiría un “respiro” en la producción, sin necesidad de pagar ni siquiera el 50% de salarios, como ocurre con los paros técnicos.
Para el sindicato la situación no está nada fácil, ya se le empezó a complicar.
En primer lugar está en desacuerdo por las utilidades del ejercicio fiscal de 2008, no acepta que con mayor producción se paguen 30 millones de pesos menos.
A partir de este mes la dirigencia sindical empezará a conocer realmente a quienes representa, cuando reciban el pago de utilidades, pero con el descuento de los días que estuvieron en paro técnico.
Tiene además a 400 obreros sin trabajo fijo, pues son los que se quedaron sin materia prima al suspenderse un turno en la línea del PQ34, y por ellos se mantienen en “paro rotatorio” para evitar su liquidación.
Será en junio cuando el sindicato consulte a la base sobre qué porcentaje pedirán de incremento salarial, se dice que no será menor al 10%
Con tales herramientas, ¿quién cree que pueda apretar mejor las tuercas del vocho?
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