Ya les he platicado en mi columna anterior que la contienda por las Diputaciones de nuestra demarcación capitalina se ha cerrado en cuanto a preferencias. Quién sabe qué pasó exactamente después de la Influenza… el caso es que al momento actual, nadie puede asegurar una victoria fácil (vamos, PRI y PAN) en los cuatro Distritos federales que se encuentran en el Municipio de Puebla.
Pero el gran problema de eso no es en sí la sana competencia democrática –que eso era lo que todos anhelábamos de nuestra fallida transición- sino la actitud asumida como estrategia por parte de esos dos institutos políticos con posibilidades de ganar en julio próximo.
En el PAN han optado por el ataque. Y estaría muy bien, de no ser porque ellos mismos promovieron una absurda ley electoral que precisamente prohíbe, entre otras cosas, el lanzar ataques, vituperios o de plano infamias a otro partido o candidatos que estén compitiendo por los votos de los ciudadanos.
Hoy son los primeros en romperla. Y se están dando gusto con todo tipo de artimañas y guerra sucia.
Pero la culpa no la tienen ellos, sino los priístas, que aunque ahora se quejan, también confiaron en la palabra blanquiazul y apoyaron la mentada reforma electoral que ata a los medios para vender publicidad, entre otras muchas cosas.
Pero bueno. Hay que reconocer que quien pega primero pega dos veces. Y en el PAN, al menos por el momento, es lo único que tienen como estrategia de campaña.
Porque yo no he escuchado nada más que atacar al PRI, como si fuera (el PAN) el viejo partido de la oposición. Cero argumentos. Escasas propuestas. De no ser que ahora proponen que “nos amemos sin tocarnos”. Nada más.
Y eso como estrategia nacional, porque de los pobres candidatos panistas en Puebla no sabemos nada. Alguna genialidad (¿?) de Luis Mora. Alguna denuncia penal de Myriam Arabián. Y punto. ¿Usted sabe qué propone, argumenta o debate “Tití” Díaz de Rivera? ¿Usted ha escuchado la voz de Eduardo Morales?
Para llorar, sí.
Pero de los priístas no hay tampoco mucha tela de dónde cortar.
Salvo que ahora son mártires y proponen “no responder ataques ni provocaciones”. Ajá, pero mientras el PAN se despacha con la cuchara grande y no los baja de dinosaurios, corruptos y mentirosos.
Fuera de eso, los pobres priístas han caído en el juego del PAN y todos los días les responden todo lo que los azules ponen en la agenda mediática nacional. Y es que hay que reconocer que en el PAN tienen una añeja experiencia en guerra sucia, mientras que en el PRI no saben responder ataques ni ganar polémicas.
Finalmente, déjeme contarle a usted que el PRD, a nivel nacional, subirá unos puntos porcentuales. Les ha medio servido su campaña infantil y mostrar a un Chucho Ortega con voz de menso atendiendo a la niñita. Aunque más que eso, su práctico deslinde de las locuras de López Obrador, quien se ha tenido que refugiar con Convergencia y PT.
Y sea por una cosa u otra, el caso es que el PRD ha logrado rescatar dos o tres puntos porcentuales. Que desde luego no le alcanzarán para ganar nada… pero se los ha quitado… al PRI.
En fin. Con esos partidos, esos candidatos y esas estrategias… ¿Usted quién cree que gane las elecciones del 5 de julio? Sí, ya sé que el gran triunfador será el abstencionismo, pero me refiero a PRI o PAN.
¿A quién le dará tiempo, con sus geniales estrategias, de ganar electores?
Porque ya también hemos dicho mucho que la próxima será una elección de “marcas”. Y ganará aquel partido que mejor esté posicionado al momento de la elección. Pero en ese mismo ámbito de la marca, también puede ganar aquel partido que logre sacar a sus votantes “duros”, que aunque cada vez son menos, puede alcanzarles para romper un virtual empate técnico.
Eso sí, quedan ya solo unos cincuenta días de campaña. El tiempo no perdona. ¿Ya se habrán dado cuenta los priístas, que se han regocijado en pregonar que esta vez ganarían carro completo como en sus mejores tiempos, que es momento de rediseñar sus campañas?
¿Ya habrán notado los panistas que sus candidatos simplemente no arrastran ni en la calle donde viven?
Repito: A ver a quién le da tiempo de corregir.
LA NOTA AL PIE…
Para los escépticos: En el BEAP tenemos 10 años de levantar encuestas en Puebla y una decena de Estados del país. Muchas nos las encargan gobiernos estatales o municipales, partidos, candidatos, Instituciones, Sindicatos, Universidades y hasta Iglesias. Si un cliente quiere publicar esos datos, pues es su derecho. Lo mismo si no quiere publicarlos.
Pero además, el BEAP también publica las encuestas que hacemos por iniciativa y recursos propios. Tenemos una alianza estratégica con nuestro propio medio (el Portal electrónico STATUS) y nuestra propia página web. Por ello publicamos lo que y cuando queremos. Y más aún, hay también alianzas, patrocinios y convenios con otros medios (TV Azteca, Milenio, Revista Ángeles y Demonios, etc.).
Por cierto, a ver si mañana nos da tiempo y les enseño lo que los poblanos opinan de Calderón y la Influenza. Está buena.