Felipe Calderón Hinojosa llega a la presidencia de la República por un conjunto de situaciones que no lograron suficiente contundencia electoral ni política…
– El candidato del presidente Fox era Santiago Creel
– El candidato de la corriente dominante en su partido, era Alberto Cárdenas
– El favorito de los analistas era AMLO
– Los poderes fácticos coqueteaban con el favorito
– AMLO desdeña alianzas con los poderes fácticos y se apuesta al populismo mesiánico
– Inopinadamente, Felipe Calderón conquista la candidatura del PAN
– El presidente Fox se aplica a que gane el candidato del PAN, le transfiere alianzas y compromisos
– Los poderes fácticos hacen lo necesario para que AMLO no llegue a la presidencia
– El apretado triunfo de Calderón es sometido a terribles suspicacias
– El PRI sufre su peor derrota. Apuesta a la alianza con el nuevo régimen
– AMLO enfila hacia la asonada
En virtud de lo anterior, Felipe Calderón asume la presidencia sumamente cuestionado y urgido de apoyos políticos. Hace alianza con Elba Esther Gordillo y con Manlio Fabio Beltrones mientras se apuesta a tomar el control de su partido, lo que le confronta en esa fase de su sexenio con Manuel Espino y su grupo, que es asediado y purgado desde la oficina de JC Mouriño. En un año, el calderonismo había conquistado la presidencia del CEN del PAN en la persona de Germán Martínez Cázares…
La trágica muerte de JC Mouriño obliga a reestructurar diversas áreas estratégicas del gobierno. Algunos proyectos quedan pendientes…
Se va haciendo evidente la disfuncionalidad del Sistema Político Mexicano, que habiendo sido diseñado en torno al poder del presidente, carece de ese poder omnímodo que se dispersa entre los amos de los partidos y los gobernadores, para replicar lo peor de la cleptocracia.
Durante 2007 y 2008 el PRI tiene impresionantes triunfos en las elecciones locales. El PAN conserva Baja California y pierde Yucatán.
El vacío de poder y el desconcierto del Estado es aprovechado por la delincuencia organizada para tomar control de diversas actividades (narcotráfico, secuestro, extorsión) y territorios (Ciudad Juárez, Tijuana, Matamoros, etc. etc.), lo que induce al presidente Calderón a combatir frontalmente a cárteles y bandas. Esta lucha es lo que ha señalado hasta hoy al sexenio calderonista, y sus sangrientos resultados han llevado a diversos analistas nacionales y extranjeros a señalar a México como un Estado fallido…
La recesión mundial y la caída de los precios del petróleo complican aún más la situación del gobierno calderonista. La paridad del peso sufre los embates de la especulación, se sienten presiones inflacionarias y la pérdida de empleos mantiene a la gente bajo tensión, lo que aunado al desgarramiento del PRD hace aparecer al PRI como favorito para las elecciones legislativas del 5 de julio. Las encuestas señalaban que en febrero aventajaba al PAN por 15 puntos.
Al concluir el primer tercio del sexenio, las alianzas del presidente Calderón no parecían haber resultado suficientemente rentables… Era evidente su alto costo y su escasa utilidad, de manera que al estudiar los escenarios probables para las elecciones intermedias de 2009, se optó por reconfigurar las estrategias y en consecuencia las alianzas…
El gran objetivo no podía ser otro que lograr la mayoría en San Lázaro, sin embargo todos los estudios demoscópicos lo presentaban como inalcanzable, mientras el PRI perdía escrúpulos y dejaba ver cada vez mas claramente sus aviesas intenciones. Los poderes fácticos, a través de sus portavoces, pregonaban la debacle de Calderón y su partido, cuestionaban la capacidad de un gabinete formado por amigos leales y no por capacidades idóneas, resaltando los magros resultados de la guerra contra el narco y esbozando la tesis del Estado fallido…
La viabilidad de la presidencia de Felipe Calderón exigía acciones urgentes e inteligentes…