El fraude de Stanford Group, además de afectar a más de 30 mil inversionistas en más de cien países, que en su momento confiaron en este supuesto cerebro del mundo financiero internacional, deja tras de sí una estela de damnificados en México y otros países.
Se trata de aquellos que cayeron en la trampa de Robert Allen Stanford y que se relacionaron con él en el ámbito personal, empresarial o político.
Hoy cargan sobre sus hombros parte de su desprestigio.
Sin embargo, los nombres y cargos que se mencionan a continuación nos hacen entender la facilidad con la que el magnate pudo engañar a tantas personas y sobre todo, como al final se saldrá con la suya y evitará caer preso por los delitos que cometió.
En el Consejo de Administración de Stanford aparecían los siguientes nombres: Peter Romero, ex embajador de EUA en Ecuador, Adolf Ogi, ex presidente de Suiza; Jorge Castañeda, ex secretario de Relaciones Exteriores de México con Vicente Fox, Alfredo Arízaga, Ex Secretario de Hacienda de Ecuador; Lee Brown, ex Alcalde de Houston y Zar contra las drogas de Bill Clinton y Courtney Blackman un ex diplomático norteamericano asignado a Barbados, además de Pierre Beaudoin, Director de Bombardier Inc empresa encargada de las obras de construcción del Metro de la ciudad de México y del sistema de transporte colectivo de la ciudad de Bruselas, Bélgica.
Stanford pudo ampliar su red de relaciones y apoyos a través de sus oficinas principales que operaban en Houston, la Ciudad de México, Caracas, Quito y Zurich y estaba por expandirse a Brasil, China y la India.
En la capital de los Estados Unidos tenia una unidad de “lobby” llamada Stanford Washington Research Group, encabezada ni más ni menos que por el ex Secretario de Estado Colin Powell.
Robert A. Stanford mantiene una relación muy cercana con la Presidente del Congreso norteamericano, Nancy Pelossi y con el expresidente Bill Clinton, a quien le otorgó un apoyo de 150,000 USD para la precampaña de su esposa Hillary.
Un total de 1.56 MDD fueron entregados al Partido Demócrata para el financiamiento de la campaña de Barack Obama a través de la firma de Lobby, DLA Piper and Parry, Romani and DeConcini, controlada al cien por ciento por Stanford.
Sin embargo, como buen empresario, R A Stanford mantenía buenas relaciones con personajes importantes del Partido Republicano.
Un ejemplo es John McCain, ex candidato presidencial, quien recibió del empresario $28,000 USD para sus actividades proselitistas.
George W Bush era un frecuente invitado en Houston, Washington o el Caribe.
Aparecen también el Senador Bill Nelson, de la Florida, al que financiaba su proyecto político personal para convertirse en gobernador de su estado y luego aspirar a la presidencia, el Senador Robert Torricelli, alias “The Torch”( la Antorcha) del estado de New Jersey, su consejero legal el también Senador John Coryn de Texas.
Entre el circulo intimo de amigos se encuentra también quien fuera el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, el texano Tom DeLay, conocido como “The Hammer” (El Martillo), muy cercano al ex presidente George W Bush y que fuera acusado de malversación de fondos por el Fiscal de Chicago Patrick Fitzgerald.
Entre los amigos cercanos de Stanford, que tenían inversiones en las Islas Fidji destacan las estrellas de Golf, Vijay Singh y Tiger Woods, además de Christopher Dodd, el poderoso senador Presidente de la Comisión Bancaria y por supuesto, Colin Powell, quien fue el que llevó la firma Stanford al Caribe.
Por cierto, le pagaba la suma de 150,000 USD mensuales, por su labor de lobbying.
Aparecen también Charles Rangel, el poderoso diputado por Nueva York y encargado de la House Ways & Means (Medios y Arbitrios) en 2008, que por un período de 5 años recibió donaciones mensuales de $10,800.
Entre los beneficiarios de Stanford se incluyeel equipo completo de The West Indies All-Star Cricket Team, al que subsidiaba con 100 millones de dólares anuales.
Nada más.
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