Finalmente las tres grandes empresas automotrices de Estados Unidos lograron de la Cámara de Representantes el tan ansiado proyecto de rescate por 14 mil millones de dólares. Pero, estará condicionado a que manejen planes de reestructuración integral, es decir, recortar costos y reformar sus negocios. De todo esto México podría resultar beneficiado, si el gobierno hace su tarea, aunque ya se está tardando.
En este espacio el pasado 19 de noviembre señalamos, a propósito de la petición de ayuda que hicieron por primera vez las tres armadoras “Habrá que ver qué es lo que van a dar a cambio las empresas automotrices estadounidenses por la ayuda millonaria que puedan recibir. Tendrán que presentar planes concretos que incluyan la reingeniería financiera y de producción, además de asumir compromisos en ciertos plazos para justificar ese apoyo…”
Al estar en juego tres millones de empleos directos, en los planes que presentaron las armadoras, General Motors, Ford y Chrysler, se comprometen a ser eficientes y competitivas; reducirán costos de mano de obra, reestructurarán sus deudas, desarrollarán nuevos modelos atractivos para el mercado y optarán por asociaciones o alianzas.
Por supuesto que el dinero aprobado por los Representantes está condicionado a resultados; así que las empresas no darán bonos ni indemnizaciones millonarias a los ejecutivos, y sobre todo que en caso de no poder rembolsar el dinero que se les prestará, el gobierno será el primero con derecho a embargar a las empresas.
Si bien falta mucho por conocer de los planes de reestructuración de las armadoras, lo cierto es que tiene pros y contras.
El mercado de ese país se mantendrá un tanto contraído y a la expectativa, demandará modelos económicos y atractivos.
Las compañías tendrán que cerrar algunas de sus plantas, despedir personal y reducir hasta en más del 30 por ciento su producción.
Se supone que con el apoyo de 14MMD, se pospondrá o será más lento en Estados Unidos el desarrollo de vehículos ecológicos
Pero se fortalece lo que hace unos días declarara a Balance Financiero, Thomas Karig, vicepresidente de Relaciones Corporativas de Volkswagen México, respecto al problema de las automotrices. “Esta situación aumenta, definitivamente, la conciencia de que no puedo nada más planear en corto plazo (…) Siempre se nos olvida que la primera columna de la sustentabiliad es la sustentabilidad económica. Una empresa que no tiene fortaleza económica y financiera en sus costos, en sus flujos., pues no puede sobrevivir. No puede ser sustentable, y no puede garantizar el principal objetivo de la empresa que es la creación de empleos.”
Es indudable que 2009 será difícil económicamente; la industria automotriz enfrenta un futuro incierto por el desplome en ventas, no hay créditos y persiste la desconfianza de los consumidores.
De todo esto México podría obtener algunos beneficios, ya que a todas las compañías estadounidenses tienen plantas aquí, con todo y los ajustes que hagan, el costo de producción es menor, son más eficientes y competitivas, y ya cuentan con una red de proveedores en diversas partes de la república.
En este caso el gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Economía, ya debería estar haciendo un buen cabildeo entre las armadoras de aquel país y la industria automotriz nacional para ver qué acciones se pueden tomar en México. Para algo tendrá que servir el Tratado de Libre Comercio.
Lo que ocurra con las tres estadounidenses por supuesto que tendrá su impacto en la industria mexicana, y ésta deberá tender a ser más competitiva, diversificar mercados, mejorar su productividad e incluso que la red de proveedores crezca y se especialice para responder a las necesidades de las armadoras.
El primer trimestre de 2009 será clave para las tres grandes de Detroit en la elaboración y ejecución de sus planes; pero también para México en cómo enfrentará el complicado problema laboral en los diversos sectores productivos.
Provident en acción
En medio del encarecimiento del crédito y su limitación por parte de las instituciones bancarias, la financiera Provident fortalece sus acciones en esta época de fin de año para apoyar a la gente que necesita adquirir productos de primera necesidad o incluso para operar sus negocios.
Con productos y servicios crediticios simples apoya a personas que difícilmente tienen acceso a la banca comercial. Ofrece préstamos personales desde un mil pesos y renovables hasta por 10 mil, con pagos semanales sin que se requiera aval, garantía y mucho menos un historial crediticio; tampoco aplica tasas de interés sino que aplica un cargo de servicio fijo, ya que el crédito y los cobros se realizan directamente en el domicilio del cliente.
Alejandro Martí, Director de Asuntos Corporativos de Provident, destacó que realmente su cartera vencida es mínima, pues siempre se apoya a los clientes para que puedan cubrir su préstamo, además que se les da orientación financiera.
Provident tiene sus oficinas centrales en Puebla, y desde que inició operaciones en 2003 a la fecha ha apoyado a más de 300 mil clientes, cuenta con 33 sucursales en 12 estados de la república, y da empleo al unas seis mil personas.
En esta temporada Provident espera un repunte considerable en la colocación de créditos, tomando en cuenta que atiende por igual a personas que se desenvuelven en la economía formal como informal, un sector del mercado que ha sido abandonado por la banca comercial.
En el caso de Puebla ha tenido un crecimiento considerable en la zona de la mixteca, y su clientela en un 70 por ciento son mujeres.
Al llegar el fin de año hay que hacer el Balance respectivo, y esta columna retornará el próximo 5 de enero de 2009. Mientras tanto, consulte la revista electrónica www.balance-financiero.com
Felicidades a los cibernautas.
