El día de ayer continuó lo que al parecer será la tónica del año entrante: guerra de encuestas. ¿Pues no que no sirven para nada?
Cada quien con sus datos y con algún medio de por medio, varios de los asiprantes a la nominación de sus respectivos partidos para el Gobierno estatal, han publicado datos en los que supuesta o realmente, van a la cabeza en las preferencias o bien son los mejores posicionados entre sus competidores.
Pues sí, pero cada una de las mencionadas encuestas preelectorales ofrece datos distintos. Y como preguntábamos ayer: ¿a cuál creerle?
Porque efectivamente, hay un grupo de prsonajes que son los mejores colocados en cuanto a conocimiento de la población y aún en cuanto a intención de voto. Pero repito la pregunta que he planteado aquí mismo desde hace tiempo: ¿Y si no solo son ellos los personajes que van a competir? Vamos, ¿y si no se está midiendo aún a algún otro personaje?
Esta última pregunta, por disparatada que parezca, la hago porque en los últimos procesos en los que hemos andado levantando encuestas, en Puebla y otros Estados, en algunos sitios, las encuestas miden y analizan a una serie de personajes –que son los que más se rumora, con bases o sin bases, que de ellos saldría el candidato de cada partido- y al final… sale algún otro nuevo, fresco, que no aparecía en ninguna medición… y gana la elección.
No estoy diciendo que eso vaya a ocurrir en Puebla. Creo honestamente que en el PAN será candidato o Rafael Moreno Valle o Ana Teresa Aranda o Humberto Aguilar (por mucho que éste último aparazca en los últimos lugares de conociemiento en todas las mediciones). Y en el PRI será o Javier López Zavala o Enrique Dóger o Blanca Alcalá o Enrqiue Agüera. No hay más.
Pues sí, pero… falta mucho. Primero deberán pasar los comicios federales, con toda su impronta local, y de ahí podrá verse realmente quiénes tienen posibilidades reales. Y quién permanece en el ánimo popular. Ya cualquier cosa puede pasar, créamelo.
Por cierto, lo que sí puedo adelantar a los cuatro que a veces me leen, es que la preferencia electoral en Puebla sigue muy volátil. Ninguno de los dos principales partidos puede cantar victoria anticipada. Efectivamente, el PRI mantiene una ligera ventaja sobre el PAN, pero a veces se acorta hasta parecerse mucho a un empate.
Quién sabe qué ha pasado. En el BEAP seguimos creyendo que aunque la gestión de Felipe Calderón ha resultado muy golpeada con la crisis económica y la ola de violencia e inseguridad, un buen sector de la población aún le da un voto de confianza. Como que la crisis ha hecho que la gente quiera apoyar a su Presidente, es la verdad.
La próxima semana publicaremos la evaluación que los poblanos hacen de su Presidente, según nuestras encuestas (que no hemos dejado de levantar y que siempre presentamos en tracking, para que no haya dudas y se observer la evolución). Y repito, Calderón ha mejorado desde la trágica muerte de Juan Camilo Mouriño. Podemos estar de acuerdo con ello o no, podemos creerlo o no… pero eso es lo que dicen los poblanos.
Y esto último está teniendo como consecuencia que el PAN no siga cayendo en picada en preferencias electorales. Por supuesto, hablo de lo que medimos en nuestra aldea municipal. Y podemos extrapolarlo un poco a todo el Estado. Aunque no siempre coincida con lo que sucede a nivel nacional.
Por todo lo anterior, reitero, las preferencias electorales por el momento muestran a una sociedad muy indecisa aún. Puede ser que el PRI gane la mayoría de Distritos, pero puede ser que el PAN se recupere. No hay nada escrito.
La próxima semana, pues, varias mediciones que hemos hecho en los últimos días. Espérelas.
