Si pudiéramos emitir un pronóstico (siempre ingratos) sobre lo que pudiera suceder en cuanto a resultados electorales para el proceso electoral del año entrante, sería, simplemente… de incertidumbre.
Porque aunque en prácticamente todas las mediciones demoscópicas que se tienen al día de hoy (nacionales y locales), el PRI mantiene el liderazgo en preferencias con una ligera ventaja (de entre 5 y diez puntos porcentuales dependiendo de las zonas) sobre el PAN, y el PRD se ha quedado rezagado en un lejano tercer sitio, todavía pueden suceder muchas cosas.
Efectivamente, en todas las elecciones locales que se verificaron este año, el PRI logró importantes victorias y el PAN a su vez retrocedió claramente en muchas localidades. El PRD también perdió importantes territorios que antes había ganado, sobre todo en Guerrero.
Así que si pudiéramos extrapolar los resultados locales a un escenario de elección federal, el PRI arribaría al 2009 con una tendencia ganadora.
El problema es que muchas ocasiones, lo que sucede en procesos estatales no necesariamente se reproduce en una elección federal. Mucho menos en una intermedia para renovar Diputados, como es la que se llevará a cabo en 2009.
Lo que nosotros hemos visto en este año es una gran volatilidad de las tendencias, influida por los acontecimientos de carácter nacional.
La crisis económica que empieza a afectar realmente el bolsillo de los ciudadanos para este fin de año provoca que la gente castigue a las autoridades federales en cuanto a calificaciones aprobatorias. Pero la violencia criminal y el combate que el gobierno de Calderón mantiene contra ella, hacen que los ciudadanos también le intenten dar un voto de confianza y por eso no terminan de caer abruptamente (las calificaciones).
En otras palabras, las tendencias preelectorales no son definitivas aún y sí muy cambiantes.
Por otro lado, las gestiones locales (estatales y municipales) infuirán un poco en la preferencia partidista. En Puebla tanto Gobernador como Presidenta Muncipal no están mal evaluados, por lo que representan un activo para el PRI. Aunque, reitero, en una elección federal influye un poco más los escenarios y contexto nacionales.
Finalmente, lo único que faltaría para que las tendencias se aclararan un poco, son los candidatos de cada partido.
Hemos visto que en una elección federal legislativa, los candidatos no influyen demasiado en la decisión del elector. Pero en la de 2009, ante lo volátil de las tendencias y lo cambiante de los escenarios, quizas si sea un factor determinante.
Por eso es que los partidos estén apostando por lanzar a los personajes más conocidos en las encuestas. Aunque siempre exista en buen sector de la sociedad que rechace a los personajes que repiten una y otra vez en los diferentes cargos o puestos de eleciión popular (tanto en el PRI como en el PAN se mencionan como precandidatos tanto a actuales diputados locales como a ex Diputados federales o locales).
Pues sí, dicen en las dirigencias nacionales y estatales de los partidos, pero… entonces ¿a quién carambas lanzamos? Si no son personajes conocidos, costará mucho más el posicionamiento respectivo.
En fin. Creo sinceramente que la elección del año entrante será también poco motivante para los electores, dándose un fuerte abstencionismo. La gente estará mucho más preocupada por su situación económica familiar que por las reyertas partidistas. Y eso al mismo tiempo es una ventaja pero también deventaja para los distintos patidos.
A ver si en los mese próximos se aclara un poco la actual situación incierta.
LA NOTA AL PIE…
A una semana para que termine el plazo que se autoimpusieron las autoridades federales para hacer cosas determinantes contra la inseguridad pública, no solo no hay cambios… creo que la situación ha empeorado. Y lo más importante: Se comprueba que son las propias autoridades (PGR, Secretaría de Seguridad Pública y Ejército) las que están infiltradas hasta el cuello de los propios delincuentes. Qué novedad.
Han demostrado que no pueden… ¿renunciarán?