Aun cuando el gobierno de Calderón pretenda aplicar el dicho de que al mal tiempo buena cara (a través de sus infocomerciales sobre la crisis), las perspectivas para México no son nada favorables en la medida que está prácticamente “atada” a la economía estadounidense, y todo parece indicar que la reacción mexicana no será suficiente, por la fuerza negativa que trae EUA.
El reporte -la semana pasada- de la caída en la actividad industrial del 1.8 por ciento, fue la quinta de forma consecutiva, y constituye una seria llamada de atención para considerar cómo cerrará este año la actividad productiva y lo que le espera para 2009.
Si bien es cierto que, el punto central para México será qué tanto hace Estados Unidos para arreglar el desaguisado financiero y económico, y ello, tendrá repercusión la economía nacional, también lo es que el gobierno debería tomar ciertas medidas coordinadas con lo que ocurre en EUA y no de manera aislada, como ha sido hasta el momento.
Lo cierto es que el gobierno no se ajusta el cinturón, no aplica recortes en su gasto corriente, pero quien sí lo tiene que hacer (de hecho ya lo hizo) es la gente, e incluso en las empresas se están tomando previsiones de todo tipo, ajustando desde ahora los gastos para el cierre de 2008, y previendo una franca austeridad para el siguiente año, sobre todo en aquellas cuyos productos son de consumo intermedio.
Definitivamente el vecino del norte no se recuperará pronto y México tampoco lo hará, la recesión se larga y profunda. Incluso reportes de analistas internacionales señalan a Chile como la única economía de la región capaz de enfrentar y superar en menor tiempo la crisis.
Mientras tanto, son cada vez más las voces que demandan a Banxico reduzca las tasas de interés, puesto que el control en extremo de la inflación ya dejó de ser una prioridad. México camina en sentido contrario a como lo hace el resto del mundo, prevalece una brecha profunda entre la tasa de interés en Estados Unidos del 1% y la de México que es de 8.25%., sobre todo si lo que se trata es apoyar el mercado interno, y con tales gravámenes resulta imposible que alguien se anime a contratar créditos, personales o empresariales, al tiempo que las deudas vigentes se incrementan con el riesgo de caer en cartera vencida.
Todo parece indicar que México no está haciendo nada para enfrentar el golpe real y duro que se avizora para 2009. Las remesas ya cayeron, el turismo se deteriora de manera rápida e importante, no hay inversión extranjera directa, el canal de exportaciones es muy estrecho, el precio del petróleo está en 50dólares el barril y el tipo de cambio por las nubes casi en 14 pesos el dólar, y el consumo interno se está deteriorando.
Debería garantizarse que se mantendrá el crédito, el apoyo a las empresas y, sobre todo, apoyar el empleo.
Son varios factores que están ahí y lo peor es que el gobierno no reconoce que sí existe un problema, y lo único que se le ocurre es lanzar sus infocomerciales, vía Televisa.
Y si lo trasladamos al estado de Puebla, parece que están con la misma inercia, pues sólo tienen prendidas las “veladoras” para que no se apague el motor de Volkswagen. Si bien es cierto que es la empresa más grande de la entidad, que genera poco más de 11 mil empleos directos, también es cierto que existen muchas más plantas y que enfrentarán un serio problema.
Incluso, habrá que ver cuántas de las micro y pequeñas empresas de reciente creación pueden sobrevivir al vendaval económico, sobre todo aquellas que según el estado y el municipio son la respuesta para la familias: el autoempleo.
Marca Puebla
Mañana se presentará formalmente la marca “Puebla”, con la que se pretende promover, apoyar y alentar el consumo de productos que se elaboran en la entidad.
En esta tarea se han involucrado el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico, y la Canacintra.
Ahora se espera que la respuesta del comercio sea favorable, empezando por las tiendas de autoservicio y departamentales, que den cabida a los artículos locales y den ciertas facilidades para la exposición de los mismos.
Acción de gracias
Este jueves 27, seguramente será un Día de Acción de Gracias (Thanksgiving Day) significativo y muy diferente para los estadounidenses.
La fecha es tradicional, y recuerda la primera cosecha recolectada por los colonizadores y la convivencia pacífica entre éstos y los indios (que no duró mucho tiempo). Los estadounidenses la celebran con una cena de plena convivencia familiar, pero este año será de mayor significado después que la mayoría eligió al primer presidente de raza negra y que tomará posesión en enero próximo.
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