28-03-2024 11:21:05 PM

Los medios de comunicación, ¿el cuarto poder?

 

 

“LOS CARNICEROS DE HOY

SERAN LAS RESES DEL  MAÑANA”.

FIDEL HERRERA BELTRAN-

GOBERNADOR DEL EDO DE

VERACRUZ

CITADO POR CARLOS UGALDE

EN SU LIBRO “ASÍ LO VIVÍ”. 

 

Presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en la ciudad de Puebla

 

El próximo viernes cinco de diciembre tendrá verificativo en Guadalajara Jalisco, el 4to. Encuentro Internacional de Periodismo. Este evento se ofrece atractivo para quienes de alguna manera han hecho de la información, su vida y su divisa personal al ejercerlo con base en la verdad de los hechos y acontecimientos cotidianos que se suceden en el orbe, personajes como Hiram Enríquez, Benjamin Fernández Bogado, José Reveles, Carmen Aristegui, Alejandro Almazán, premio Nacional de periodismo en tres ocasiones, entre otros, serán los participantes del cinco al siete de diciembre.

“Cuarto Poder”, frase acuñada desde hace casi un siglo, si bien no tiene un contexto legal representaba una influencia de facto y creo que la sigue representando. Es común escuchar a quienes son sujetos de la critica infundada o en ocasiones a quienes por saberse responsables de un acto reprobable, teman las consecuencias de la difusión o propalación de los acontecimientos de los que son protagonistas y que pueden eventualmente ser mostrados a la opinión pública en situaciones vergonzosas, haciéndolos victimas del escarnio y del rechazo popular, muchas veces bien merecido. Nadie puede negar que el periodismo sigue siendo un instrumento de poder, capaz de influir en el receptor de la noticia de una manera en ocasiones  sesgada y convertirse en elemento de manipulación a través del que se defienden diversas posturas e ideologías, un elemento que influye en nuestra manera de pensar inconscientemente. Es cada día más común que se mezclen entre los periodistas quienes utilizan espacios para adular de manera ridícula y melosa a sus amos gracias a la dadiva execrable o los favores personales; en otros casos, para denostar con gran procacidad, en la mayoría de los casos sin respuesta alguna del ofendido ya mediante la replica ya mediante los tribunales judiciales. Ejemplos abundan, la consigna, los enconos, las filtraciones distorsionadas, las interpretaciones a modo para sacar de contexto la intención real para obtener la nota y convertirla en un trascendido inmoral que destruye la verdad, que genera deshonra, desdoro y principalmente desprecio social.

Afortunadamente contamos con reconocidos comunicadores, verdaderos periodistas, apreciables plumas que ilustran y hacen del lector un habito. Me referiré ahora a una opinión plasmada en un articulo de un periodista español quien afirma que: “…la información presente tanto en la prensa como en radio, televisión e Internet se ha convertido en un elemento de posible manipulación tanto en España como en cualquier sitio del mundo, que no puede ser controlado por ninguna ley y no conoce límites, hablamos del cuarto poder…”. Disiento en esta última parte, lo cierto es que en nuestro País los artículos 6 y 7 Constitucionales tienen como en España una serie de limitantes que establecen el respeto a terceros, a la moral y a la vida privada de las personas. Lo que hace falta es hacerlos valer por los medios judiciales correspondientes, lo que casi no acontece, aunque tenemos el ejemplo de Julio Sherer quien con dignidad y valentía enfrento ante la ley a Pedro Ferris de Con, quien termino reculando de manera ignominiosa.

Por otra parte los  Ombudsman carecen, por lo menos por ahora, de experiencia y capacidad para realizar dignamente su papel. Al hablar de poder e información, continua diciendo el articulista,  hay que interrelacionar tres conceptos: información, periodismo y publicidad. Cuando en el mundo de la información se dan intereses publicitarios, la libertad del periodista y del creador disminuye, lo que es un obstáculo para que reconozcamos la existencia de una publicidad correcta, informativa, veraz y no agresiva.

Como hemos visto la información es difundida al receptor a través de un canal escrito, cibernético, televisivo, mediante la prensa escrita o por la radio, el periodista entonces tiene el compromiso de proveer de un conocimiento determinado, penetra, atraviesa las fases de emisión,  transmisión, y recepción, produciendo en sus destinatarios una intención ideológica, esta ideología denota un sistema de representaciones sometido al sesgo, al rumbo de una perspectiva y de un interés particular, como ya se ha dicho.

No obstante ello, es momento de reconocer que en el Estado, existe un buen periodismo, pero en otros casos pseudoperiodistas, malos y perversos, verdaderos carniceros de la verdad, como dijera Fidel Herrera, “…carniceros de hoy que serán las reses de mañana”, con el agregado de que las futuras reses caminaran por el sendero de la ley y la justicia. Eso… ¡muchos lo van a agradecer!

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