La verdad es que la columna que publicamos aquí mismo el miércoles pasado, desató un escandalazo mediático que no esperábamos.
O bueno, sí. Cuando cotidianamente uno navega en Internet buscando alguna nota o dato interesante, siempre espera encontrar algo que valga la pena. Y ese 15 de septiembre –disfrutando puentecito-, siendo honesto, el encontrar la oferta inmobiliaria de los terrenos donde se encuentra “Valle Fantástico”, vi que representaba una “perla periodística”. Y pude haber sido yo o cualquier otro.
Pero más que eso, era algo tan inocente que al mismo tiempo era difícil de creer. De inmediato, como al día siguiente cientos de periodistas y curiosos lo hicieron, me puse a verificar la certeza de los datos. Y sí, ahí estaba el anuncio en la sección del Aviso Clasificado de El Universal y de ahí la página de la Inmobiliaria que lo ofrecía.
Incluso los de la Inmobiliaria de marras deberían darme una comisión porque yo creo que jamás había entrado tanta gente a sus anuncios.
No había duda, era cierto: Se ofrecía en venta el macro terreno que supuestamente formaba parte de una Reserva Territorial. O al menos eso fue lo que nos han dicho una y otra vez las autoridades respectivas.
Y yo no soy ni abogado ni experto en transacciones inmobiliarias. Simplemente un ciudadano común y corriente que se entera por los medios de lo que divulgan las autoridades. Lo del comodato a 99 años lo dijeron los del gobierno estatal anterior, no yo. Lo de la “Donación Onerosa” lo empezaron a divulgar la semana pasada.
Por eso simplemente reproduje en la columna los datos de la oferta y se dejaron al aire las preguntas obligadas, que cualquiera, repito, se tendría que hacer al enterarse de un hecho de esa magnitud: ¿Quién y por qué estaba vendiendo ese fabuloso terreno?
Lo demás ya lo sabemos. Decenas de amigos periodistas y ciudadanos retomaron el tema, investigaron (ellos sí que son periodistas), entrevistaron, cuestionaron y se enojaron con el tema. Creo que fue lógico, ¿no?
Pero el epílogo de todo este alboroto es igual de inocente y tragicómico que el mentado anuncio.
Primero el gran coraje del señor Henaine descalificando e insultando a diestra y siniestra. Negando todo y después aceptando todo. El desconcierto de funcionarios actuales y pasados, a los que se agarró como al Tigre de Santa Julia. Unos negando, otros afirmando, unos más desconociendo y algunos hasta pontificando.
Sin embargo, ya no se preocupen. En esa misma columna que desató la tempestad, lo advertía, porque siempre uno sospecha que habrá el cinismo de negar y renegar lo que uno publica: Desde el sábado, misteriosamente, desapareció el anuncio-oferta del multicitado terreno de la página de Vita Inmobiliaria. Ya no está. Se fue. Nunca existió.
Nos engañamos. Nos confundimos. Sí estaba pero no estaba. Sí se anunciaba pero no estaba en venta. Sí era el terreno, pero no se vendía…
Y para cerrar con broche de oro, ayer, el colofón. En un comunicado de prensa a los medios (al menos así lo recibí yo en mi correo electrónico), el empresario Ricardo Henaine niega enfáticamente que el terreno de Valle Fantástico esté o estuviera alguna vez a la venta. Que jamás. Que nunca (cuando él mismo reconoció en la entrevista que le hizo Mauricio García León para “El Columnista”, que “lo podía vender porque era de él y que podía hacer lo que se le pegara la gana con sus terrenos y propiedades…”, lenguaje florido de por medio).
Y lo mejor: Que la Inmobiliaria que ofertó el terreno lo hizo sin la autorización de Henaine, que fue una falsa oferta promovida mediante engaños por “un grupo de vivales”. (¡¡¿¿??!!)
Ándale.
Como escribiera Monsiváis en “Por mi Madre, Bohemios”…: NO COMMENT.
&&&&&&&&&
Bueno. Al menos se promete que se va a reforestar el área y que podemos entrar gratis todos los poblanos…
Believe it or not…!!