No se necesitaba ser genio para saber el desenlace de la instalación de la Feria de Puebla dentro del Parque Ecológico “Revolución Mexicana”. El pobre parque quedó hecho un auténtico asco.
Basura por toneladas, daños a las áreas verdes, daños a los árboles por las estructuras en las que se montó la mentada Feria y hasta palapas y áreas pavimentadas resultaron afectadas por los educados poblanos que acudieron a los actos, puestos y espectáculos de mayo pasado.
Todo mundo lo sabía: La feria de Puebla (como otros “festejos culturales” que hay en el país como el “Cervantino” en Guanajuato o la Feria de “San Marcos” en Aguascalientes) se ha convertido con el paso de los años en un inmenso tianguis de fayuca y productos chinos, además de ser la cantina más grande del Estado durante un mes.
Los vecinos de las colonias que se encuentran en las inmediaciones del Parque dan gracias a Dios porque ya terminó su suplicio: Entradas de cochera invadidas durante semanas, chamacos ebrios haciendo todo tipo de desmanes en la vía pública, calles convertidas en baños públicos y robos de autopartes solapadas por esa plaga llamada “franeleros” (que ya han invadido toda la ciudad, desde luego).
Y la cereza del pastel. Ayer declaraba Francisco Castillo Montemayor, patético Secretario de Medio Ambiente -el mismo que dijo que la mitad de las ganancias de la Feria serían para remodelar el Parque Ecológico- que no se puede multar a la empresa que puso las estructuras de la feria y que dañó un buen número de árboles… porque “está amparada”.
Valiente autoridad.
Pocos parques y áreas verdes en Puebla y los siguen fregando, con la complacencia -¿complicidad?- de los que deberían cuidarlos.
¿Y así quieren que les creamos que van a cuidar y remodelar el Jardín del Arte quitándoselo a Puebla Verde, A.C. de Verónica Mastretta? No, pues mejor que siga así de “feíto” pero que no se lo entreguen al Gobierno del Estado. Capaz que el año entrante ahí se les ocurre montar la espantosa Feria.
¿PROFES. CORRUPTOS EN LA IBERO?
Llamó la atención las declaraciones de ayer del rector interino de la Universidad Iberoamericana, Juan Luis Hernández, en el sentido de que fueron dados de baja unos 56 profesores para el próximo ciclo escolar. ¿El motivo? Pues que se descubrió que alteraban calificaciones de alumnos a cambio de “dádivas”.
O sea, unos corruptazos. Y barcos.
Digo, la noticia no llamaría tanto la atención si fueran cuatro o cinco profesores. Pero… ¿56???
Son demasiados ¿no?
Y si son tantos, ya nos imaginamos el nivel académico que estaban impartiendo. Seguro los hay en todas las carreras que ofrece en Puebla la Ibero.
Por supuesto, no debo hacer un sofisma de falsa generalización. Se bien que en la Ibero hay muy buenos docentes, pero repito, habiendo tantos dizque profesores vivales, seguro sí le afecta a toda la Universidad en su prestigio.
Hace poco presentamos aquí mismo una encuesta sobre cómo percibe la gente en Puebla a las Instituciones de educación superior. Y de las Universidades privadas de prestigio, es la Ibero la que está por debajo de todas. Quizás ya sabemos la razón.
Ahora bien. El rector jesuita se atrevió a dar a conocer el dato y eso habla muy bien de su honestidad. Porque ¿en cuántas otras Universidades no sucede lo mismo todos los días (pésimos maestros, corruptos, autoritarios o déspotas y hasta acosadores sexuales) y sus autoridades se hacen de la vista gorda?
En fin.