Mal de mucho consuelo de… tontos. Puebla puede estar tranquila en materia de empleo si damos por única e infalible “la percepción” del secretario del trabajo, Pericles Olivares quien declaró: “De mis sentidos, por mis sentidos percibo que las cuestiones laborales en Puebla no son las peores del país. (…) veo vacantes que se ofertan como las más de 2 mil de esta feria del empleo…eso es lo que me indican mis sentidos” (sic)
Así, con lenguaje cantinflesco quien tiene a su cargo la cartera del empleo, percibe “con sus sentidos” (¿hay otra forma forma?) que el desempleo en la entidad de más de 83 mil personas no es para tanto,
Si bien es cierto que hay otras ciudades del país con mayores índices de desocupados, el nivel que registra la capital de Puebla no es para minimizarse, pues suma 4.91 por ciento, hasta el primer trimestre de este año
Lo cierto es que el gobierno y el sector privado no cuentan con una estrategia efectiva de desarrollo y crecimiento del estado.
Lo único que se alienta es el autoempleo, ahora se le llaman “emprendedores, en tiempos de Fox eran “changarros”. Para el caso es lo mismo.
La calidad del empleo no es la adecuada, en su mayoría las fuentes generadas son temporales y no se les pagan las prestaciones.
El gobierno trata de manejar las cifras a su antojo, pues presume que el estado de Puebla generó “más empleo que la media nacional”, en sólo un trimestre, por sólo registrar unas cuantas décimas debajo del indicador nacional de desempleo.
Aunque cabría recordar que, es la primera vez que ello ocurre después de varios trimestres que la entidad se mantuvo por arriba de las cifras nacionales
Lo positivo será cuando tales cifras sean más frecuentes y muestren efectivamente una tendencia hacia la baja.
La semana pasada trató de minimizarse el cierre de Alcoa, que deja en el desempleo a mil 400 obreros. Si bien la decisión fue por cuestiones corporativas, que a nivel mundial realiza una serie de ajuste, no debe olvidarse que el hilo se rompe por lo más delgado.
De las más de 18 plantas con que cuenta la firma en el país, la de Puebla es la que más problemas le provocó durante varios años. Huelgas por aumentos salariales, conflictos intersindicales, denuncias por despidos injustificados, mantuvieron en problemas a la empresa, y que influyeron en la pérdida del contrato con VW, al operar ésta con el sistema just in time.
Por ello, a los directivos de Alcoa no les tembló la mano de cerrar la cortina de la planta Puebla al momento de tomar la decisión para optimizar producción, abatir costos de producción, y tratar en enfrentar de la mejor forma posible las actuales condiciones del mercado.
Las inversiones anunciadas en los últimos meses son prácticamente “reinversiones” de empresas que ya operan en la entidad, en su mayoría extranjeras, y que aún no culminan, es decir, aún no entra en vigor la generación de plazas y que no rebasarán las mil.
Además tales acciones obedecen a políticas de los corporativos y no precisamente a las acciones del gobierno estatal, a través de las secretaría de Desarrollo Económico o de la Secretaría del Trabajo.
A excepción de Faurecia, el resto de las acciones de ampliación son por planes que tenían destinados las empresas como Cadbury, SKF Luk, VW, entre otras, no por intervención del estado.
De alguna forma habrá que buscar el cristal con el que mira Pericles Olivares, pues “su realidad” es diferente a la de los poblanos, ya que la semana pasada dijo: “no creo que sea distinto lo que ven mis sentidos en esto que lo que ven todos los demás”.
Y, por cierto el cierre de Alcoa
¿SI..NO..SI?
Esta semana estarán (otra vez) los máximos directivos de Cadbury Adams, para entrevistarse con funcionarios estatales, donde una vez más se les presentará el proyecto de la Célula, y el programa de rehabilitación del Parque Puebla 2000 (donde se ubica la planta), para demostrarles que sí se atienden sus requerimientos.
El gobierno ofreció el año pasado a Cadbury mejorar las vialidades y otros servicios del parque industrial Puebla 2000, como respuesta a las inversiones por 100 millones de dólares que tenía contemplado el corporativo inglés para este y el próximo año.
Pero, los funcionarios estatales aún no convencen del todo a los ingleses de que Puebla es su mejor opción para sus nuevas instalaciones,con las que duplicarían su producción de chicles y pastillas.
Falta ver si con esta nueva visita (la tercera) en menos de un año, ahora sí el gobierno poblano pega su chicle.
Delincuentes y autoridades, compadres
En el portal de la Coparmex Puebla, el 50 por ciento de los cibernautas opinan que Puebla es un estado seguro porque “podría estar peor. Hay cierto compadrazgo entre autoridades y delincuentes, lo cual permite cierta tranquilidad”.
En la encuesta que lanzó, hace más de una semana, en su portal el sindicato patronal poblano sobre si “Puebla es un estado seguro, , el 21 por ciento de los usuarios considera que sí porque “si hay buenas estrategias de vigilancia”; y el 28 por ciento restante asegura que no, porque “ la falta coordinación de las autoridades repercute en inseguridad”.
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